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domingo, 1 de marzo de 2015

La tolerancia como fundamento nacional. La interpretación ideológica del Dr. Julio María Sanguinetti.


Durante las duras negociaciones de la salida del proceso dictatorial los distintos actores políticos realizaron fervientes alegatos sobre la democracia, la tolerancia y el ser nacional. Importante refrescar conceptos del que fuera el primer presidente constitucional luego de la dictadura: Dr. Julio María Sanguinetti.


"Uruguay, como nación-aun antes de ser un Estado-se configuró en torno a un conjunto de valores espirituales emanados de la doctrina humanista del liberalismo. La esencia de la revolución artiguista fue esa y en torno a ese núcleo ideológico se configuró nuestra nacionalidad. No fue un sueño nacionalista exagerado el que alentó esa formación en un pueblo cuyo caudillo, acendradamente federalista, persistió toda su vida en la creencia de que la independencia de los orientales debía conducirlos a la hermandad con el resto de las provincias, desgajadas del tronco virreinal hispánico. No se hizo la emancipación para sustituir la dominación española por la de una oligarquía criolla como ocurrió en otras comarcas.(...) Nuestra nacionalidad se asienta en un espíritu de tolerancia. La libertad civil y religiosa que proclamaban las Instrucciones llega a ser una realidad y a su influjo llegan al país torrentes inmigratorios que se amalgaman con la población original, asumiendo intimamente sus mismos valores. Los hijos de italianos y españoles, armenios, valdenses y judíos coexisten en un país de tolerancia. Hombres y mujeres de orígenes históricos diversos, religiones distintas, situaciones sociales diferentes, se sienten parte de una misma empresa, a la que empiezan a integrarse desde los bancos de una escuela igualitaria, laica y gratuita, que constituye el núcleo central de su doctrina. De ese modo, termina de perfilarse el espíritu nacional. La libertad individual, la tolerancia filosófica-religiosa, la aspiración permanente al igualitarismo social, afirma el ser nacional. No se cultiva un nacionalismo asentado en el poderío material ni en la vocación expansionista ni la ambición de riquezas. Uruguay asumirá como conciencia existencial que su detino no es el de ser una potencia. Su orgullo de país se asentará en el prestigio de sus instituciones, el espíritu cívico de sus gentes, su libre y justiciera voluntad de trabajo y creación. Así fuimos aquello que en un tiempo se llamó la Suiza de América".
Sanguinetti, Julio M. Correo de los Viernes , Contratapa (fragmento) 5 de agosto de 1983.

Discurso presidencial de Julio María Sanguinetti, 1º de marzo de 1985

Señor Presidente: La declaración de fidelidad constitucional que acabamos de prestar el Vice Presidente y el que habla, constituyen sin duda para nosotros el más alto, elevado y solemne compromiso que un ciudadano puede asumir en la República. Nada hoy más honroso que asumir ese compromiso porque ningún destino hay más elevado y alto para un republicano que el velar y cuidar esa Constitución. 


Sin embargo, no sentimos que esa fidelidad deba ser simplemente una actitud pasiva; no basta simplemente con comprometernos a no agredir la Constitución; se trata de que la constitucionalidad sea una voluntad que desarrollemos activamente. Nada nos compromete más que ello. Todos los pasos, toda nuestra voluntad, toda nuestra energía va a estar volcada a ese supremo y superior objetivo.

Esta República que nació para la democracia ha vivido once años de gobierno de facto y ello no ocurrirá más no sólo porque el Presidente respetará la Constitución, sino porque todos los uruguayos las vamos a defender y haremos de ello un haz de voluntad y energía, que hará de ello una gran causa nacional, la gran causa que nos convoca desde el día en que nació este país.

Para el Uruguay la democracia no es simplemente una institucionalidad, no es simplemente un conjunto armonioso de instituciones jurídicas, no es simplemente una arquitectura política. Ortega decía: Hay verdades del destino y hay verdades teóricas. Las verdades teóricas nacen de la discusión, nacen de la razón, se nutren de ella, viven de la discusión, se vigorizan con la discusión. Hay otras verdades que son verdades de destino, esas no se discuten; se asumen porque esa es la identidad propia, eso se es o no se es y eso está antes de lo que se discute. Y para nosotros los Uruguayos la democracia es una verdad de destino, es un destino irrenunciable, es algo que se asume o no se asume y que si no se asume es el riesgo de la falsificación, y si se asume es el único modo de poder decir que se es ciudadano de esta República, de esta República que antes de ser un estado que antes de tener una frontera, que antes de tener un pabellón nacional, ya era una democracia. Porque aquel pueblo artiguista en los campamentos, aquel pueblo artiguista siguiendo al éxodo de resonancias épicas, aquel pueblo artiguista que era una expresión de democracia que decía aquellas cosas con las cuales nos hemos criado y educado, aquel pueblo ya fue una democracia en marcha, ya fue una democracia espontánea y ya fue una democracia asentada antes de que existiera mismo nuestro estado.

