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jueves, 10 de febrero de 2011

Las 95 tesis de Martin Lutero





Martín Lutero
LAS 95 TESIS
«Comentario documentado y edificante del Génesis».
Edición Walch 1739, tomo II, página 404.
Disputación acerca de la determinación del valor de las indulgencias
Por amor a la verdad y en el afán de sacarla a luz, se discutirán en Wittenberg las siguientes
proposiciones bajo la presidencia del R. P. Martín Lutero, Maestro en Artes y en Sagrada
Escritura y Profesor Ordinario de esta última disciplina en esa localidad. Por tal razón, ruega
que los que no puedan estar presentes y debatir oralmente con nosotros, lo hagan, aunque
ausentes, por escrito. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: «Haced penitencia...», ha querido que
toda la vida de los creyentes fuera penitencia.
2. Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de
aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los
sacerdotes.
3. Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una
penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.
4. En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la
verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de
los cielos.
5. El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo aquella que él ha impuesto, sea por
su arbitrio, sea por conformidad a los cánones.
6. El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y testimoniando que ha sido
remitida por Dios, o remitiéndola con certeza en los casos que se ha reservado. Si éstos
fuesen menospreciados, la culpa subsistirá íntegramente.
7. De ningún modo Dios remite la culpa a nadie, sin que al mismo tiempo lo humille y lo
someta en todas las cosas al sacerdote, su vicario.
8. Los cánones penitenciales han sido impuestos únicamente a los vivientes y nada debe ser
impuesto a los moribundos basándose en los cánones.
9. Por ello, el Espíritu Santo nos beneficia en la persona del Papa, quien en sus decretos
siempre hace una excepción en caso de muerte y de necesidad.
10. Mal y torpemente proceden los sacerdotes que reservan a los moribundos penas canónicas
en el purgatorio.
11. Esta cizaña, cual la de transformar la pena canónica en pena para el purgatorio, parece
por cierto haber sido sembrada mientras los obispos dormían.
12. Antiguamente las penas canónicas no se imponían después sino antes de la absolución,
como prueba de la verdadera contrición.
13. Los moribundos son absueltos de todas sus culpas a causa de la muerte y ya son muertos
para las leyes canónicas, quedando de derecho exentos de ellas.
14. Una pureza o caridad imperfectas traen consigo para el moribundo, necesariamente, gran
miedo; el cual es tanto mayor cuanto menor sean aquéllas.
15. Este temor y horror son suficientes por sí solos (por no hablar de otras cosas) para
constituir la pena del purgatorio, puesto que están muy cerca del horror de la desesperación.
16. Al parecer, el infierno, el purgatorio y el cielo difieren entre sí como la desesperación, la
cuasi desesperación y la seguridad de la salvación.
17. Parece necesario para las almas del purgatorio que a medida que disminuya el horror,
aumente la caridad.
18. Y no parece probado, sea por la razón o por las Escrituras, que estas almas estén
excluidas del estado de mérito o del crecimiento en la caridad.
19. Y tampoco parece probado que las almas en el purgatorio, al menos en su totalidad,
tengan plena certeza de su bienaventuranza ni aún en el caso de que nosotros podamos estar
completamente seguros de ello.
20. Por tanto, cuando el Papa habla de remisión plenaria de todas las penas, significa
simplemente el perdón de todas ellas, sino solamente el de aquellas que él mismo impuso.
21. En consecuencia, yerran aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre
es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa.
22. De modo que el Papa no remite pena alguna a las almas del purgatorio que, según los
cánones, ellas debían haber pagado en esta vida.
23. Si a alguien se le puede conceder en todo sentido una remisión de todas las penas, es
seguro que ello solamente puede otorgarse a los más perfectos, es decir, muy pocos.
24. Por esta razón, la mayor parte de la gente es necesariamente engañada por esa
indiscriminada y jactanciosa promesa de la liberación de las penas.
25. El poder que el Papa tiene universalmente sobre el purgatorio, cualquier obispo o cura lo
posee en particular sobre su diócesis o parroquia.
26. Muy bien procede el Papa al dar la remisión a las almas del purgatorio, no en virtud del
poder de las llaves (que no posee), sino por vía de la intercesión.
27. Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que tan pronto suena la moneda
que se echa en la caja, el alma sale volando.
28. Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la caja, el lucro y la avaricia pueden ir
en aumento, más la intercesión de la Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios.
29. ¿Quién sabe, acaso, si todas las almas del purgatorio desean ser redimidas? Hay que
recordar lo que, según la leyenda, aconteció con San Severino y San Pascual.
30. Nadie está seguro de la sinceridad de su propia contrición y mucho menos de que haya
obtenido la remisión plenaria.
31. Cuán raro es el hombre verdaderamente penitente, tan raro como el que en verdad
adquiere indulgencias; es decir, que el tal es rarísimo.
32. Serán eternamente condenados junto con sus maestros, aquellos que crean estar seguros
de su salvación mediante una carta de indulgencias.
33. Hemos de cuidarnos mucho de aquellos que afirman que las indulgencias del Papa son el
inestimable reconciliado con Dios.
34. Pues aquellas gracias de perdón sólo se refieren a las penas de la satisfacción
sacramental, las cuales han sido establecidas por los hombres.
35. Predican una doctrina anticristiana aquellos que enseñan que no es necesaria la contrición
para los que rescatan almas o confessionalia.
36. Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho a la remisión plenaria de
pena y culpa, aun sin carta de indulgencias.
37. Cualquier cristiano verdadero, sea que esté vivo o muerto, tiene participación en todos lo
bienes de Cristo y de la Iglesia; esta participación le ha sido concedida por Dios, aun sin cartas
de indulgencias.
38. No obstante, la remisión y la participación otorgadas por el Papa no han de
menospreciarse en manera alguna, porque, como ya he dicho, constituyen un anuncio de la
remisión divina.
39. Es dificilísimo hasta para los teólogos más brillantes, ensalzar al mismo tiempo, ante el
pueblo. La prodigalidad de las indulgencias y la verdad de la contrición.
40. La verdadera contrición busca y ama las penas, pero la profusión de las indulgencias relaja
y hace que las penas sean odiadas; por lo menos, da ocasión para ello.
41. Las indulgencias apostólicas deben predicarse con cautela para que el pueblo no crea
equivocadamente que deban ser preferidas a las demás buenas obras de caridad.
42. Debe enseñarse a los cristianos que no es la intención del Papa, en manera alguna, que la
compra de indulgencias se compare con las obras de misericordia.
43. Hay que instruir a los cristianos que aquel que socorre al pobre o ayuda al indigente,
realiza una obra mayor que si comprase indulgencias.
44. Porque la caridad crece por la obra de caridad y el hombre llega a ser mejor; en cambio,
no lo es por las indulgencias, sino a lo mas, liberado de la pena.
45. Debe enseñarse a los cristianos que el que ve a un indigente y, sin prestarle atención, da
su dinero para comprar indulgencias, lo que obtiene en verdad no son las indulgencias
papales, sino la indignación de Dios.
46. Debe enseñarse a los cristianos que, si no son colmados de bienes superfluos, están
obligados a retener lo necesario para su casa y de ningún modo derrocharlo en indulgencias.
47. Debe enseñarse a los cristianos que la compra de indulgencias queda librada a la propia
voluntad y no constituye obligación.
48. Se debe enseñar a los cristianos que, al otorgar indulgencias, el Papa tanto más necesita
cuanto desea una oración ferviente por su persona, antes que dinero en efectivo.
49. Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias papales son útiles si en ellas no
ponen su confianza, pero muy nocivas si, a causa de ellas, pierden el temor de Dios.
50. Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los
predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas
antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas.
51. Debe enseñarse a los cristianos que el Papa estaría dispuesto, como es su deber, a dar de
su peculio a muchísimos de aquellos a los cuales los pregoneros de indulgencias sonsacaron el
dinero aun cuando para ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, si fuera menester.
52. Vana es la confianza en la salvación por medio de una carta de indulgencias, aunque el
comisario y hasta el mismo Papa pusieran su misma alma como prenda.
53. Son enemigos de Cristo y del Papa los que, para predicar indulgencias, ordenan suspender
por completo la predicación de la palabra de Dios en otras iglesias.
54. Oféndese a la palabra de Dios, cuando en un mismo sermón se dedica tanto o más tiempo
a las indulgencias que a ella.
55. Ha de ser la intención del Papa que si las indulgencias (que muy poco significan) se
celebran con una campana, una procesión y una ceremonia, el evangelio (que es lo más
importante)deba predicarse con cien campanas, cien procesiones y cien ceremonias.
56. Los tesoros de la iglesia, de donde el Papa distribuye las indulgencias, no son ni
suficientemente mencionados ni conocidos entre el pueblo de Dios.
57. Que en todo caso no son temporales resulta evidente por el hecho de que muchos de los
pregoneros no los derrochan, sino más bien los atesoran.
58. Tampoco son los méritos de Cristo y de los santos, porque éstos siempre obran, sin la
intervención del Papa, la gracia del hombre interior y la cruz, la muerte y el infierno del
hombre exterior.
59. San Lorenzo dijo que los tesoros de la iglesia eran los pobres, mas hablaba usando el
término en el sentido de su época.
60. No hablamos exageradamente si afirmamos que las llaves de la iglesia (donadas por el
mérito de Cristo) constituyen ese tesoro.
61. Esta claro, pues, que para la remisión de las penas y de los casos reservados, basta con la
sola potestad del Papa.
62. El verdadero tesoro de la iglesia es el sacrosanto evangelio de la gloria y de la gracia de
Dios.
63. Empero este tesoro es, con razón, muy odiado, puesto que hace que los primeros sean
postreros.
64. En cambio, el tesoro de las indulgencias, con razón, es sumamente grato, porque hace
que los postreros sean primeros.
65. Por ello, los tesoros del evangelio son redes con las cuales en otros tiempos se pescaban a
hombres poseedores de bienes.
66. Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales ahora se pescan las riquezas de
los hombres.
67. Respecto a las indulgencias que los predicadores pregonan con gracias máximas, se
entiende que efectivamente lo son en cuanto proporcionan ganancias.
68. No obstante, son las gracias más pequeñas en comparación con la gracia de Dios y la
piedad de la cruz.
69. Los obispos y curas están obligados a admitir con toda reverencia a los comisarios de las
indulgencias apostólicas.
70. Pero tienen el deber aún más de vigilar con todos sus ojos y escuchar con todos sus oídos,
para que esos hombres no prediquen sus propios ensueños en lugar de lo que el Papa les ha
encomendado.
71. Quién habla contra la verdad de las indulgencias apostólicas, sea anatema y maldito.
72. Mas quien se preocupa por los excesos y demasías verbales de los predicadores de
indulgencias, sea bendito.
73. Así como el Papa justamente fulmina excomunión contra los que maquinan algo, con
cualquier artimaña de venta en perjuicio de las indulgencias.
74. Tanto más trata de condenar a los que bajo el pretexto de las indulgencias, intrigan en
perjuicio de la caridad y la verdad.
75. Es un disparate pensar que las indulgencias del Papa sean tan eficaces como para que
puedan absolver, para hablar de algo imposible, a un hombre que haya violado a la madre de
Dios.
76. Decimos por el contrario, que las indulgencias papales no pueden borrar el más leve de los
pecados veniales, en concierne a la culpa.
77. Afirmar que si San Pedro fuese Papa hoy, no podría conceder mayores gracias, constituye
una blasfemia contra San Pedro y el Papa.
78. Sostenemos, por el contrario, que el actual Papa, como cualquier otro, dispone de
mayores gracias, saber: el evangelio, las virtudes espirituales, los dones de sanidad, etc.,
como se dice en 1ª de Corintios 12.
79. Es blasfemia aseverar que la cruz con las armas papales llamativamente erecta, equivale a
la cruz de Cristo.
80. Tendrán que rendir cuenta los obispos, curas y teólogos, al permitir que charlas tales se
propongan al pueblo.
81. Esta arbitraria predicación de indulgencias hace que ni siquiera, aun para personas cultas,
resulte fácil salvar el respeto que se debe al Papa, frente a las calumnias o preguntas
indudablemente sutiles de los laicos.
82. Por ejemplo: ¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio a causa de la santísima caridad y la
muy apremiante necesidad de las almas, lo cual sería la más justa de todas las razones si él
redime un número infinito de almas a causa del muy miserable dinero para la construcción de
la basílica, lo cual es un motivo completamente insignificante?
83. Del mismo modo: ¿Por qué subsisten las misas y aniversarios por los difuntos y por qué el
Papa no devuelve o permite retirar las fundaciones instituidas en beneficio de ellos, puesto
que ya no es justo orar por los redimidos?
84. Del mismo modo: ¿Qué es esta nueva piedad de Dios y del Papa, según la cual conceden
al impío y enemigo de Dios, por medio del dinero, redimir un alma pía y amiga de Dios, y por
que no la redimen más bien, a causa de la necesidad, por gratuita caridad hacia esa misma
alma pía y amada?
85. Del mismo modo: ¿Por qué los cánones penitenciales que de hecho y por el desuso desde
hace tiempo están abrogados y muertos como tales, se satisfacen no obstante hasta hoy por
la concesión de indulgencias, como si estuviesen en plena vigencia?
86. Del mismo modo: ¿Por qué el Papa, cuya fortuna es hoy más abundante que la de los más
opulentos ricos, no construye tan sólo una basílica de San Pedro de su propio dinero, en lugar
de hacerlo con el de los pobres creyentes?
87. Del mismo modo: ¿Qué es lo que remite el Papa y qué participación concede a los que por
una perfecta contrición tienen ya derecho a una remisión y participación plenarias?
88. Del mismo modo: ¿Que bien mayor podría hacerse a la iglesia si el Papa, como lo hace
ahora una vez, concediese estas remisiones y participaciones cien veces por día a cualquiera
de los creyentes?
89. Dado que el Papa, por medio de sus indulgencias, busca más la salvación de las almas que
el dinero, ¿por qué suspende las cartas e indulgencias ya anteriormente concedidas, si son
igualmente eficaces?
90. Reprimir estos sagaces argumentos de los laicos sólo por la fuerza, sin desvirtuarlos con
razones, significa exponer a la Iglesia y al Papa a la burla de sus enemigos y contribuir a la
desdicha de los cristianos.
91. Por tanto, si las indulgencias se predicasen según el espíritu y la intención del Papa, todas
esas objeciones se resolverían con facilidad o más bien no existirían.
92. Que se vayan, pues todos aquellos profetas que dicen al pueblo de Cristo: «Paz, paz»; y
no hay paz.
93. Que prosperen todos aquellos profetas que dicen al pueblo: «Cruz, cruz» y no hay cruz.
94. Es menester exhortar a los cristianos que se esfuercen por seguir a Cristo, su cabeza, a
través de penas, muertes e infierno.
95. Y a confiar en que entrarán al cielo a través de muchas tribulaciones, antes que por la
ilusoria seguridad de paz.
Wittenberg, 31 de octubre de 1517
Oración de Lutero
Señor Dios, Tú me has puesto en tarea de dirigir y pastorear la Iglesia. Tú ves cuán inepto soy
para cumplir tan grande y difícil misión, y si yo lo hubiese intentado sin contar contigo, desde
luego lo habría echado todo a perder.
Por eso clamo a Ti. Gustoso quisiera ofrecer mi boca y disponer mi corazón para este
menester.
Deseo enseñar al pueblo, pero también quiero por mi parte aprender yo mismo continuamente
y manejar Tu Palabra, habiéndola meditado con diligencia.
Como instrumento Tuyo utilízame. Amado Señor, no me abandones en modo alguno, pues
donde yo estuviera solo, fácilmente lo echaría todo a perder.
Amen.

