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lunes, 16 de febrero de 2015

Entre el pesimismo y la violencia: El Uruguay del 70.


Los crecientes conflictos sociales llevados adelante mayoritariamente por obreros y estudiantes a los que debemos agregar el creciente accionar de grupos subversivos como el MLN-T, OPR-33 y el FARO, sin dudas contribuyeron a la concentración de poder que se dio en el Poder Ejecutivo sumada a las potestades que otorgaba la nueva constitución al presidente Pacheco Areco. Muchos analistas muestran que la sociedad buscaba un hombre fuerte, y en este entorno Pacheco Areco desarrolla un perfil político polémico que no admitía medias tintas o se aceptaba totalmente o se lo repudiaba sin concesiones. Lo cierto que su gestión no se caracterizó por generar indiferencias. En 1969 y en 1970 el accionar guerrillero tuvo puntos altos que consolidaron la política represiva del Poder Ejecutivo. El movimiento tupamaro, nacido en 1963, surge como consecuencia del desánimo y la frustración del viejo Partido Socialista que no pudo asimilar la derrota de la Unión Popular en 1962, que a su vez sentía los efectos de la Revolución Cubana y una intelectualidad de izquierda que comenzaba el lento camino grasmciano de la conquista hegemónica de la cultura y el poder mediante un sentimiento de pesimismo creciente, que otro mundo era posible y creando un crisis de espiritual que se extendía a la política y a la economía. A esto sumamos acciones espectaculares contra la propiedad y los intereses empresariales:
  1. Asalto a bancos a razón de uno por día. El 1, 2, 3 y 4 de octubre de 1968. El 11 de abril se asaltan tres sucursales de distintos bancos lo que obligó al cierre de sucursales hasta que se implante medidas de seguridad efectivas
  2. Copamiento de radios para publicar proclamas y atentados con explosivos a algunas emisoras.
  3. El movimiento subversivo necesitaba armas y dinero por lo tanto fue una constante la búsqueda de armas donde las hubiese, fuesen empresas o unidades militares, coleccionistas. Ej. el robo de armas en el Centro de Instrucción de la Armada el 29 de mayo de 1970.
  4. Sabotajes realizados contra subestaciones de UTE el 26 de junio de 1970.
  5. Robos de automóviles, operativos rastrillos de la Policía llevaron a la pacata sociedad uruguaya a convivir con la violencia.
  6. El asalto a la Financiera Monty el 14 de febrero de 1969. el asalto al Casino San Rafael en Punta del Este el 18 de febrero de 1969, el robo de la bandera de los 33 orientales en el Museo Lavalleja el 16 de julio de 1969, el copamiento de la ciudad de Pando el 8 de octubre de 1969, el asalto a la sucesión Mailhos el 5 de abril de 1970, el asalto a la Embajada de Suiza por el FARO  en 12 de agosto de 1970.
  7. Se inician los secuestros con el Juez de Instrucción Pereira Manelli el 28 de julio de 1970, se secuestra al norteamericano Dan A. Mitrioni y el consul brasileño Aloysio Dìas Gomide el 31 de julio de 1970, secuestro del Dr. Claude Fly el 7 de agosto de 1970.
  8. El 1 de agosto de 1970 aparece asesinado Mitrione y se dinamita el Bowling de Carrasco el 29 de setiembre de 1970
Lista incompleta y subjetiva pero creemos que marca el clima que se vivía en el periodo.
El movimento guerrllero surge bajo el pleno desarrollo del sistema democrático y en el marco de la vigencia plena del Estado de Derecho. Utiliza la violencia contra el sistema democrático electo por el voto popular y aceptado y remarcado por el propio Ernesto Guevara en su discurso en el paraninfo de la Universidad. Cualquier grupo podía fundar un Partido Político y presentarse a las elecciones.
No podemos comprender la guerrilla tupamara sin el entorno de la crisis nacional por un lado y por otro la realidad latinoamericana en el marco de la Guerra Fría y la influencia de la Revolución Cubana. Nuestra crisis fue del sistema político en general y una sensibilidad espiritual e intelectual de pesimismo que llevó a grandes debates sobre la viabilidad del Uruguay.

Estabilidad económica, violencia y la perdida de los valores democráticos durante la Presidencia de Jorge Pacheco Areco.