Para nosotros la democracia entonces, no es un sistema político, es nuestro país mismo, es nuestra razón de ser, es nuestra filosofía de vida, es nuestra razón de existir, es el sentido de nuestra lucha y a ella volcaremos todo nuestro esfuerzo.

Son cinco años difíciles, todos lo sabemos; cinco años muy duros en los cuales tendremos muchas veces encuentros y desencuentros, discusiones, contradicciones y todas las acechanzas que siempre amenazan a esta democracia, que tiene en su debilidad su fortaleza y en su fortaleza su propia debilidad.

Sí; sin ninguna duda tendremos años duros, pero el objetivo siempre deberá estar allí. Y esta Asamblea, cuando más de una vez pueda no entender mis pasos o los actos de Gobierno, sienta y sepa que siempre estarán inspirados en ese objetivo y en ese superior propósito. Deseamos hacer lo más que podamos en todos los terrenos del desarrollo económico y de la justicia social; pero por encima de todo, siempre ubicaremos la prioridad constitucional y democrática a la que trataremos de servir con devoción fanática, porque ese es el único dogma que puede tolerar la democracia o sea el dogma de ella misma, la creencia en ella misma, la fe en ella misma.

Naturalmente, sabemos bien que hoy estamos rescatando la forma, que estamos rescatando la arquitectura jurídica en la cual se asienta la democracia; pero también sabemos que viene ahora, mañana mismo, el desafío de los contenidos. En la democracia las formas son importantes porque su garantía radica en ellas, y esas formas son, en definitiva, la sustancia de la democracia; pero también sabemos que el reclamo de los contenidos empieza mañana mismo, porque la democracia no se puede detener en la formalidad jurídica sino que también se debe proyectar al terreno social. Si bien debemos luchar por la libertad política, también debemos hacerlo por una sociedad más justa, que sea a la vez el asiento y el sostén mismo de la libertad.

Por supuesto, todo eso lo haremos y lo tendremos que hacer. No es tarea del Gobierno ni tarea exclusiva del Presidente alcanzar estos objetivos; eso tendremos que hacerlo entre todos, y lo tiene que hacer el país entero, y lo tiene que hacer la armoniosa relación entre los Poderes de Gobierno. Estoy seguro que esta Asamblea General tendrá el espíritu de comprensión necesario, para que nuestras disensiones nunca lleguen al punto en que puedan comprometer o debilitar las instituciones, sino que se detengan en el momento mismo en que sea necesario afianzarlas, porque aquellas son la expresión de este pluralismo que tiene que existir, porque no hay democracia en la unanimidad. Esta misma Asamblea General es reflejo fiel a esa diversidad de opiniones a la que aludo. ¡Pobre país y pobre democracia si no existiera esa diversidad!. Pero esa diversidad y ese pluralismo los tenemos que conjugar en una armoniosa relación entre los Poderes, que tienen que marchar juntos en los que sea la defensa de la institucionalidad y la superación de una crisis muy honda como la que vivimos.

Todos sabemos que América está atravesando la crisis más profunda de este siglo. Hasta hace un tiempo ello podía discutirse, pero hoy sabemos que la crisis del 29 no es comparable a ésta que ésta es más profunda y que en la particularidad de nuestro país, además, es mucho más profunda aún.

La República está atravesando por una situación dramática desde el punto de vista económico y de ninguna manera se puede endulzar esa realidad. Sabemos que en los tres últimos años, este país ha perdido el 15% de su Producto; que el Estado central paga más por interese que por sueldos, que si este país pagara hoy los compromisos de vencimiento de su deuda externa y los intereses que tiene que abonar en 1985, gastaría el 90% de lo que percibiría por sus exportaciones. Con el 10% restante no tendría siquiera la posibilidad de adquirir el petróleo que necesita para apenas empezar a andar y por supuesto, estaría muy lejos la posibilidad de adquirir materias primas que precisa para su sustento.

Todo esto nos marca los límites y las carencias materiales que tenemos por delante. A su vez, nuestro país viene pagando el enorme precio de un ajuste en los tres últimos años que tiene tremendas consecuencias. Sabemos que ello tiene una consecuencia social que se traduce en una reducción de salarios, que unos podrán estimar entre un 35% y un 38% y otros en un 50%, pero que en todo caso es una profunda herida en el ingreso nacional. Si sumamos a ello el fenómeno de la desocupación, tenemos en los tres últimos años la masa global de salarios que paga el país, se redujo en un 45%.