miércoles, 9 de febrero de 2011

President Ronald Reagan: 100 Moments in Democracy Timeline

President Ronald Reagan: 100 Moments in Democracy Timeline

Remarks at International Christian Leadership dedication breakfast, 9 February 1961 - John F. Kennedy Presidential Library & Museum

Remarks at International Christian Leadership dedication breakfast, 9 February 1961 - John F. Kennedy Presidential Library & Museum

Apuntes de clase sobre la Sociedad Industrial.









La Sociedad Industrial.

Capitalismo y Sociedad Burguesa


Ideas Principales.

1)      El triunfo económico y social dela burguesía: En el siglo XIX, el sistema capitalista triunfó con la Revolución Industrial, pero aún tuvo que  luchar con los planteamientos económicos tradicionales hasta conseguir la primacía de la iniciativa privada y de la absoluta libertad de acción económica. La burguesía, dueña del poder económico e instalada ahora en el poder político, consigue altas cotas de prosperidad y de bienestar, a la vez que propicia un importante desarrollo cultural y artístico.
2)      El nacimiento del proletariado: El nuevo orden burgués dio origen a una clase social, el proletariado, sobre la que fundamentó su desarrollo y a la que no concedió de hecho ninguna oportunidad política, económica o cultural.
3)      Mayor equilibrio social: La evolución histórica fue aliviando esta fuerte contraposición gracias a la acción reivindicativa del proletariado, al aumento de la intervención del estado en los campos económico y social y al aumento de la participación política ciudadana.


Esquema de desarrollo:

El capitalismo liberal: En el siglo XIX triunfó el capitalismo liberal, basado en las teorías expuestas por Adam Smith, David Ricardo y John Stuart  Mill.

La burguesía: La burguesía enriquecida impuso nuevos ideales de vida y una nueva jerarquía social fundamentada en el éxito económico.

El proletariado: Las condiciones de trabajo provocado por el capitalismo liberal generaron una nueva clase social, el proletariado que se vio afectado por las duras condiciones de trabajo en las fábricas y las penosas formas de vida, como consecuencia de la concentración de población en los suburbios de las ciudades industriales.

El movimiento obrero: El proletariado se organizó y aunó sus fuerzas en defensa en sus derechos. Surgieron en toda Europa propuestas utópicas que buscan un nuevo orden social. El marxismo propuso soluciones prácticas de carácter revolucionario.

El capitalismo liberal.

