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sábado, 4 de mayo de 2013

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Fragmento de la película "Indochina" - YouTube

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Batllismo y Frentismo - Diario EL PAIS - Montevideo - Uruguay

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Las grandes revoluciones - YouTube

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El Historiador :: Infografías - 25 de mayo de 1810 - El camino a la independencia

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La Masacre de My Lai (Vietnam,16 de marzo de 1968) 2/4 - YouTube

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VIETNAM, las Ciudades Bajo TIERRA del VIETCONG!! 1/3 - YouTube

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Especial: La Peste Negra en Europa - YouTube

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domingo, 28 de abril de 2013

Las Instrucciones de 1813. Por Carlos Maggi.


"En materia de textos, el orden de las palabras altera el producto. Las instrucciones el año XIII, fueron redactadas en siete días, del 6 de abril al 13 de abril; y esa redacción apresurada supuso que que algunos detalles quedaran sin revisión.
El texto tiene un final singular. La última, la instrucción, la N° 20, termina diciendo: “Para todo lo cual, etc.” Es evidente que se quiso poner “Para constancia de todo lo cual.
El Congreso no volvió a reunirse para aprobar las instrucciones; y Artigas dio fé, sin más explicaciones.
Las instrucciones figuran sin orden pero una ordenación racional facilita su comprensión: Nombre de la provincia. //Art.8 - Extensión geográfica de la provincia. //Art 9 - Independencia de España //Art 1 - Confederación de las provincias. - //Art 2 - Liga de amistad entre las provincias. //Art 10 - Constitución de la provincia Oriental. //Art 16 - Cláusula de reserva. //Art 11 - Segunda etapa: Habrá un Gobierno Supremo de la Nación. //Art 7 - La Unión de las provincias será una República. //Art 20. – Su Capital estará fuera de Buenos Aires //Art 19 – Habrá igualdad, libertad y seguridad.//Art 4 - Los Tres Poderes //Art 5. – Serán Poderes independientes. //Art 6 - Libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable. //Art 3 - Regimientos provinciales y armas. //Art 17 - Negación del despotismo militar. //Art 18 - Impuestos y puertos libres. //Art 14 - Puerto libre de Maldonado. //Art 12 - Puerto libre , de Colonia. //Art 13 – Bienes de extranjeros intestados, etc. // Art 15.
Ordenado el texto (un cambio puramente formal) se aprecia la coherencia del “Sistema”.
Artigas no tiene dudas sobre qué quiere para su provincia y para las provincias unidas del Río de la Plata ; y se sabe ganador. Al servicio del espíritu de la revolución de mayo, había logrado dos triunfos y estaba invicto. Ganó en Las Piedras contra los españoles sin esperar al ejército auxiliar venido de Buenos Aires; y cuando el general Manuel de Sarratea lo incomodó demasiado, supo (sin alterar el sitio de Montevideo) quitarle los caballos a los porteños y manejar a Rondeau; todo sin derramar sangre. Los dos coroneles (él y Rondeau) degradaron al general; y Buenos Aires aprobó lo actuado.(¡)
Para volver a la capital, Sarratea tuvo que pedirle el tiro de su carruaje a Artigas. Entre los dos ejércitos porteños…¡ no tenían los caballos necesarios!
Si se necesita prueba respecto a la claridad con la cual Artigas juzgaba la situación y su futuro inmediato, basta leer la instrucción 19: Será “preciso e indispensable que el Gobierno Supremo de la Unión de las Provincias Unidas, se instale fuera de Buenos Aires”. Buenos Aires pensaba mal, de Artigas y su gente: “¿Quién pudo sospechar que un desconocido se propondría abatir el lustre de nuestros hogares?”- Manuel Moreno. “... Sería indigno de nosotros recibir la ley de un hombre desconocido.” - Carlos María de Alvear. ¿Qué nueva especie de pueblos son estos que jamás aparecen en traje correspondiente a su decoro?” - Gervasio Antonio Posadas.
Como respuesta al rechazo de sus delegados, Artigas abandonó el sitio de Montevideo, se instaló en el norte (el centro de sus recursos) y desde allí, organizó el levantamiento federal. Y en poco tiempo (dos años) derrotó por segunda vez al gobierno de todas las demás provincias juntas, sin contar para hacerlo, con Montevideo (10 de enero de 1815, batalla de Guayabos).