¡Cuántos límites, señores! ¡Cuántas asechanzas entonces para la democracia!. ¡Cuántas carencias¡ todo esto lo tendremos que enfrentar juntos. Naturalmente que no será posible lograr un milagro, pero debemos comprometer el esfuerzo. Debemos ser muy conscientes de todos los límites y carencias que tenemos por delante, para no dejarnos ganar por optimismos fáciles; pero, a la vez, también debemos asumir y medir la magnitud de nuestros compromisos. Son límites y carencias muy grandes y eso va a requerir un enorme esfuerzo de todo el país que no puede enfrentar esa situación con el retroceso económico, de un país que sólo puede encontrar la posibilidad de avanzar en un crecimiento justo.

No es posible pagar la deuda externa sobre la base de un reajuste recesivo o aún mantener la economía en niveles de estancamiento. Esto se ve muy claramente por los números que acabo de señalar, que son algunos de los tantos que podríamos proporcionar para medir la magnitud de la crisis. Si tenemos en cuenta esos números, no es posible pensar en pagar la deuda externa sino a través del crecimiento de una economía que se tiene que empezar a reactivar. Por supuesto, esto es siempre difícil de lograr.

Todos sabemos muy bien que estabilizar sin el riesgo de la recesión o que reactivar sin el riesgo de la inflación, en definitiva es quizás el nudo sin el cual no habría doctrinas económicas, porque sería muy sencillo manejar esos fenómenos si tuviéramos la fórmula para administrarlos. Entonces, tendremos que lanzarnos a la reactivación tratando de administrar una inflación para que ella nos se transforme en un mal económico ni en el mal social que es y, en definitiva, en sea semilla perversa que empieza a desgastar las instituciones al crear el desasosiego general y una pugna distributiva que luego se hace muy difícil de administrar.

Quizá allí esté lo más difícil de nuestro desafío, quizá allí estén las mayores carencias del país; pero allí es, también, donde tendremos que demostrar la disciplina social y la imaginación para salir adelante y para que este país pueda lograr un esquema económico que lo permita alcanzar un desarrollo más justo.

Para ello nuestra República no sólo requiere del esfuerzo de sus hijos sino también de la comprensión del mundo. Este país que fundamentalmente ha crecido, siempre, a lo largo de su historia, através de sus exportaciones y de su búsqueda de mercados internacionales -eso es lo que ha ocurrido en el siglo y medio de su vida independiente-, debe volver a hacerlo ahora con redobladas energías. Y aspira a hacerlo en amistad, cooperación y desarrollo con todos los pueblos y estados del mundo sin exclusiones ideológicas ni restricciones de ningún tipo. Piensa y quiere hacerlo buscando la cooperación donde ella esté con espíritu de solidaridad y sin condicionamientos.

Por supuesto, nuestro accionar primero se debe dirigir aquí, a nuestra América, a nuestro hemisferio, a nuestra cultura, a nuestra América Latina que exporta once mil millones de dólares de alimentos e importa veintiún mil millones de dólares por el mismo concepto: que exporta cuarenta y ocho mil millones de dólares de petróleo e importa veintiséis mil millones de dólares de petróleo. En estas cuatro cifras que acabo de citar, América Latina muestra cuáles son sus desencuentros; estamos comprando lo que estamos exportando, estamos adquiriendo afuera lo que estamos produciendo aquí, en un comercio que es responsabilidad nuestra no haber sabido organizar en condiciones más justas para tener más independencia. Y si muchas veces no lo hemos podido hacer por los intereses de afuera también fue por nuestra debilidad de adentro. Las asechanzas de los intereses de afuera no las ‘podemos administrar, pero sí tenemos que administrar nuestra voluntad política. Y es sólo por falta de voluntad política que, en definitiva, no hayamos podido lograr que todos nuestros alimentos y todo nuestro petróleo – que los tenemos a nuestro alcance- estén organizados para un comercio más justo.