En la terminología actual hay dos liberalismos que, no obstante, su origen común, pueden representar posiciones antagónicas. El primero es el que designa a la filosofía política de la libertad, del progreso intelectual y ruptura de las cadenas que inmovilizan al pensamiento. En este sentido liberalismo significa actitud de renovación y avance. El segundo es concretamente el liberalismo económico nacido en el Siglo XVIII, a la que dio su expresión clásica Adam Smith, como aplicación específica del liberalismo individualista al fenómeno económico.



La aplicación de los inventos mecánicos a la producción de los artículos que requiere la sociedad determina la aparición de nuevas formas de vida y de trabajo.
La tierra cede a la fábrica y al comercio el primer puesto como fuente de riqueza. La riqueza de la tierra, es sustituida por el capital comercial o industrial. La burguesía mueve la rueda de la actividad económica, se hace dueña de los nuevos instrumentos de producción y se sobrepone a la aristocracia de sangre. El hombre de negocios disputa posiciones al señor. Por otra parte, la fábrica sustituye al taller y en lugar del artesano emerge el proletariado que vende su trabajo por un salario. El artesano ya no se agrupará en gremios para defenderse de la competencia de otros artesanos. El obrero se agrupa en sindicatos para defenderse del capitalista.

Estos elementos constituyen el embrión de lo que será el mercado capitalista moderno, regido por la iniciativa, la competencia, la oferta y la demanda y también el origen de los grandes problemas políticos y sociales de nuestro tiempo.

En Inglaterra la industria textil inaugura el tránsito de la obra manual a la producción mecanizada. Los labriegos empujados por la miseria afluyen a las ciudades, tanto porque no tienen nada que hacer en el campo como en búsqueda de los salarios de las fábricas. Las fábricas no son suficientes para la cantidad de gente que afluye en busca de trabajo por lo tanto hay desocupación, hambre, problemas de habitación e higiene. En las fábricas y en las minas de carbón la situación es inhumana, hay empresarios que creen que los adultos ofrecen demasiados problemas y prefieren contratar niños desde los siete años de edad. En las minas, hay hombres que no conocen el sol: fueron concebidos y nacieron y mueren en las galerías.
La abundancia de gente que busca empleo permite a los empresarios rebajar constantemente los salarios. En 1840 el salario medio llegaba a 8 chelines semanales y  sus gastos semanales a 14. La diferencia debía ser compensada mediante la mendicidad, el robo y la prostitución. Como lógica consecuencia se empieza a amasar grandes fortunas por parte de los empresarios. Pronto, la necesidad de encontrar nuevas fuentes de materias primas y nuevos mercados dará pie a la búsqueda y conquistas de colonias y a las guerras de expansión económica; al colonialismo y al imperialismo.
La escuela económica mercantilista, la primera que aparece en la historia, cree descubrir que el secreto de la riqueza y el poderío de las naciones reside en la acumulación de los metales preciosos. Conforme crecen los problemas, surgen nuevas teoría para solucionarlos. Los fisiócratas sostienen que la riqueza de una nación, fundad en la tierra, depende de la producción y circulación de bienes mas que de la acumulación de oro y plata. Como el fenómeno económico es un fenómeno natural para los fisiócratas, lo lógico es dejar que actúen las leyes naturales sin la intervención del Estado en la concepción mercantilista.  El concepto de dejar hacer, dejar pasar implica:

Dejar hacer: cancelar las limitaciones del intervensionismo y abrir el campo a la iniciativa individual.
Dejar pasar: abrir las puertas de las naciones, suprimir las barreras aduaneras de modo que se estimule y active la circulación de la riqueza.

Esto da pie al liberalismo económico fundado en la libre iniciativa individual movida por el afán de lucro; en la libre competencia, reguladora de la producción y de los precios y el libre juego del mercado.


Adam Smith


La riqueza de las naciones, ha sufrido el destino reservado a la mayoría de los clásicos: es una obra más comentada que leída. Aunque Smith se opuso claramente al “sistema mercantil” y al aparato de privilegios y protección estatal en que se apoyaba hay párrafos en su obra que merecen ser analizados:

   La gente de un mismo gremio rara vez se reúne, aunque solo sea para su entretenimiento y diversión, sin que la conversación termine en una conspiración contra el público o en algún tipo de arbitrio para elevar los precios.

   El interés de los negociantes...de cualquier ramo del comercio o de la industria es siempre diferente en algunos Aspectos Del interés público, e incluso opuesto a él...Cualquier nueva ley o regulación del comercio propuesta por ese estamento debería escucharse con gran precaución y no adoptarse nunca sin antes examinarla larga y cuidadosamente...Hay que tener en cuenta que proviene de un estamento cuyo interés no coicide nunca exactamente con el del público..

Al mismo tiempo Smith consideraba a los manufactureros como portadores del progreso e instaba a que se les permitiese un mayor margen de maniobra. Publica en 1776 La riqueza de las naciones, estas son sus ideas principales:

1-      El trabajo es el origen de la riqueza.
2-      El trajo se realiza en función del “interés particular”, por lo que el  enriquecimiento de los particulares es el único camino para conseguir la riqueza.
3-      Debe existir una armonía social fundada sobre la igualdad entre el interés particular y el interés general.
4-      Para desarrollar la riqueza, la iniciativa particular no ha de ser coartada por actuaciones exteriores; de donde se sigue que el estado no debe ser intervensionista, que debe regirse por el libre juego de la oferta y la demanda tanto en la producción y la venta como en la contratación laboral.
5-      Para ejercer esta libertad de la iniciativa particular, no hay inconvenientes en reclamar la intervención del estado: en lo interno, para garantizar un orden concreto-el orden burgués; en el exterior, para defenderse de la competencia comercial incluso con medidas proteccionistas.

Por lo tanto, el sistema capitalista preconizado por Adam Smith consagraba la defensa total de la iniciativa privada y del enriquecimiento sin límites, que se convertirían en los pilares básicos de la sociedad burguesa.

Fragmentos de la Riqueza de las Naciones.

Los tres deberes del Estado Liberal



“todo hombre, con tal que no viole las leyes de la justicia, debe quedar perfectamente libre para abrazar el medio que mejor le parezca  para buscar su modo de vivir, y sus intereses; y que puedan  salir sus producciones a competir con las de cualquier otro individuo.