Artigas disponía de armas únicas, para vencer a la gran capital. El sistema federal unía a todas las provincias contra el centralismo porteño. Los líderes en Buenos Aires suponían que el poder del virrey había pasado de la aristocracia española a la aristocracia porteña; y ese sentimiento resultó tan profundo que dura todavía.
Los analfabetos comprendían la igualdad entre los seres humanos sin necesidad de ir a la escuela; la anarquía reinante era la incubadora del nuevo estilo republicano. Una conjura espontánea a favor de Artigas, corrió por el litoral y de ese modo, Artigas se impuso sin estar presente. El alma igualitaria de la confederación, era el motor. Los entrerrianos le decían “fomes” a esa confraternidad que iba de boca en boca y hacía crecer la resistencia al centralismo.
“Fomes” es un arcaísmo, que sobrevive en el Diccionario de la Real Academia Española: “Causa que excita y promueve una cosa.” La causa que agitaba Artigas era la igualdad entre las personas y la igualdad entre las provincias. Hubo pues, en el movimiento revolucionario el empuje de una esperanza liberal y libertaria. Asombrosamente, las luces del siglo XVIII los iluminaba, sin que ellos lo supieran.
Combates sucesivos, apoyados por los orientales, marcaron una superioridad manifiesta; predominaron. El “Sistema” (cláusula 20 de las “Instrucciones”) ofrecía a las provincias una forma de gobierno republicana y la instruccion 4 afirmaba que el fin del gobierno debía ser: conservar la igualdad, libertad y seguridad de los ciudadanos.
Las soluciones políticas encapsuladas en EEUU (libro de Paine) proclamaban la confederación, una palabra nueva; significaba que cada Provincia participaba en una liga de amistad (instrucción 10) donde cada provincia se obligaba a defender a las demás, si eran amenazadas o víctimas de violencia, por parte de otra provincia (prevención justificada ante Buenos Aires). La liga federal fue la culminación de esa norma de recíproca ayuda. Artigas brindó la acción o la amenaza del triunfante ejército oriental, cada vez que fue necesario. Y eran los orientales más la “caballería charrúa”, al decir de Artigas.
La Liga de amistad lo retribuyó llamándolo, el Protector de los pueblos libres. Hubo un segundo factor conmovedor, contenido en las instrucciones. Dice Juan Grompone que la instrucción 3 es la frase más importante que se escribió en nuestra historia; y es verdad: “promover la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable”es un mandato que vale para todos los tiempos, pasados y futuros, de nuestro país.
La provincia fijó sus límites comprendiendo los siete pueblos de las Misiones; vio a los indios bravos participar en la Redota; en sitio de Montevideo; y en la logística decisiva, para la batalla de Guayabos. La extensión de la tolerancia religiosa debía pues, abarcar a todos los que pelearon por la libertad, incluidos, por derecho propio, los indígenas, que eran fetichistas. Las instrucciones son del año 13 y no hacen distinciones expresas, pero tres años después, se dio a conocer oficialmente, el escudo de la Provincia Oriental; y ese escudo comprensivo tiene a su izquierda, las armas de fuego; y a su derecha, el arco y un carcaj con las flechas de los indios; a su izquierda, una rama de laurel y a su derecha, una rama de pitanga. La gran balanza de la igualdad figura entre esos símbolos laterales; y coronando el escudo, por encima del sol naciente, luce una diadema de plumas, a la manera charrúa. Este escudo de la Provincia Oriental, figura en el cuadernillo publicado en mayo de 1816, cuando se inauguró la Biblioteca Pública. En esa ocasión se conmemoró en el Montevideo artiguista, la Junta de Mayo (10/5/810) y se estrenó en la Plaza Matriz, una obra de teatro titulada “El Siripo, cacique de los timbúes en el Paraná”.
A los grandes historiadores uruguayos, buenos vecinos de Montevideo, no les gusta valorar estas comprobaciones en toda su extensión imaginable. Pero ahí están y por algo cobraron realidad. Bajaron del norte profundo."
Ver: El Pais, domingo 28 de abril de 2013.