Naturalmente que haya una política latinoamericanista no es, por cierto, pensar en términos excluyentes para el resto del mundo. Todo lo contrario. Estos países que somos hijos y atributarios de las culturas europeas, sentimos por ellas siempre el mismo fraternal espíritu porque los sentimos en nuestras raíces, en nuestra cultura, en nuestro modo de ser y en nuestros hábitos; y de todos ellos precisamos tecnología, ciencia, pero por encima de todo precisamos comprensión, para que se entienda que este pequeño país, que hizo mucho en el pasado aspira a hacer mucho también en el futuro; y que este país aspira a hacerlo, no con sueños de potencia, sino simplemente con una voluntad de justicia, tratando de dar más a sus hijos, de luchar por más paz y de crear el ámbito para que estos pueblos de América, que tantos infortunios han sufrido, puedas caminar por senderos más luminosos y serenos. Aspiramos a que todo esto se emprenda y a toda esa comunidad internacional le señalamos ahora nuestro problema para que piense en él.

Hoy también tenemos – y creo que con esto interpreto el sentimiento de todos los uruguayos- que agradecer a esa comunidad internacional lo que ha sido su conducta y su actitud en estos años, así como su permanente solidaridad par con nosotros y para con la causa de la democracia uruguaya.

A todos, nuestro agradecimiento y nuestro reconocimiento por esa solidaridad que fue importante para nosotros en horas de deseencuentro, en horas difíciles y duras. Hoy estamos en otro momento, en el que, junto a ese agradecimiento y reconocimiento, está también nuestro planeamiento, nuestro reclamo, que no es de una dádiva, sino simplemente expresión de una realidad, para que si nos hermanan los ideales democráticos también nos pueda hermanar una voluntad de cooperación para desarrollarnos y para que, en definitiva, podamos luchar por constituir un mundo más justo, que es la aspiración y la ambición de todos nuestros pueblos sin excepción.

En ésta, sin duda, una vasta empresa; es ésta, sin duda, una empresa dura y difícil. Tendremos que luchar con muchas fuerzas en el mundo y con muchas fuerzas adentro, porque la democracia tiene también dentro de sí, en su diversidad y en su pluralismo, las debilidades de los humanos, de ese ser humano que tiene tantas posibilidades creativas y también tantas debilidades que proyecta hacia el conjunto de la sociedad que nada refleja tanto como la propia democracia, que es la síntesis de lo que son los sueños, las ambiciones, las realidades, las debilidades y fortalezas de los seres humanos, con su misma fuerza, pero también con sus mismas debilidades y flaquezas.

Por todo ello tendremos que luchar a partir de un país unido, de un país unido en la diversidad, de una país que vuelve a reencontrarse consigo mismo.

Este país ha atravesado once años de dictadura y dos décadas de desecuentros. Es la hora de que busquemos no sólo la superación de la situación de dictadura -que estamos superando en este mismo instante-, sino de que luchemos, también por esos tiempos de reencuentro que tienen que venir y que son nuestra única arma y nuestra única fortaleza.

Dentro de pocos instantes enviaré a este Parlamento un proyecto de ley que hemos titulado de Pacificación Nacional, en el que se incluyen la ratificación de la Convención de San José de Costa Rica sobre Derechos Humanos, en el que reconocemos la internacionalidad de los derecho humanos y la jurisdicción internacional al respecto, en el que hacemos una propuesta sobre una amnistía que entendemos debe ser tan generosa como necesaria para el país, en el que proponemos algunas modificaciones del Derecho Penal Común y en que proponemos la creación de la Comisión del Reencuentro y de la Repatriación para que se dedique a ese tema tan vital para todo el reencuentro de la familia uruguaya.

Podremos tener diferencias de matices, pero no es ésta la ocasión ni el momento para discutirlas. Simplemente digo que ésa es una expresión honesta de nuestra voluntad de pacificación y de nuestra convicción de que el país precisa una amnistía. Ella tendrá que llegar hasta donde, en definitiva, decidamos que debe llegar, pero debe ser rápida y oportuna para que cumpla su efecto pacificados; y, fundamentalmente, siendo un problema ético de la sociedad, no debe ser el objeto de la explotación política ni de la especulación política de nadie porque siempre, necesariamente, en estas cosas, puede surgir esa tentación y todos, por igual, debemos preservarnos de ella para encontrar, con espíritu fraterno, un camino de solidaridad que a todos nos reencuentre y que sea el primer paso, el primer mojón, el primer cimiento de un Uruguay reencontrado, en el cual el pueblo empiece a sentir vibrar en su ser la unidad nacional a través de la unidad de sus dirigentes, en la discusión, en la controversia, pero también en la búsqueda de la solución inteligente que sume todos nuestro esfuerzos.