A fines de 1967 y comienzos de 1968 los problemas generales del Uruguay se agravaban. El presidente Jorge Pacheco Areco mantenía silencio, estilo que marcaría su gestión. El problema mayor por su incidencia en todos los aspectos políticos económicos y sociales era la inflación. Los precios de venta la público aumentaron 135,9% y seguía en aumento a comienzos de 1968. La relación del gobierno con los funcionarios públicos, los estudiantes y los gremios se complicaba cada día un poco más. El sector empresarial manifestaba también disconformidad. Comienza una espiral de desorden en las calles y en los centros de enseñanza así como también en las oficinas públicas y además surge el primer flujo de emigración de jóvenes al exterior.
Luego de un virulento festejo del 1 de mayo con fuertes críticas al gobierno y al Imperialismo Yankee por parte de los sindicatos, el gobierno el día 2 de mayo sorprendió a los analistas con una gran reestructura ministerial en la cual sustituyó a políticos por empresarios y representantes de los grandes intereses económicos pero sin antecedentes de participación política y/o partidaria. Esto tenía antecedentes en la administración Gestido que había abierto la participación a personas vinculadas al capital y a visiones consideradas conservadoras y de derecha por la intelectualidad de la izquierda.Entre ellos César Charlone que hasta 1970 fue ministro de Economía y Finanzas, Horacio Abadie Santos, Carlos Manini Ríos y Walter Pintos Risso. En 1968 se suman al elenco Jorge Peirano Facio, Carlos Frick Davies, Eduardo Jimenz de Aréchaga, el Ing. José Serrato y pposteriormente Juan María Bordaberry y Jorge Sapelli, estos últimos conformarían la fórmula presidencial que ganaría en las elecciones de 1971.La lógica de este gabinete fue técnica buscando soluciones desde la teoría fría y sin consultas a sectores sociales, gremiales e incluso políticos partidarios. Apenas la comunicación fluía, sin mucha vehemencia, con sectores empresariales y las cámaras que los representaban. El primer objetivo era reducir la inflación y controlar la volatilidad de la moneda nacional. Existió una suerte de ambiguedad técnica en la que convivió el liberalismo aperturista de los mercados cambiarios con el congelamiento universal de precios y salarios. Para el desarrollo de esta política se crea la DINACOPRIN (Dirección Nacional Comisión de Precios e Ingresos) que incluía  representantes de empleados y asalariados pero prevalecía la opinión del Poder Ejecutivo. El congelamiento de precios y salarios se inicia el 28 de junio de 1968 por decreto y con nuevas condiciones políticas e institucionales: el 13 de junio se habían establecido las Medidas Prontas de Seguridad, instituto de excepción previsto en la constitución que comenzó a aplicarse con continuidad y permanencia que superaba el espíritu previsto en la legislación. Con la aplicación de las Medidas Prontas de Seguridad se limitaban los derechos de reunión, de asociación, libre comunicación del pensamiento e influía en la libre contratación y el trabajo. En un análisis proyectivo este mecanismo con diferentes formas va  a existir en forma intermitente hasta el 1 de marzo de 1986. El Poder Legislativo se vio avasallado y dubitativo para enfrentar esto, lo que sumado a la guerrilla urbana y a la inseguridad general, marcó el preámbulo de descaecimiento de valores republicanos y democráticos que llevaran lentamente al país a la perdida de sus punto de referencia históricos.
Según Henry Finch "La orientación económica del gobierno de Pacheco Areco fue notablemente exitosa no solo en lo que respecta a la desaceleración de un proceso inflacionario extremadamente rápido sino también en el logro de la elevación de la tasa de crecimiento que llegó a alcanzar niveles sin precedentes desde mediados de la década de 1950"(...)"Los precios aumentaron un 125% en 1968 pero en 1969 el aumento llegó a un 21% y en 1970 a un 16%. El crecimiento del PBI, es decir el valor de los bienes y servicios obtenidos en un período determinado, en términos reales fue del 5.1% en 1967, bajando al 1.4% en 1968, pero subiendo  por encima del 5% en los años subsiguientes"(...)"El éxito de debió en primer lugar a que el sector exportador respondió muy vigorosamente al alza de los precios de la devaluación. El valor de los productos se vio fortalecido por el alza de los precios mundiales en 1969 y 1970, los resultados por exportaciones fueron los más altos desde la década de 1950 y un 47% mayores que en 1967(...) en segundo lugar la orientación pachequsita significó una clara ruptura con las formas anteriores de dirección económica ante la cual el sector privado respondió con inusual confianza"
Se deba agregar la creación del Fondo Nacional de Viviendas en diciembre de 1968, un amplio plan de obras públicas y la declaración de las 200 millas de soberanía en el mar territorial. Este programa económico se fue complicando en la medida que se acercan las elecciones de diciembre de 1971, la CNT pide un aumento del 25% en los salarios y el gobierno concedió, para sombro de todos, un 27.2% de aumento. Sin embargo la acumulación de poder en torno a las Medidas Prontas de Seguridad hizo que la oposición política enmarcar su gestión en un marco de autoritarismo creciente que curiosamente el primer paso había sido la nueva constitución  que entró en vigencia en 1967. Sin embargo, la reforma constitucional pensada para prevenir la posibilidad de golpe de estado, hizo posible la independencia del Poder Ejecutivo a las presiones delo partidos políticos. pensamos, sin embargo, que la causa fundamental de la concentración de poder en el Poder Ejecutivo se debió al creciente clima de Inseguridad que vivía el país en relación a los conflictos obreros y estudiantiles y el aumento del accionar de los grupos subversivos y al interés de la sociedad en la gestión de un gobierno fuerte.

sábado, 14 de febrero de 2015

Jorge Pacheco Areco: la encrucijada de fines de 1967.