CRISIS DE MISILES : PELIGRO DESACTIVADO - YouTube

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Trece Días - La crisis de los misiles de Cuba.flv - YouTube

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BBC Mundo - Video y Fotos - Tras las huellas de la Crisis de los Misiles en Cuba

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domingo, 7 de abril de 2013

Las Instrucciones del Año XIII por el Dr. Jorge Batlle.


Las Instrucciones del Año XIII


Por Jorge Batlle (*)

Hoy se cumplen 200 años del hecho más importante de nuestra historia, la reunión del 5 de abril de 1813 en Tres Cruces. Esa reunión está conformada de tres documentos esenciales y muestran el clarísimo y definido concepto político institucional que regía el pensamiento del Coronel Artigas, Jefe de los Orientales, así como el de los vecinos emigrados de Montevideo y de extra muros que se reunieron en esa Magna Asamblea.
 

La Asamblea comienza con un discurso de Artigas que está conformado de dos aspectos: uno descriptivo de las dificultades pasadas en los largos 529 días de lucha por la libertad, emocionantes, formidables, en los que se describe desde el llanto de las madres sobre el Uruguay en el éxodo, hasta las traiciones recibidas de Sarratea; el otro consiste en las precisiones políticas de Artigas. Este segundo aspecto que como siempre Artigas lo escribe con simpleza, que no permite eludir el tema y que va al fondo del mismo, sin atajos, sin posibilidad de respuestas vagas, con precisión de acero Artigas dice: “la autoridad es vuestra, es vuestro el derecho, en ustedes está en conservarlo; nos piden que reconozcamos la autoridad de la Asamblea General formada en Buenos Aires, tenemos que poner condiciones que aseguren nuestra libertad, porque somos una Provincia libre; a tres años de nuestra revolución estamos bajo la fe de los hombres, no aparecen las seguridades del contrato, solo el freno de la Constitución puede afirmarla; examinad si queréis reconocer la Asamblea por obedecimiento o por pacto.”

El mensaje es definitivo: libertad de España, aceptación de la Asamblea, Confederación como sistema político y garantía para las libertades políticas y personales.
 

A este extraordinario documento le sigue un segundo. En él la Asamblea acepta el reconocimiento solicitado pero establece condiciones. Ellas son: se dará pública satisfacción a los Orientales por las sanciones dispuestas a su Jefe, no se levantará el Sitio de Montevideo, no se enviará otro Jefe para el Ejército auxiliador ni se removerá el actual, se devolverá el armamento del Cuerpo de Blandengues y se continuarán suministrando los auxilios para el asedio de Montevideo desde Buenos Aires. Y aquí viene lo más importante y central de la cuestión política “será reconocida y garantida la Confederación de esta Banda con el resto de las Provincias, y en consecuencia se dejará a esta Banda en plena libertad para fijar su sistema quedando sujeta a la Constitución que emane del soberano Congreso. Se fijan finalmente cuántos deben ser los Diputados que representen a la Provincia Oriental.”

El tercer documento son las Instrucciones en sí que reiteran en buena medida lo enunciado en el documento anterior al afirmar la proclamación de la independencia absoluta de España y los Borbones, el establecimiento de la Confederación como sistema político donde por las cláusulas 3 y siguientes se consagran las libertades civiles, religiosas, de tránsito de comercio entre las Provincias. Se establece una forma republicana de gobierno con tres Poderes independientes y se dice claramente que el gobierno supremo entenderá solamente en los negocios generales del Estado agregándose para conservar las libertades expresas trabas al despotismo militar. Al fijar el territorio de la Provincia Oriental se agregan los reclamos de aquellos territorios perdidos a mano de los portugueses así como la libertad de comercio y de puertos en la Provincia Oriental. Finalmente, la Asamblea pone una bomba, que ha sido la causa de todos los conflictos, la capital no debe estar en Buenos Aires.
 

La combinación político institucional de estos tres documentos señalaron no solamente el destino de la Provincia Oriental sino el de las Provincias Unidas.
 
Todo giró hasta las bases de Alberdi –gran admirador de Artigas- fijadas desde Chile y enviadas a Urquiza, alrededor del proyecto Federal que finalizó con la incorporación de Buenos Aires en pocos años, al sistema unido de lo que es hoy la República Argentina. 

La idea de Artigas siempre fue un sistema federal, al que le llamó Confederación, que es algo distinto, pero que tenía el mismo objetivo. La Confederación es herencia de la Confederación de los Estados Americanos anteriores a la Constitución de los EE.UU.
 

Pero en 1815, por el Oficio nro. 134, el Encargado de Negocios de España en Río de Janeiro Andrés Villalba, le comunica a su gobierno lo siguiente: “ha llegado a mis manos el adjunto papel que es una Constitución que dicen hecha para las Provincias del Uruguay que están bajo la dominación de Artigas”. Este documento, cuarto de esta serie, es una Constitución liberal Federativa, de fecha de 1813. Es prácticamente una copia de la Constitución de Massachusetts de fecha del 2 de marzo de 1780. Ese proyecto tiene 39 artículos de esa Constitución, 3 de la Constitución de los EE.UU. y 1 del Acta de la Confederación.
 

Es clarísimo pues que los orígenes políticos institucionales de Artigas todos se fundamentan en las Instituciones de los Estados Unidos de Norte América, mientras que los proyectos de Constituciones unitarias de Buenos Aires, tienen su origen en el Derecho Constitucional Francés.
 

Parecería útil recordar en este momento, que el segundo gran mojón fundamental de nuestra existencia política y social tuvo lugar en 1875, de mano de José Pedro Varela, donde las bases de su proyecto fueron tomadas totalmente de las políticas educativas Norte Americana, particularmente de Horacio Mann y del texto de Ira Mayhew, intitulados “Popular education: for the use of parents and teachers, and for young persons of both sexes””, publicado por la Cámara de Representantes del Estado de Michigan y editado en Nueva York, Filadelphia y Cincinnati.