Señor Presidente: dentro de pocos minutos también asumiré el Comando Supremo de las Fuerzas Armadas, y ello importa un compromiso muy solemne, un compromiso que asumo con toda la cabalidad de la responsabilidad que ello supone, pero también con alegría de espíritu, sin enojos ni rencores para nadie. Puedo decir a este Parlamento que esas Fuerzas Armadas van a ser conducidas para la defensa constante de la Constitución. Esas Fuerzas Armadas tendrán que vivir, naturalmente, el proceso siempre difícil, que no podemos ignorar del pasaje de un gobierno de facto en el cual han ejercido todo el poder, a un gobierno democrático en el cual estarán subordinadas a los poderes legales.

Quiero decirles que ejerceré ese Comando con serenidad de espíritu, sin espíritu de revancha con respeto para una institución que por ser una institución del Estado debe tener toda la dignidad del caso pero cuya dimensión de dignidad se alcanza en lo que es la superior virtud del soldado, que es la defensa de la soberanía nacional y de la Constitución, sin la cual las armas pierden su sentido. Tengo la certeza de que voy a contar, y de que la democracia uruguaya va a contar, con la lealtad de los oficiales de los institutos armados y de los institutos policiales.

Muchas veces tendremos que discutir estos temas. Creo que todos los tendremos que discutir sin prejuicios y mirando hacia adelante, con una gran honradez de espíritu. Les digo, entonces, que en el ejercicio de ese Comando Supremo vamos actuar con toda la serenidad y con toda la firmeza que el mando republicano supone, sin estridencias innecesarias, pero con la firmeza suficiente como para que el país pase de una etapa de autoritarismo a una etapa en la cual todos sintamos que podemos volver a vivir con tranquilidad, porque allí está -diría- la clave en la que se asentará todo.

Tenemos que desterrar el temor, tenemos que desterrar el miedo, tenemos que desterrar ese sentimiento que es el que más corrompe el espíritu humano y que tanto hemos experimentado estos años.

Tenemos que desterrar el temor y para ello hay que desterrar también su paternidad que es la violencia esté donde esté y salga de donde salga. Para que no haya temor no deber haber violencia, y cuando hablamos de violencia no nos estamos refiriendo solo a la bomba o a la metralleta, sino a las mil expresiones de violencia que existen, de esa violencia que a veces se tiñe de matices ideológicos y que puede desembocar en la coacción o, simplemente, en el irrespeto de alguien por la opinión de otro o en el irrespeto del ciudadano por la conducta del otro. Solo en esa actitud de respeto y matando así esa semilla, es que podremos construir una sociedad sin temores como tradicionalmente fue esta sociedad uruguaya.

¿Qué es lo que más nos perfiló y distinguió? ¿Qué es lo que nos hizo sentir mas uruguayos en los tiempos en los cuales forjamos nuestra personalidad todos los que estamos aquí? Ese sentimiento que a veces la nueva generación que hoy se aproxima a la vida no entiende cuando nos oye hablar, que no nos comprende cuando nos referimos a un Uruguay que a ellos les cuesta entender, aun Uruguay sin temor, sin autoritarismo, en el que cualquiera podía entrar a cualquier lugar sin sentir que el adversario político era un enemigo personal, sin sentir que el que pensaba distinto era alguien con quien había necesariamente que enfrentarse.

Ese fue el mejor perfil, el perfil sustancial de este país que ha nacido para la tolerancia, que es hijo de ella y que le va en ello su identidad nacional ¿Qué es esta República sino la

Confluencia de la inmigración? ¿Qué es esta República sino la raíz hispánica mezclada luego con la aluvión italiano? Qué es este país sino a través de esas dobles identidades latinas la hermandad con pueblos con los que hoy tenemos fronteras, pero que un día no las tuvimos porque éramos exactamente los mismos en aquella América aluvional que emergía a la independencia hace un siglo y medio. Quizá nadie lo pueda decir mejor que nosotros que fuimos una frontera seca, manzana de discordia en la lucha entre los dos grandes imperios que crearon la cultura de América del Sur. ¿Qué fuimos nosotros sino una manzana de discordia, una pugna constante entre el imperio portugués y el español? Fuimos un pueblo de frontera; quizás por eso mismo fuimos también un pueblo de tolerancia.

Por eso aquella España y aquella Italia que vino más tarde pudieron un día acoger a hombres y mujeres de todos los horizontes del mundo que están en nuestra sangre, en nuestra cultura y que vinieron buscando aquí libertad religiosa o espiritual, tolerancia o simplemente un lugar donde vivir y trabajar. Y así vinieron los suizos, los valdenses, los franceses, los armenios, los judíos, y todos quienes fueron configurando este ser nacional que no se basó en la raza ni tampoco en una expresión geográfica que le estableciera su configuración. Un país de limites como fue esto no podía serlo.