Según el sistema de la libertad negociante, al soberano solo le quedan tres obligaciones principales: proteger a la sociedad de la violencia e invasión de otras sociedades, poner a la sociedad a cubierto de la injusticia y opresión de un miembro de la república a otro, o sea la obligación de establecer correcta justicia y mantener y erigir ciertas obras y establecimientos públicos, que nunca puedan alcanzar los intereses de los particulares”



La división del trabajo y el aumento de la producción



“ Un obrero que no haya sido adiestrado y que no este acostumbrado a manejar la maquinaria que se utiliza, por más que trabaje, apenas podría hacer un alfiler al día, y desde luego no podría confeccionar más de veinte. Pero dada la manera como se practica hoy la fabricación de alfileres, no solo la fabricación misma constituye un oficio aparte, sino que esta dividida en varios ramos, la mayor parte de los cuales constituyen en si un oficio aparte, sino que está dividida en varios ramos, la mayor parte de los cuales también constituyen otros tantos oficios distintos. Un obrero estira el alambre, otro lo endereza, un tercero lo va cortando en trozos iguales, un cuarto hace la punta, un quinto está ocupado en limar el extremo donde se a colocar la cabeza: a su vez la confección de la cabeza requiere dos o tres operaciones distintas: fijarla es un trabajo especial, esmaltar los alfileres otro, y todavía es un oficio distinto colocarlos en el papel. En fin el importante trabajo de hacer un alfiler queda dividido de esta manera en unas ocho operaciones distintas”


David Ricardo


En sus Principios de economía política y de tributación, reforzó las ideas de libertad y de no intervención en la actividad económica y trató del papel del proletariado en su ley de bronce de los salarios.

Según esta ley, los salarios de los trabajadores habrían de limitarse a garantizar su subsistencia, pues su aumento nunca llegaría a tener efectos reales sobre el nivel de vida. Ricardo defendió este principio con u n argumento derivado del liberalismo económico: la elevación de los salarios hace aumentar la demanda, lo que provoca el encarecimiento de los productos, con lo cual el poder adquisitivo del proletariado no se incrementa.

John Stuart Mill


Realiza nuevos planteos del Capitalismo. Mill pretendió en sus escritos, entre los que se destacan sus Principios de economía política, contribuir a la solución del  “problema social”, al moderar las pretensiones de libertad y conceder al Estado un cierto papel intervensionista. La creciente desigualdad social y las crisis del capitalismo justifican sus teorías.


Capital


Término genérico que designa un conjunto de bienes y una cantidad de dinero de los que se puede obtener, en el futuro, una serie de ingresos. Para los economistas del Siglo XIX, el término capital se refería únicamente a la parte de la riqueza que había sido anteriormente producida. La riqueza no producida, como la tierra o los yacimientos naturales, no se incluían en la definición. Los economistas franceses del Siglo XVIII, a los que denominamos fisiócratas, fueron los primeros que expusieron un sistema económico: Su trabajo fue desarrollado luego por Smith, de donde surge la teoría clásica del capital tras su posterior perfeccionamiento por Ricardo. Para los clásicos el capital es: el conjunto de valores creados mediante el trabajo. Una parte de este capital viene dado por los bienes de consumo utilizados por los trabajadores que producen bienes para el consumo futuro.




Instrumentos del Capitalismo


Empresa familiar- La fábrica pertenece a una familia que corre con las ganancias y con las pérdidas.

Sociedad anónima- El Capital de una empresa se reúne por la aportación de muchas personas que entran a participar en los beneficios o en las pérdidas.

Acciones- Participaciones en la sociedad anónima, por las que el “socio” recibe unos beneficios proporcionales al dinero invertido.

Bolsa- Institución destinada a la compra y venta de acciones. Cuando aumenta el número de vendedores el precio de cada una baja y viceversa.

Banco- Fueron creados para guardar el ahorro de los particulares y para prestar dinero mediante el cobro de un interés.


La Sociedad Capitalista: La Burguesía.

El Triunfo de la burguesía.

Las revoluciones de finales del siglo XVIII supusieron el triunfo político, económico y social de la burguesía. Pero, aunque pusieron fin a la sociedad aristocrática, no acabaron con su esquema de organización social, ya que los “burgueses conquistadores” también establecieron una jerarquía social basada en el éxito económico. El nuevo orden burgués no se basaba en los privilegios del nacimiento sino en la posesión de la riqueza.
La burguesía industrial y comercial y, más tarde, la financiera protagonizaron el desarrollo del capitalismo, primero desde las prósperas empresas familiares y luego desde las sociedades anónimas y la banca. La gran prosperidad de la segunda mitad del Siglo XIX fue la época dorada de la burguesía.

La Mentalidad burguesa


La burguesía tomó verdadera conciencia de clase y generó sus propias formas de visda y de pensamiento. El burgués se sentía orgulloso de serlo. Surgieron grandes propietarios que partieron de un origen modesto. Los profesionales  liberales consiguieron el reconocimiento y el prestigio social .La pobreza era el más claro signo de ineptitud. Sin embargo los pobres debían merecer la atención del burgués. Se hacía un gran favor al darles trabajo y al pagárselo con un salario que les permitiera solo sobrevivir, pues de no estar necesitados no trabajarían.
La familia burguesa se organizó sobre la autoridad paterna y la obediencia estricta de sus miembros.

El proletariado

El sistema capitalista modificó las condiciones laborales anteriores y generó un nuevo tipo de trabajadores: el proletariado.






El taller artesano se arruinó debido a la competencia irresistible de la fábrica; la agricultura dejó libre abundante mano de obra campesina. Artesanos y campesinos, desarraigados de su medio de vida tradicional, pasaron la masa de los trabajadores de la industria.

La Fábrica.