Este tema de la educación estaba establecido en el artículo Nro. 3 del proyecto de Constitución de 1813 que dice “los pueblos, curatos, distritos y otros cuerpos políticos deben hacer a sus expensas los establecimientos públicos de escuelas para la enseñanza de los niños y su educación, de suerte que se tendrá por ley fundamental y esencial que todos los habitantes nacidos en esta provincia han de saber leer y escribir, pues deberá ser uno de los cargos más fuertes que se le haga al Juez anunciador en la falta de no obligar a un habitante propietario de su departamento en poner a sus hijos a la escuela antes de darles otro giro a fin de que logren de la enseñanza, de los derechos del hombre, y de que se instruyan en el pacto social, por el cual todo el pueblo estipula con cada ciudadano, y cada ciudadano con todo el pueblo”.
 

Este pensamiento educativo se coronó en el siglo XIX con los proyectos de Varela y de Figari.

Pero hay más, Artigas mantenía una comunicación permanente con todas la Provincias y en junio de 1813 le comunica lo acontecido al Gobierno del Paraguay, al que le envía el texto de las Instrucciones, diciéndole que los Diputados tuvieron “una discusión enérgica y digna de unos apoderados de una Provincia libre”. Su correspondencia en el mismo sentido con todos los Gobernadores Provinciales, Güemes en Salta, Bustos en Córdoba, lo atestigua, aunque para mí lo más importante y testimonial es el documento que le enviara a San Juan el 18 de febrero de 1820, al tiempo que Artigas estaba enfrentado con la invasión portuguesa y a los conflictos con Ramírez, y en 1820 se dirige al Cabildo de la Provincia de San Juan para informarle de las modificaciones políticas resultantes de la Batalla de Cepeda e insistir en la decisión de las Provincias de la Liga del Litoral que él conduce, en la necesidad de instituir las Instituciones Federales como forma eficaz de terminar con la guerra intestina que impide la “libertad en América” y por ende la paz en las Provincias, extremo éste recién logrado en la Argentina en 1860 después de la Constitución impulsada por Urquiza. 

Como bien lo ha señalado el Dr. Demichelli en su ilustre trabajo sobre los procesos institucionales en el Río de la Plata, la idea Federal fue sostenida y lanzada por Artigas con base en las Constituciones Norteamericanas el 5 de abril de 1813. La grandeza política de su pensamiento es lo que lo ha consagrado en la historia de América como el pensador político más claro, más lógico, más definido. Todos, aún los más grandes, tuvieron caídas monárquicas. Artigas jamás. Todos, aún los más grandes, tuvieron inclinaciones al autoritarismo. Artigas jamás. Fue tan consciente de sus funciones políticas esclarecedoras de la conducta republicana de los Pueblos que mientras no existiera la paz institucional entre nosotros no tenía sentido que volviera al Uruguay.
 

Fue un pensador de largo alcance. Ese es el camino que nos ha señalado. 

(*) Abogado. Ex presidente de la República (2000-2005)

El Congreso de Abril por Carlos Maggi.Noticias Uruguay y el Mundo actualizadas - Diario EL PAIS Uruguay

Noticias Uruguay y el Mundo actualizadas - Diario EL PAIS Uruguay El Congreso de Abril por Carlos Maggi

domingo, 31 de marzo de 2013

Dinero, inflación y tipo de cambio

Dinero, inflación y tipo de cambio

LIBERTAD Y DEMOCRACIA por Victor Alarcón Olguín

LIBERTAD Y DEMOCRACIA Víctor Alarcón Olguín es licenciado en Ciencia Política y Administración Pública por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM; maestro en Gobierno y Estudios Internacionales por la Universidad de Notre Dame, EUA; candidato a doctor en Estudios Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Iztapalapa. Fue investigador asociado "C" de la División de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (1985-1992); becario Fulbright-García Robles (1992-1994) y coordinador de Investigación de la Fundación Rafael Preciado Hernández, A.C. ( 19941996). Desde 1994 ha sido docente titular de asignatura en las licenciaturas de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, así como de la División de Estudios de Posgrado de la FCPyS-UNAM. Desde 1997 es profesor-investigador Titular "C" del Departamento de Sociología, Área de Procesos Políticos, de la UAM-Iztapalapa. Ha sido conferencista invitado en: Instituto Universitario Europeo (1990); State University ofNewYork-Buffalo (1992); Libera Universitá degli Studi Soziale (1992); International Academy for Leadership-Friedrich Naurnann Stiftung (1996); Center for the Study of Democracy, University of Westminster (1997); School of Advanced International Studies, Johns Hopkins University; InternatÍonal Foundation for Electoral Systems ( 1997); Facultad de Filosofía de la Universidad de Sevilla ( 1997 y 1999), así como investigador invitado en The Helen Kellogg Institute for International Studies de la Universidad de Notre Dame (1999). Entre sus publicaciones destacan: Ernst Bloch: sociedad, política y filosofía; Carl Schmitt: enfoques críticos; La filosofía política de fin de siglo,. América Latina: ¿ renacimiento o decadencia ? ;Teoría política del liberalismo; José Medina Echavarría: teórico de la modernización, así como Congreso de la Unión y democracia en México (en prensa). Es consejero editorial de las revistas Bien Común y Gobierno, Propuesta, Estudios Políticos (México) y Araucaria (España). También ha publicado numerosos artículos especializados, capítulos en libros colectivos, reseñas y traducciones en las principales revistas académicas de excelencia y suplementos mexicanos sobre temas de la filosofía, la ciencia política y la política comparada.