La identidad nacional para nosotros fue un valor cultural, un valor político y cultural. Los uruguayos fuimos eso, una expresión de democracia dentro del Río de la Plata. Esa también es nuestra definición internacional.

Somos uruguayos porque creemos en la libertad, en el igualitarismo y en la tolerancia civil y religiosa, somos uruguayos porque creemos que nadie es más que nadie ante la Ley; somos uruguayos porque no tenemos viejos sueños aristocráticos; somos uruguayos en nombre de esa identidad. Nunca han sido sueños de potencia ni de grandeza material los que puedan haber envenenado, el espíritu de nuestro pueblo en el cual jamas fructificó la semilla de odio, porque a todos quisimos siempre Nuestros vecinos, con los cuales fuimos parte del mismo ser, saben que en este país existe un siglo y medio de existencia pacifica identificada con ellos y que hoy se quiere identificar aún más para consolidar para constituir nuevamente el mismo ser nacional que fuimos más allá de lo que sean nuestras respectivas soberanías. Sabemos que tenemos que desarrollarnos en la única potencialidad liberadora que nos hará grandes, en una soberanía no entendida en el viejo marco estrecho de límites detrás de los cuales se mira al del otro lado como un enemigo, sino como una soberanía colectiva que a través de una integración económica nos perita dar más justicia a nuestro pueblo y nos haga más grandes.

Esta es la identidad del Uruguay. Nuestro país es eso o no es nada. Por esa razón durante estos años sentimos el gobierno de facto y los riesgos de su salida, como un problema de subsistencia nacional.

Los países con mayor potencialidad geográfica y económica quizá puedan observar esto con simples accidentes en una larga historia política; países pequeños como el nuestro, cuando tenemos una quiebra de este tipo que compromete valores tan profundos, no estamos ante un tema simplemente político, ante un accidente en el camino, sino ante un problema que hace a la propia sobrevivencia del país, a su identidad porque toda nuestra fuerza está allí.

Por eso decimos que somos uruguayos, en la misma condición que también somos rioplatenses, porque es nuestra cultura. Del mismo modo, que decimos que somos sudamericanos, porque es nuestro hemisferio; del mismo modo que decimos que somos americanos, porque los sueños de libertad de nuestros héroes siguen en el espíritu de nuestra gente; del mismo modo que decimos que somos occidentales y lo somos no porque ello suponga ningún alineamiento automático a ninguna potencia, sino que lo somos porque en definitiva el espíritu de Occidente es un credo de libertad que nació en los albores de nuestra civilización de aquella civilización judeocristiana-helénica que nos ha inspirado a todos, así como también a esta democracia liberal. De aquellas fuentes, de aquellos manantiales, es que se forma esto que hoy estamos viviendo. ¿Qué es esto sino el espíritu de religiosidad individualista que nace en aquel mare nostrum? ¿Qué es esto, sino Occidente y la latinidad a nuestro modo de entenderlo? Somos todo eso porque somos todo eso es que miramos el futuro con confianza pese a las inmensas asechanzas que aparecen por todos los horizontes; Pese a las enormes limitaciones materiales que apenas he esbozado; pese a los desgarramientos que aún tienen heridas abiertas que tendremos que tratar de cicatrizar con paciencia, con tolerancia y con espíritu de comprensión.

De aquellas fuentes de aquellos manantiales, es que se forma esto que hoy estamos viviendo. ¿Qué es esto sino el espíritu de religiosidad individualista que nace en aquel “mare nostrum?” ¿Qué es esto sino el espíritu de la democracia de los pueblos mediterráneos? ¿Qué es esto, sino Occidente y la latinidad a nuestro modo de entenderlo?. Somos todo eso porque somos todo eso es que miramos el futuro con confianza pese a las inmensas asechanzas que aparecen por todos los horizontes; Pese a las enormes limitaciones materiales que apenas he esbozado; pese a los desgarramientos que aún tienen heridas abiertas que tendremos que tratar de cicatrizar con paciencia, con tolerancia y con espíritu de comprensión.

No me siento solo, sin embargo en esta tarea tan difícil; siento la solidaridad de esta Asamblea porque todos emanamos del voto popular; siento la solidaridad del pueblo que nos ha votado.

Tengo la tranquilidad de haber podido jurar hoy acompañado por un Vicepresidente que no sólo competen estos mismos propósitos, sino que es prenda de garantía moral para toda la ciudadanía, porque él sigue siendo la misma voz que se levantó en 1980, en aquel plebiscito, cuando todos nosotros o casi todos no podíamos hablar. Entonces él fue una de las pocas voces que pudo levantarse.

Siento la tranquilidad de que todo eso hace el marco imprescindible para que podamos salir victoriosos de esta empresa.