Las instalaciones fabriles se concentraron en los lugares geográficamente más favorables, cerca de las materias primas o de los centros de consumo o de exportación. En Inglaterra, las grandes aglomeraciones industriales surgieron en las zonas carboníferas como Lancashire y York a las que tuvo que concurrir el obrero. Estas condiciones de base, más la inhibición del Estado en lo referente a las relaciones laborales, contratación, salarios, colocaron al proletariado en una clara situación de inferioridad en el mundo del trabajo:

1-      Los horarios eran excesivamente largos: más de doce horas diarias.
2-      La disciplina laboral era muy dura: se castigaba con multa al que no tuviera la máquina bien limpia, al que abandonara el trabajo por cualquier necesidad o al que hablara o silbara mientras trabajaba.
3-      La inseguridad en el trabajo era total: el obrero debía poner un sustituto si caía enfermo, no cobraba los días perdidos y podía ser despedido sin ningún derecho.
4-      El trabajo infantil constituyó el capitulo más degradante. Aunque fueron limitando la edad, el horario y el tipo de trabajo, no faltaron los abusos.

El suburbio.

La vida del proletariado no era considerablemente mejor fuera de la fábrica. Las descripciones de ciudades como Manchester o Lille demuestran que los barrios obreros reunían todas las lacras de la miseria material y espiritual. Las viviendas carecían de habitabilidad y en las ciudades escaseaban los servicios de limpieza y sanidad.
Embrutecidos por el trabajo desde la infancia, subalimentados, desarraigados, marginados por la sociedad, presa de todas las miserias, los trabajadores soportaron y padecieron los costos de la revolución económica.

La lucha por una sociedad justa.

Los planteamientos, casi idílicos(vuelta al estado natural), que propagaron los pensadores ilustrados chocaron con la dura realidad económica y social generada por la sociedad industrial. Por otra parte, la armonía social que predijeron los teóricos del capitalismo se convirtió, en la práctica, en una explotación del proletariado y en una difícil situación del propio capitalismo afectado por crisis periódicas.

En la primera mitad del siglo XIX surgieron teóricos que ofrecían alternativas al “problema social”, basadas en la solidaridad y en la justicia distributivas. Son los llamados socialistas utópicos.







1-      Saint-Simon (1760-1825) Socialista francés nacido en Paris. A los 16 años viajó a EE.UU. para combatir en la guerra de la Independencia estadounidense. Cuando regresó a Francia, ofreció su apoyo a la Revolución. Es considerado uno de los fundadores del socialismo moderno. Sus escritos contiene razonamientos a favor de la organización social, encabezada por hombres sabios y basada en la industria, que beneficie por igual a todos los componentes de la sociedad. Consideró que los trabajadores debían unirse a los empresarios emprendedores para acabar con la miseria mediante el desarrollo económico.
2-      Fourier(1772-1837) Filósofo y socialista francés. Hacia 1799, Fourier comenzó estudios de ciencias políticas y economía. Su primera obra amplia.Theorie des quatre mouvements et des destinées génerales.1808.Exponía su sistema social y sus planes para una organización cooperativista de la comunidad. El sistema conocido como fourierismo, se basa en un principio universal de la armonía, desplegada en cuatro áreas: el universo material, la vida orgánica, la vida animal y la sociedad a humana. Esta armonía sólo puede prosperar cuando las limitaciones que la conducta social convencional pone a la satisfacción plena del deseo, hayan sido abolida, permitiendo una vida libre y completa. El estado armonioso ideal se alcanzaría por la división de la sociedad en falanges cooperativas, o comunidades, cada una compuesta por 1600 personas que vivirían en el falansterio, un enorme edificio comunal situado en el centro de una gran área agrícola. Se establecieron normas detalladas para regular la vida de cada individuo de la falange. La asignación del trabajo se basaba en el talento. La propiedad privada no se aboliría, pero al mezclar al rico y al pobre, las diferencias visibles entre ellos desaparecerían. La riqueza comunal de la falange proveería con generosidad la subsistencia de sus miembros.
3-      Owen(1771-1858)Socialista utópico británico, considerado padre del movimiento cooperativo. Empresario que hizo experiencias sociales en sus propias fábricas, defendía que los trabajadores tenían que asociarse para poder hacerse ellos mismos con los medios de producción . Consiguió fama internacional gracias al experimento consistente en mejorar las condiciones de los trabajadores y conseguir un aumento de productividad y beneficios simultáneamente. Creía firmemente que la humanidad avanzaría si se mejoraban el entorno de los individuos tanto en el ámbito moral como económico; Owen señalaba que las circunstancias externas eran las que moldeaban la personalidad del individuo, de manera que si estas eran positivas promoverían una actitud bondadosa que repercutían favorablemente en la productividad. El ambiente creado en New Lamark fue  un reflejo de esta filosofía. Alentado por este primer éxito, inició un nuevo experimento en 1825 que no prosperó.
4-      Proudhon(1809-1865)El primero de los grandes teóricos anarquistas, era contrario a la existencia del Estado y a la propiedad capitalista, y propuso su sustitución por una nueva sociedad basada en el mutualismo y en la libre federación de comunas. Sus teorías radicales le hicieron popular como pensador anarquista y se le concedió un escaño en la Asamblea Constituyente de 1848. Su propuesta de fijar un impuesto sobre la renta contra la propiedad no fue aprobada en la Asamblea. Fundó un banco crediticio que concedía prestamos sin cobrar intereses. Proudhon se oponía a las tesis de Fourier y Sain-Simón, argumentando que la sociedad no puede ser transformada de acuerdo a un plan preconcebido.
5-      Imaginaba una sociedad donde la naturaleza ética y el sentido moral de la responsabilidad estarían tan desarrollados en el pueblo que, para protegerla y regularla, no sería necesaria la existencia de un gobierno. Rechazaba el uso de la fuerza para imponer  un sistema al pueblo. En la sociedad ideal, lo que el llamaba “orden de la anarquía”, el pueblo actuaría de forma ética y responsable y por su propia voluntad.


El marxismo


En 1848, Marx y Engels publicaron el Manifiesto Comunista. La cuestión social tomó entonces, un giro distinto y se abandonaron los planteamientos utópicos anteriores. Para entonces, el movimiento cartista británico había dado ejemplo con su lucha por el sufragio universal y el francés Blanc creyó que el estado podía crear “talleres nacionales” y controlar el trabajo y la riqueza.
Pero fue Marx quien dio la interpretación más científica del capitalismo y propuso la táctica a seguir: organización del proletariado, conquista revolucionaria del Estado(dictadura del proletariado) y establecimiento posterior de la sociedad comunista.