Guerra Fría. Inicios.


Las superpotencias en un mundo en cambio 1945-1955

Diez años de tensiones, 1945-1955.
En el comienzo de 1945, Estados Unidos y la URSS eran las dos superpotencias militares más poderosas que el mundo hubiese conocido hasta ese entonces. Tenían un objetivo en común, la derrota total de la Alemania nazi. Juntas y con la ayuda de numerosos aliados consiguieron ese objetivo en mayo de 1945 con la derrota del Tercer Reich.
En el transcurso de los años siguientes José Stalin abandona deliberadamente su alianza de guerra con occidente. El desconfiaba absolutamente de los Estados Unidos por entonces la única potencia nuclear del mundo que estaba consolidando su influencia en Europa Occidental con una prédica anticomunista notoria. Entonces Stalin para proteger sus fronteras occidentales convierte los países del este  europeo en un cinturón defensivo de las denominadas Democracias Populares- Churchill las definió como Cortina de Hierro o Telón de Acero según las traducciones. Estados Unidos ante esta situación en la cual Stalin controlaba Alemania Oriental, Polonia y Checoslovaquia, decide contener cualquier nuevo intento de expansión soviética. La Doctrina Truman determinó ayuda militar para cualquier país que decida enfrentarse al comunismo y el Plan Marshall proveyó asistencia económica para todo el que la necesitara. La respuesta soviética fue unir las Democracias Populares en el Cominform, la oficina de información del Comunismo.
1949
La rivalidad entre las superpotencias recibió el nombre de Guerra Fría. Se corporiza como un enfrentamiento real  cuando Stalin decide el Bloqueo de Berlín. Coincidentalmente Mao Tse-tung es victorioso en China. En 1949 los Estados Unidos y sus aliados dan origen a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) alianza militar cuyo objetivo es detener cualquier avance del comunismo en el occidente. En este mismo año la URSS consigue tener su bomba atómica convirtiéndose ambas potencias en nucleares. Simultáneamente a que Alemania Occidental ingresa en la OTAN, los soviéticos y sus aliados firman en 1955 el Pacto de Varsovia. Desde ahora en adelante la Guerra Fría se conforma en un sistema de bloques y de alianzas, cuyo escenario de mayor tensión es el Berlín dividido en la administración y por extensión a la misma Alemania también divida en cuatro zonas de ocupación.

viernes, 29 de marzo de 2013

1950 - 1954 Vietnam: The First Indochina War - YouTube

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US in Vietnam War: "Why Vietnam?" 1965 United States Department of Defense, President Lyndon Johnson - YouTube

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Discurso de John F. Kennedy en Berlín (1963)

Discurso de John F. Kennedy en Berlín (1963)

Henry George y la desigual distribución de la riqueza.