La sorpresiva muerte del presidente Oscar Gestido a la 1:30 de la madrugada del 7 de diciembre  de 1967 complicó más las situación del país que sin saberlo, todavía, estaba dando un peligroso giro en su historia. El vicepresidente del la república, Jorge Pacheco Areco, debía asumir la  presidencia tal como estaba determinado por la Constitución de la República. No era un momento fácil, existían avisos de intentonas golpistas y de quiebre institucional sumado a la crisis económica y social en que se encontraba el país. A las 5:20 Pacheco Areco asumió la presidencia prestando juramento ante el escribano de Hacienda, al no poder ubicarse al escribano de Gobierno. Raúl de Castro fue el encargado de labrar el acta que fue firmada por el ahora presidente Jorge Pacheco Areco, el secretario de la Presidencia, Dr. Héctor Giorgi y el prosecretario Dr. Carlos Pirán. A las 6:30 se convoca la primera reunión del Consejo de Ministros. Todos los ministros presentaron renuncia colectiva ante lo cual Pacheco Areco los confirma en el cargo. El gabinete estaba integrado por representantes de los sectores más importantes del Partido Colorado: UCB ( Unión Colorada y Batllista), Unidad y Reforma (Lista 15) y el Frente Colorado de Unidad (FCU). No tenían representantes los sectores de Vasconcellos y Zelmar Michelini, aunque luego serán incluidos por el presidente. Jorge Pacheco Areco, al decir del Dr Sanguinetti tenía una concepción gardeliana de la amistad y era poco conocido incluso dentro del Partido Colorado. Tenía 47 años , había estudiado en la Facultad de Derecho y su carrera periodística era en en la empresa familiar del diario El Día (primo de los Batlle-Pacheco). Fue subdirector del diario El Día en 1959 y director entre los años 1961-1965. Fue diputado por la UCB. Discrepó con la postura colegialista del El Día y apoyó a Gestido en su campaña electoral. La situación del país era compleja:
  1. Estancamiento de la producción y de la economía.
  2. Inflación descontrolada.
  3. Paros, huelgas y agitación social creciente en las calles.
  4. Divisiones muy fuertes dentro del Partido Colorado.
  5. Falta de consensos para realizar mínimos acuerdos que permitieran gobernar.
  6. La agresión permanente contra el sistema democrático y el estado de derecho por parte de  distintos grupos revolucionarios predominando el MLN-T (tupamaros).
Su idea era gobernar con todo el Partido Colorado aspecto que consiguió con una negociación franca y directa. En cadena de radio y televisión, tres días después, de asumir y luego de 10 minutos de exponer sus ideas culmina su discurso diciendo: " Todos deben integrarse a la empresa de salvación nacional para rendir, a nuestro querido presidente caído, el mejor de los homenajes, el de realizar la tarea que él se había propuesto: el Partido Colorado, todo el Partido Colorado, al cual pertenezco, y en cuyo sentido de responsabilidad y en cuya vitalidad creo, como motor esencial y sustancial apoyo para el gobierno, la oposición, que acaba de dar prueba noble de patriotismo en su conducta política; la ciudadanía entera de convicciones democráticas, que es, finalmente, la que ha de juzgar y permitir que nuestra gestión tenga éxito. Si es así, habremos devuelto la prosperidad a nuestro Uruguay y la felicidad a su pueblo" Con su rostro adusto y un tono de voz ligeramente monocorde confirmó a los ministros en su cargo y se comprometió, además, a combatir la inflación y desarrollar políticas de desarrollo económico. Sin dudas el Presidente Pacheco Areco garantizaba la continuidad de la polìtica emprendida por el General Gestido. La diferencai radicaba en la celeridad para tomar decisiones. El 12 de diciembre de 1967 disolvió el PS (Partido Socialista) la FAU (Federación Anarquista del Uruguay) el MRO (Movimiento Revolucionario Oriental), MIR (Movimiento de izquierda revolucionario) y al diario Êpoca que había realizado un acuerdo ideológico admitiendo la lucha armada para tomar el poder. El semanario socialista "El Sol" corrió la misma suerte. El accionar de la guerrilla armada fue constante durante todo el mandato de Jorge Pacheco Areco y vivió posteriormente. El giró hacia un autoritarismo estatal como respuesta a las agresiones de la guerrilla marcó el giro que separó la ruta democrática y liberal tradicional del país hacia la perdida de valores republicanos.

Para una Historia de la historia marxista - Josep Fontana