Los Movimientos Obreros


Con el grito de “Proletarios de todos los países, uníos” terminaba Marx el manifiesto comunista, haciendo un llamamiento a la conciencia de clase de los trabajadores y su organización. En cada país se fueron organizando sindicatos y, en 1864, se creó la Asociación Internacional de Trabajadores(primera Internacional), a la que se incorporaron casi todos los sindicatos europeos. En 1889 se formó la Segunda Internacional, de la que quedaron excluidos los anarquistas en 1896.

Este trabajo es responsabilidad del Prof. Miguel J. Lagrotta y fue entregado a los alumnos del Liceo Bauzá, nocturno, 2001.

Nota: Socialismo Científico, Anarquismo y otros movimientos en siguiente repartido.

Bibliografía:
Introducción a la Doctrinas Político-Económicas- Montenegro.
Historia del Pensamiento Económico- Barber.
La Era de La Revolución 1789-1848- Hosbawn
Fichas de Historia de las Ideas- Instituto de Historia de las Ideas. Facultad de Derecho
Civilizaciones de Occidente-Mc. Nall
Historia Contemporánea- Fernández
Historia de las Civilizaciones y el Arte- Osés.















Socialismo Científico.

Fue obra de Karl Marx(1818-1883). Filósofo e Historiador alemán. En la Universidad de Berlín fue influenciado por un grupo de intelectuales hegelianos. No todas las doctrinas de Marx son originales, tiene influencias de Hegel, de Blanc y de Ricardo y su obra mayor fue darle un significado como explicación de las teorías de economía política y tiene como características principales:
1-      Interpretación económica de la Historia- Todos los grandes movimientos político sociales han sido definidos por el ambiente económico del que nacieron.
2-      Materialismo dialéctico- Cada sistema económico, fundado en una norma precisa de producción e intercambio, llega a lograr la eficiencia máxima, hasta que surgen en su seno contradicciones que motivan su decadencia. En el ínterin se van sentando las bases de un sistema opuesto que a la larga va a reemplazar al anterior, absorbiendo sus elementos más importantes. Este proceso dinámico de evolución histórica continuará mediante una serie de victorias de lo nuevo sobre lo viejo hasta llegar a la sociedad comunista. Luego los cambios se desarrollarán dentro del comunismo instaurado.
3-      Lucha de clases- La Historia consiste en una lucha de clases. En la antigüedad fue entre amos y esclavos; en la Edad Media entre los señores y los siervos; en la actualidad( Siglo XIX) se ha reducido al enfrentamiento entre proletarios y capitalistas. Los primeros logran sus éxitos mediante la posesión de los medios de producción y la explotación del trabajo ajeno. Los proletarios dependen de un salario para ganarse la vida, venden su trabajo para poder vivir.
4-      La plusvalía- El trabajador crea toda la riqueza. El Capital no crea nada, aunque es creado por el trabajo. El valor de todas las mercaderías es fijado por la cantidad de fuerza de trabajo necesaria para producirlas. El trabajador no recibe todo el valor que crea su trabajo, sino un sueldo que le es suficiente para poder subsistir y reproducirse. La diferencia entre el valor creado y el recibido por el obrero se llama plusvalía, que pasa al capitalista. La plusvalía se compone del interés, la renta o los beneficios.
5-      Evolución del socialismo- Cuando el obrero triunfe sobre el capitalismo comenzará el socialismo con la siguientes características: la dictadura del proletariado, el pago en relación con el trabajo realizado y la posesión y empleo por el estado de todos los medios de producción. Al socialismo lo sucederá el comunismo, la meta de la evolución histórica. El comunismo es una sociedad sin clases, el estado desaparecerá. El sistema de salarios será abolido. Cada ciudadano deberá trabajar en relación con sus facultades y tendrá derecho a recibir del fondo total de la riqueza una cantidad en proporción a sus necesidades

 El conocimiento de las historias realmente vividas por las sociedades humanas es la Historia Conocimiento que, como tal, podrá constituirse definitivamente en la Historia Ciencia.Nosotros no conocemos más que una ciencia, la ciencia de la Historia” escribía Marx en el manuscrito de la Ideología Alemana de 1845-46. Para el marxismo la definición de Historia en el diccionario “Dictionnaire critique du marxisme”:
Historia: Tanto en la génesis del marxismo como en la problemática marxista, la historia ocupa un lugar preferencial, casi el centro mismo...Es la ciencia del hombre por excelencia, en la medida por la cual no hay naturaleza humana sino un conjunto de relaciones sociales(6ª. Tesis sobre Feurbach) y que todo el movimiento de la Historia es






el proceso de autocreación del hombre. A Partir de allí, la historia puede ser considerada
como el estudio de la práctica social por medio de la cual en individuo humano se expande progresivamente, recibiendo el efecto de sus propias obras. Los marxistas no querrían, por lo tanto, considerar a la historia como una recopilación de lecciones cuya asimilación permitiría conducir infaliblemente una acción del presente. La Historia no es una guía de práctica política. Esta concepción seguiría suponiendo la idea de una naturaleza  humana fundamental que provocaría, en circunstancias semejantes y periódicamente, la aparición de las mismas reacciones... cada situación histórica es única, original.

Según las ideas de Marx, los cambios en las condiciones sociales y materiales modifican la consciencia de las personas. Esa idea también es aplicable al marxismo y a su desarrollo histórico. El marxismo comenzó siendo una teoría dela lucha de clases basada en las relaciones sociales específicas de la producción capitalista. Pero su análisis de las contradicciones sociales inherentes a la producción capitalista se refiere a la tendencia general del desarrollo capitalista, mientras que la lucha de clases es un asunto de la vida cotidiana y se ajusta por sí misma a las condiciones sociales. Estos ajustes también tiene su reflejo en la ideología marxista. La historia del capitalismo es también la historia del marxismo.