De los múltiples escritos de diferentes teóricos que propusieron soluciones para la injusta distribución de la riqueza encontramos  como más populares los titulados "Progreso y miseria de Henry George" 1879, el "El Año 2000: una visión retrospectiva de Edward Bellamy" 1888. Fueron los escritos más vendidos a fines del siglo XIX y por supuesto que el primero influyó claramente en la política económica del primer batllismo. El punto de partida del análisis de estos escritores fue, según George "una conciencia muy extendida de que algo está muy mal en la organización social actual" Ambos buscaban restablecer una época dorada imaginaria de libertad y armonía social. Sus ideas se dirigieron a destinos opuestos: Henry George se dirige a una sociedad en la que unos individuos manejarían su destino dentro de un mercado liberalizado; Edward Bellamy, se dirige hacia un futuro colectivista en el cual la autonomía personal queda subordinada a un bien común determinado socialmente. la idea de George era que un impuesto sobre la tierra alcanzaría para hacer realidad el futuro igualitario que aspiraba. En el centro del análisis de Henry George encontramos el concepto de libertad. La libertad política ,escribe George, no tenía sentido si no se acompañaba de la libertad económica. George rechazaba la equiparación tradicional entre libertad y propiedad de la tierra, en la practica el propone el impuesto único que convertiría la tierra en propiedad común de toda la sociedad. George creía fervientemente en la justicia del libre mercado, el problema era que el monopolio sobre la tierra posibilitó que los que no eran productores se enriquecieran a costa de los agricultores y los trabajadores industriales. Su posición era la de una intervención única pública en la economía, y considraba que el Estado era un poder represor cuyas funciones en el futuro debería ser cooperativas mejorando la calidad de vida, o sea construyendo museos, bibliotecas, plazas, Para George, entonces el impuesto sobre la propiedad de la tierra debería conducir a la eliminación de la injusticia social: "Libertad es sinónimo de igualdad". Por lo tanto su ideal de libertad se sostenía en el individuo soberano.
El Batllismo y la Propiedad de la Tierra.
"La propiedad territorial es una de las pocas bases del impuesto que el Comité Ejecutivo propone que sea aceptada por la Convención. La propiedad privada es una gran injusticia. El mundo puede decirse sin equivocarse, es de todos. El que viene al mundo viene con el derecho de poner los pies, por lo menos en él. Y, tal como está organizada la sociedad, hay muchos que nacen sin tener donde asentar sus pies. La propiedad, en realidad, no debe ser de nadie, o más bien dicho, debe ser de todos; y la entidad que representa a todos es la sociedad.(...)El propietario no es el único responsable del mal existente, lo somos todos. Y es por medio de las leyes que debe llegarse al resultado..."Algunas manifestaciones del Georgismo en José Batlle y Ordóñez, el 20 de junio de 1925 El Día publicaba su discurso en la Convención del Partido Colorado. En esa ocasión Batlle sostenía la necesidad de tomar como de tributación la propiedad territorial, que era para Batlle un hecho consumado. De modo que la propiedad aparece como el resultado de un consenso social que no debe ser vulnerado por el Estado, ahora siguiendo a Ahrens. Por lo tanto la única solución para el batllismo en su primera época era el impuesto progresivo para detener el interés de posesión de grandes extensiones, esto se complementaría con otras medidas proteccionistas."El impuesto progresivo sobre la tierra, es decir, un impuesto que va siendo cada vez mayor, a medida que el valor de la tierra aumenta, hace que el interés de tener grandes propiedades disminuya si no se las emplea en forma que produzcan utilidades extraordinarias(...)Si las grandes propiedades pagaran fuertes impuestos y las pequeñas no, estos agricultores no serian expulsados de las tierras que cultivan; habrían quedado en ellas con muy poco esfuerzo y sacarían de ellas todo el fruto de su trabajo" Batlle pensaba que la tierra no debía ser propiedad de nadie. La asemejaba al aire o al mar, algo sin dueño. Lo que sí aceptaba era la propiedad sobre el fruto del trabajo, es decir que no estaba en contra de la propiedad privada sino de la propiedad privada improductiva. Intentó aplicar impuestos al latifundio y aumentar el impuesto a la herencia, pensando que esto desanimaría a los propietarios de grandes extensiones improductivas. A la vez estimuló a los pequeños y medianos propietarios, y promovió planes de colonización.Estas medidas no tuvieron éxito; de hecho, los estancieros se opusieron fuertemente a su política.
Al hablar de libertad debemos de definir la cuestión de cuales son las variables necesarias para que florezca, George sostenía que un impuesto universal sobre la tierra lo permitiría, el batllismo con la justa redistribución de la riqueza a través del Estado. En definitiva la tensión permanente entre libertad e igualdad moviliza permanentemente la búsqueda de una sociedad mejor.

Ver: Eric Foner, La Historia de la Libertad, introducción Pág.12 a 34. Península, Barcelona, 2010
       Delio, Luis María. Nuevo enfoque sobre los orígenes intelectuales del batllismo. FCU, 2007, Pag.46 ySs.
       Lagrotta, Miguel. Domingo Arena, realidades y Utopías. Pág 13, 17-21. ARCA 2da.edición. Montevideo 2009.

jueves, 28 de marzo de 2013

Breve análisis del desarrollo de los Consejos de Salarios.


Consejos de Salarios.
Fueron tres las propuestas presentadas en Diputados sobre Consejos de Salarios en 1941. El socialista Emilio Frugoni (Maronna-Trochon,1986) propuso el 18 de marzo la creación de los Consejos de acuerdo a un proyecto por él presentado en 1912. Este mecanismo sostenía Emilio Frugoni, sirve para “que en cada industria los trabajadores vayan poniendo a tono de las exigencias y del crecimiento de los precios, sus propias remuneraciones y sirvan también como elementos de conciliación y arbitraje ”. Lo novedoso que introduce el segundo proyecto del presidente Alfredo Baldomir, era en extender la intervención del organismo conciliador a los servicios del Estado. El proyecto de la Comisión investigadora de la Cámara elaborado sobre la base de los dos mencionados anteriormente, preveía, además, regular la situación de los peones rurales, el servicio doméstico y las asignaciones familiares. El proyecto dormirá en el Senado por espacio de dos años. En 1943, con el agregado sobre el salario base propuesto en la  cámara de Diputados, el ministro de Industrias Javier Mendivil, que era a su vez asesor letrado de la Cámara de Industrias, sostenía:” los obreros y los empleados no han tenido necesidad para vivir que una ley fijara un salario tan rígido como base”. La realidad era que existía una gran interpenetración entre los elencos políticos y los sectores altos tan evidentes que hacían difícil al Estado actuar de un modo neutral como tercer miembro. El primer laudo de los Consejos de salarios se firma en 1944 con los trabajadores de la empresa CUTCSA. Los Consejos eran competentes en relación al trabajo, categorías laborales y conciliaciones, convirtiéndose en una pieza clave corporativa que sin embargo mantuvo la independencia sindical.
Ver: Ana Frega, Mónica Maronna, Yvette Trochon “Los Consejos de salarios como experiencia de concertación” Cuadernos del Claeh nro 33,Montevideo 1985.