No, era mi mayor ambición llegar este día aquí. Si se quiere, ésta es la culminación de un sueño compartido por todos nosotros; mi mayor ambición empieza hoy; mi mayor ambición es la de estar el 1o. de marzo de 1990 entregando el mando a un nuevo Presidente constitucional electo por el pueble.

Solo ese día podremos decir que nos cumplido; que he cumplido yo mi misión y que todos hemos cumplido nuestra misión.

Empieza una nueva etapa en el país. Importa entonces que la asumamos con la conciencia de la solemnidad de un momento histórico.

Señor Presidente este país ha vivido la soledad, por un lado, en su ser nacional, el desencuentro, cuando no la opresión en la individualidad de las personas que la componen. Hoy atravesado ya todos los laberintos de la soledad, nos encaminamos hacia una nueva etapa de cooperación y de solidaridad con todos los pueblos del mundo ahora aquí representados por tan dignos mandatarios y tan elevados estadistas que este día nos hacen el honor de acompañarnos y a quien el Uruguay recoge con tanta simpatía y cariño.

Hemos atravesado todos los laberintos de la soledad. Estamos en una nueva etapa de cooperación, estamos en una nueva etapa de solidaridad. Los desencuentros que hubo entre nosotros, hoy también tienen que quedar atrás. Para adelante, solo la libertad y el cambio de opiniones, la soledad y el desencuentro detrás.

Tenemos lo más grande; nos tenemos a nosotros mismos.

sábado, 28 de febrero de 2015

Plebiscito del 80, entre el SI y el NO: Honrar los valores democráticos o legitimar el proceso militar

La realización del Plebiscito Constitucional provocó que surgieran nuevamente voces desde los liderazgos políticos a favor y en contra. El Dr. Enrique Tarigo, ciudadano colorado conocido por su labor docente universitaria en la Facultad de Derecho sin actividad política conocida, funda el Semanario Opinar con sus páginas abiertas a varias voces opositoras de diferentes orígenes políticos. Hubo otros semanarios nacidos en esta época: Correo de los Viernes de perfil colorado-batllista dirigido por el Dr. Julio María Sanguinetti  y La Democracia de filiación blanco-wilsonista que era dirigido por el Dr. Alberto Zumarán. Durante el mes de noviembre la prensa escrita, radial y televisada bombardeó con propaganda sobre el si, o se a el apoyo a la nueva constitución con jingles pegadizos y con toda la estructura estatal en función del objetivo reformista. Por la oposición destacados juristas y políticos que no estaban proscriptos comienzan a hacer fuertes críticas desde el punto de vista académico. En realidad la pequeña luz que habilitaba la realización del plebiscito comenzó a derribar la oscuridad de la censura impuesta hasta ese momento. En el mes de julio de 1980 el Ministerio del Interior envía una circular a las jefaturas policiales en la que se autoriza la realización de actividades políticas en locales cerrados con condiciones: los ciudadanos no podían estar proscriptos y pedir permiso previamente a la autoridad policial correspondiente. En forma paralela comienzan declaraciones de militares prometiendo una apertura creciente, la voz cantante la llevaban el Coronel Néstor Bolentini y el General Abdón Raimúndez. A finales del mes de setiembre de 1980 se autoriza la campaña por el NO. En realidad la apertura y el levantamiento de las proscripciones se llevó a cabo sobre la dirigencia de  la Unión Cívica, algunos sectores dirigidos por el ex presidente Pacheco Areco y Gallinal Heber. Hubo diferentes posiciones dentro de los Partidos Políticos sobre el pronunciamiento plebiscitario: En el Partido Colorado apoyan el proyecto militar, el SI, la Unión Colorada y Batllista liderada por Pacheco Areco, en tanto que en el Partido Nacional lo hacían los sectores liderados por Alberto Gallinal, la mayoría de la Comisión de los 10 y el grupo denominado "Defensores de las Leyes" El apoyo de Jorge Pacheco Areco fue clave para el proyecto militar, de hecho era la única figura de peso real que los apoyaba y realizaron varios actos de apoyo al SI en varios populares de la capital. "Si Pacheco dijo si, no tenga miedo vote SI" Esta posición fue vista con preocupación por los sectores batllistas que hicieron gestiones para que no se pronunciara ni  hiciera campaña a favor del SI. En la semana de del 10 al 18 de octubre de 1980 viajaron a Estados Unidos, donde era Embajador Pacheco Areco, una delegación integrada por Julio María Sanguinetti, Manuel Flores Mora  Jorge Franzini donde se sumó el director del diario batllista "El Día" José Batlle Cherviere. No se tuvo éxito y la opción de Pacheco complicó la estrategia del Partido Colorado de cara al Plebiscito. El 5 de noviembre de 1980 en un documento Pacheco sostenía: " el pronunciamiento a favor del si representa una opción realista para avanzar  gradual y firmemente en el proceso de recuperación institucional de la República..." La organización partidaria colorada era débil, reuniones en la casa del Dr. Jorge Batlle y con muy poca llegada a los sectores militantes. Se crea un triunvirato integrado por el propio Dr. Batlle, Raumar Jude y Amílcar Vasconcellos. Entre setiembre y noviembre se producen los pronunciamientos de los diferentes sectores partidarios. El eje conceptual era que el apoyo al SI  legitimaba y apoyaba el proceso dictatorial. El Dr. Julio María Sanguinetti el 14 de noviembre de 1980 en una nota publicada en el diario "El Día" escribía:
"El texto constitucional sometido a ratificación plebiscitaria supone un gran retroceso en la tradición del país(...)incluso afectando el conjunto del esquema institucional que no se ha alterado con la irrupción de una filosofía ajena a la que, desde la revolución emancipadora, inspira los textos nacionales"
El primer acto del Partido Colorado por el NO realizado en Montevideo fue en el cine Cordón organizado por la Coordinadora de la Juventud del Partido Colorado. Fue un acto extenso en el que expusieron ante unas 2500 personas: Guillermo Facello, Julio Aguiar, Amílcar Vasconcellos hijo, José Luis Batlle y Enrique Tarigo.. En este discurso del Dr. Tarigo sostuvo: "(...) no podemos consagrarlo, no podemos votarlo, no podemos ostros mismos establecerlo para nosotros y para nuestros hijos porque esto contradice veinte siglos de civilización(...) no solo de progresos materiales sino de desarrollo y progreso interior, de progreso y desarrollo en la concepción misma del hombre(...).