El movimiento obrero fue anterior a la teoría de Marx y constituyó la base real para el desarrollo de esta. El marxismo llegó a ser la teoría dominante del movimiento socialista porque era capaz de revelar convincentemente la estructura explotadora de la sociedad capitalista y a la vez desvelar las limitaciones históricas de la producción. El secreto del vasto desarrollo capitalista la explotación cada vez mayor de la fuerza de trabajo era también el secreto de las dificultades diversas que apuntaban a su destrucción. Mediante métodos de análisis científicos, Marx fue capaz, en El Capital, de ofrecer una teoría que sintetizaba la lucha de clases y las contradicciones generales de la producción capitalista.

La crítica de Marx a la economía política tenía que ser por fuerza tan abstracta como la economía política misma. Solamente podía referirse a la tendencia general del desarrollo capitalista, no a sus múltiples manifestaciones concretas en un momento dado. Como la acumulación del capital es a la vez la causa del desarrollo del sistema y la razón para su declive, la producción capitalista procede como un proceso cíclico de expansión y contracción. Ambas situaciones implican condiciones sociales diferentes y, reacciones sociales diferentes del trabajo y del capital. Ciertamente, la tendencia general del desarrollo capitalista supone dificultades cada vez mayores para escapar de un período de contracción mediante una expansión ulterior del capital, e implica así una tendencia al colapso del sistema. Pero no se puede decir en que momento concreto de su desarrollo el capital se desintegrará por la imposibilidad objetiva de continuar su proceso de acumulación.

La producción capitalista, que implica la ausencia de cualquier tipo de regulación social consciente de la producción, encuentra una regulación ciega en el mecanismo de oferta y demanda del mercado. Este último se adapta a su vez a las necesidades






expansivas del capital determinadas por el grado variable en que es explotable la fuerza de trabajo y por la alteración de la estructura del capital debida a su acumulación. En principio cualquier crisis prolongada y profunda puede abrir paso a una situación que podría intensificar la lucha de clases hasta el derrocamiento del capitalismo, en el supuesto caso que estuviese implícito la disposición de cambiar las relaciones sociales de producción las relaciones sociales de producción. En los inicios del movimiento marxista, esta posibilidad era real. A la vista de un movimiento socialista cada vez más numeroso y una extensión de la lucha de clases en el sistema capitalista. Se pensaba que el desarrollo de este sería paralelo al desarrollo de la consciencia de clase proletaria, al ascenso de las organizaciones de la clase obrera y al reconocimiento de que había una alternativa a la sociedad capitalista.

La teoría y la práctica de la lucha de clases se veía como un fenómeno unitario, debido a la expansión intrínseca y a la autorrestricción paralela del desarrollo capitalista. Se pensaba que la explotación cada vez mayor de los trabajadores y la progresiva polarización de la sociedad en una pequeña minoría de explotadores y una gran mayoría de explotados elevaría la consciencia de clase de los trabajadores y también su inclinación revolucionaria a destruir todo el sistema capitalista. Claro está que las condiciones sociales de entonces tampoco  permitían prever otra evolución, ya que el progreso del capitalismo industrial iba acompañado de una miseria creciente de las clases trabajadoras y una agudización visible de la lucha de clases. De todas formas, esta era la única perspectiva en aquellas condiciones.

Aun interrumpido por períodos de crisis y depresión, el capitalismo ha podido mantenerse hasta hoy basándose en una expansión continua del capital y en su extensión geográfica mediante el incremento de la productividad del trabajo. El capitalismo demostró que no solo era posible recuperar la rentabilidad temporalmente perdida, sino incrementarla suficientemente para continuar el proceso de acumulación y mejorar simultáneamente las condiciones de vida de la gran mayoría de la población trabajadora.
El éxito de la expansión del capital y la mejora de las condiciones de los trabajadores llevaron a que se cuestionara cada vez más la validez dela teoría abstracta del desarrollo capitalista elaborada por Marx. De hecho la realidad empírica contradice las predicciones de Marx respecto al futuro del Capitalismo.

El Manifiesto Comunista.

El manifiesto comunista fue escrito en una Europa que se encontraba en vísperas de los levantamientos revolucionarios de 1848, y que seguía viviendo a la sobra de los levantamientos revolucionarios de 1788-1815. Entre 1844 y 1847, en Berlín, Bruselas, Paris y Manchester, Marx y Engels se encontraron con las ideas de los distintos grupos de socialistas y comunistas, estudiando a la vez las organizaciones de la clase trabajadora que crecía rápidamente. Hasta entonces, ambos, el socialismo y la clase trabajadora, estaban separados e incluso eran hostiles entre sí. El logra del manifiesto fue fundar las bases sobre las que se pudieran unir. Para el manifiesto el comunismo no se basaba en ideas ni principios que fueran  inventados o descubiertos por este o por aquél reformador universal, debía considerárselo la culminación y el sentido de la lucha







de la clase trabajadora, lucha que por sí misma suministraba la clave para comprender las relaciones económicas existentes. Para el manifiesto la concepción del comunismo debía ser el resultado del desarrollo del movimiento de la clase trabajadora en sí, por lo que surgiría dentro del orden social existente.

El Manifiesto y la lucha de clases


Lo primero que cabe destacar de este documento es que comienza y termina con declaraciones de apertura: “ Ya es hora de que los comunistas expongan a la faz del mundo entero...sus fines...” y “ Los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y sus propósitos”
 Marx se oponía a la idea  de que cierto grupo secreto produjese el cambio social trabajando a espaldas de la sociedad. El comienzo del primer capítulo, “Burgueses y Proletarios” es muy famosos: “ La Historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases”.
Marx no nos presenta una imagen estática de las relaciones sociales burguesas, como podría intentar un sociólogo. Por el contrario, presenta una descripción sucinta del nacimiento, desarrollo y ocaso de un orden social opresivo y explotador

Conclusiones sobre Marx.

El marxismo es primordialmente un método de análisis económico-político concretamente enfocado por Marx sobre el capitalismo. El comunismo es: a) una tendencia de muy remoto origen histórico hacia la comunización de la propiedad privada.  B) el comunismo leninista,  programa de acción política basado en la crítica del capitalismo hecho por Marx. De lo cual se desprende que mientras que el adepto del comunismo leninista-stalinista o trotzkista- es siempre un marxista. En cambio es posible aceptar uno o varios postulados del marxismo sin ser inevitablemente comunista, del tipo trotzkista, soviético o chino.