Las Empresas públicas uruguayas. Origen y gestión. Por Benjamin Nahum

"En la historia de la sociedad uruguaya, el Estado ha jugado un papel peculiar antes de nuestra constitución como nación independiente. Hemos sostenido en "El problema nacional y el Estado, un marco histórico" que si en la Banda Oriental, si el ganado precedió al colono también lo hizo el Estado. Región desprovista de riquezas minerales, poblada por mucho ganado y escasísimos hombres, la incidencia del Estado colonizador español fue decisiva para otorgar tierra, defender la frontera, fundar pueblos, permitir o no el comercio, educar, crear las primeras formas de gestión administrativa de la sociedad, que fueran públicas y no privados como las colonias inglesas de América del Norte.
Las guerras revolucionarias que independizaron al país conmovieron sin duda la fortaleza del estado. Pero ante la fragilidad de una sociedad muy debilmente estructurada y que padeció de la violencia  crónica de las guerras de la independencia primero y de las partidistas después, el Estado siguió siendo un pequeño centro de poder, una voluntad de orden y autoridad que tenía más peso cunado el Presidente coincidía con el Caudillo(Rivera) y por lo tanto se superponía el país legal al país real. Cada tanto aparecía también el deseo de imponer una administración eficiente, un marco legal que contuviera y modelara a la sociedad inorgánica y en ebullición(Oribe, Berro)Cuando esa desorganización llegó a su colmo y el Estado se partió en dos(gobierno de la Defensa, gobierno del Cerrito) peligró la propia existencia del país independiente(Guerra Grande).
Una década y media después, la conjunción de crisis económica y política creó un vacío de poder que fue llenado por representantes del ejército. Ese primer militarismo(1876-1886) fue a su vez la primera de las tres etapas en que se desarrolló definitivamente el poder del Estado y se amplió su área de acción.
Ahora sí, el Estado pudo imponerle a la sociedad una serie de reglas y limites que la contuvieran y orientaran hacia un proceso de modernización global(económica, jurídica, educativa) que significó el ingreso del país al estadio de desarrollo económico capitalista. Basándose en un poder coactivo(fusil, ferrocarril, telégrafo) superior a su aparato jurídico la resistencia que podían oponerle la sociedad rural y los caudillos(caballo y lanza), modernizó su aparato jurídico y administrativo(códigos, jueces,, correo). Con ambos  instrumentos(poder militar y jurídico) implantó la paz interna y protegió el desarrollo de las fuerzas productivas del campo(difusión del ovino y el alambrado), así como apoyo a la burguesía comercial de la ciudad-puerto(paz, patrón oro, austeridad fiscal) y tranquilizó al inversor extranjero(reanudación del servicio de la deuda pública)El resultado fue un Estado fuerte y moderno que encarriló al país hacia el lugar que el mercado mundial le había asignado.
El periodo del civilismo 1886-1903 segunda etapa, marcó la recuperación de los civiles de la conducción del Estado. La década militarista en que estuvieron fuera del poder, les enseñó a muchos de esos civiles ilustrados(los doctores) que perder la palanca del Estado conducía a la anulación política y a la marginación económica. Su adhesión a los principios puros del liberalismo, que veía al Estado solo como "juez y Gendarme·, sufrió una transformación y, vueltos al poder, procuraron fortalecer al Estado, ampliar su esfera de acción para mantener fijo el rumbo hacia la modernización que implicaba la paz interna y su propia consolidación como élite profesional de gobierno. Algunos de los hombres que en 1873, con el principismo, quisieron limitar el Estado casi hasta la inacción, en 1884 y 1888 aprobaron leyes ferroviarias que le abrieron a este el más amplio intervencionismo: control de la empresa inglesa, derecho a vigilar la fijación de tarifas y hasta autorización para construir ferrocarriles propios. En 1901, impulsado por una burguesía mercantil urbana poco emprendedora, el Estado hizo construir el Puerto de Montevideo. Costeado por impuestos que pagó toda la Nación, su manejo por el Estado aumentó la fuerza de este y amplió su área de acción. Poco después se hizo cargo de la producción de energía eléctrica. Esta  estuvo primero en manos de una empresa privada 1887 a 1897, pasó luego a la administración provisoria del Estado, 1897 a 1906, a la directa y definitiva por el mismo Estado, 1906 a 1912 y a ser un monopolio estatal a partir de 1912.
El primer batllismo 1903-1916, constituye la tercera etapa en el desarrollo del poder del Estado. Con él culmina la tendencia a ampliar su esfera de acción, pero ahora de manera deliberada, buscando que su incidencia en la sociedad fuera portadora de la filosofía política del grupo gobernante. A la vez que crecía el poder estatal, se consolidaba también la élite de políticos profesionales que veía en el poder público su instrumento y su medio de vida.
Impulsado también por la falta de iniciativa y de fuerza del capital nacional, el Estado fue cada vez más empresario y árbitro social. Así, se estatizaron los Bancos República e Hipotecario, se nacionalizaron actividades en manos extranjera como los Seguros, se monopolizó la producción de energía eléctrica y los servicios portuarios y se legisló en favor del obrero con la ley de 8 horas, se legisló a favor de la mujer con el divorcio por su sola voluntad,  del anciano con pensiones a la vejez, del niño educación secundaria gratuita, del enfermo con los hospitales laicos, en un intento por inclinar el poder del Estado hacia los más débiles y a la vez buscar el apoyo electoral de quienes podían votar.
Tal potencia fue adquiriendo el Estado por esas ampliaciones sucesivas en los planos económicos de su actuación en los planos económicos, financiero, industrial, educacional, sanitario, de la vida nacional, que el diputado socialista Emilio Frugoni lo encontró dotado de una vida propia" convertido en una nueva potencia social, casi autónoma, que nos es ya(...)el mero receptáculo(...)de todos los intereses(...)de la clase capitalista(...)sino que se vive, se desarrolla y se agita al costado de esta clase"

Ver Benjamin Nahum, Empresas Públicas uruguayas, Orígen y gestión, Montevideo, EBO, 1994 Pág, 9.12

sábado, 23 de marzo de 2013

Blancos y Colorados por Gerardo Caetano y José Rilla.


Aunque hunden sus raíces en las tensiones de la última Colonia y de la Patria Vieja, es sabido que Colorados y Blancos comenzaron a definirse con imprecisión una vez concluida la primera fase de la crisis independentista (1820-1830) y finalizada también la estructuración del primera marco constitucional.
De acuerdo a las consideraciones de Romeo Pérez, el nacimiento de las divisas se inscribe dentro del primer conflicto articulador de la política uruguaya. Este proceso tuvo que ver con el antagonismo trabado entre el prospecto político negador de los partidos - cuyo programa apareció con claridad en la Constitución de 1830-  y la acción caudillesca portadora de una concepción distinta del "hacer política", en la que se legitimaba directa o indirectamente la participación ciudadana en clave colectiva. La inadecuación radical entre el país legal y el país que desembocó finalmente en una temprana  consolidación de formación protopartidistas.
Durante la etapa que Juan E. Pivel Devoto ha llamado la definición de los bandos(1828-1838), blancos y colorados alcanzaron una primera configuración muy imprecisa y errática. Por encima de las afinidades ideológicas, primó, entonces, la conjunción coyuntural de intereses y propuestas. La tramitación particularísima de los liderazgos caudillescos.
Sin embargo, fue solo a partir de la Guerra Grande y de su hondo impacto comarcal que se produjo definición del contenido de las divisas. Blancos y Colorados se dividieron, entonces, ante el desafío de algunos de los principales dilemas del conflicto regional: desde la definición de fronteras a la confrontación en torno a los modelos modernizadores más aptos para el primer desarrollo autónomo de estas regiones, pasando por la controversia armada en torno a la adscripción territorial de las hegemonías caudillescas y sus séquitos.
A partir de algunos estudios en la materia de Romeo Pérez y Francisco Panizza, podría señalarse que "lo colorado" comenzó desde entonces a ser sinónimo de una relación privilegiada con el poder institucionalizado como instancia de construcción sociopolítica, un estilo de "hacer política" más contractual: la defensa de un modelo modernizador básicamente imitativo en el que se partía del reconocimiento del "afuera" principalmente Europa como "imágen constitutiva" y "mirada constituyente", la adscripción por último de una identidad más ciudadana e inmigrante.
Por su parte en una perspectiva analítica similar, "lo blanco" podría identificarse con la desconfianza frente al poder institucionalizado y una mayor adhesión al"llano como ámbito desde donde hacer la política", un estilo político más agonal y romántico: la defensa de un modelo modernizador más selectivo y autorregulado proclive a la afirmación de fronteras  solidas entre el "adentro" y el "afuera", la asociación privilegiada con el mundo rural y sus símbolos de índole más localista que cosmopolita.

Ver: Historia Contemporánea del Uruguay: Gerado Caetano- José Rilla. Página 65.