1980: La salida plebiscitaria entre la legitimación de la dictadura y que a los vencedores no se le ponen condiciones.


 Las discrepancias entre los mandos militares y  Juan María Bordaberry culminaron con su remoción y la asunción del Dr. Demichelli. Las Fuerzas Armadas fundamentaron su decisión al no estar convencidos de "compartir el compromiso de responsabilidad histórica de suprimir los Partidos Políticos Tradicionales(...)  y  se anuncia "la inmediata promulgación de una Constitución con principios (que no) disientan con nuestras más caras tradiciones democráticas( y que) sustituyéndola durante un período transitorio por Leyes Constitucionales" La clave en el pensamiento militar era pasar el año 1976 sin elecciones pero con un plan concreto que pudiese plasmar la legitimidad de "un nuevo orden" Los militares se propusieron, entonces, una suerte de refundación institucional de todo el sistema político mediante la utilización de Actos Institucionales acompañado de un plan político con un cronograma que incluye una reforma constitucional que sería sometido al juicio ciudadano mediante un plebiscito. Este periplo  seguiría los siguientes pasos:
  1.  Principios y bases para la redacción del nuevo texto constitucional tarea que se realizará a través del Poder Ejecutivo.
  2. Elaboración del anteproyecto constitucional sobre las bases establecidas a cargo del Consejo de Estado.
  3.  La aprobación del proyecto a cargo del Consejo de la Nación y del Poder Ejecutivo actuando como Asamblea Constituyente.
Todo este proyecto estaba alejado de los mecanismos previstos en la Constitución de 1967 para su reforma y mereció la crítica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA. Además el fundamento doctrinario incluí una fuerte participación de las jerarquías militares. Este proceso planteado por el gobierno de facto dejaba de lado la opinión ciudadana, los partidos políticos y a todos los actores sociales.
La propuesta de la Reforma Constitucional se aprobó el 24 de octubre 1980 pero se había iniciado en diciembre de 1977 cuando se le encargó a la COMASPO (Comisión de Asuntos Políticos) la elaboración de las bases para orientar el contenido filosófico de la misma. Cuando le presentan el proyecto al Dr Aparicio Mendez este postergó las decisión. Como jurista discrepaba en algunos puntos de la misma.
 El 21 de marzo el anteproyecto fue presentado a la Junta de Comandantes en Jefe el anteproyecto de pautas constitucionales que fue discutida en el COSENA con el Dr Aparicio Mendez, iniciándose un desgaste en las relaciones entre el presidente de facto y los  mandos.
Al hacerse públicas las bases surgen voces discrepantes en los medios de prensa dirigidas concretamente al proyecto de creación de un Tribunal Constitucional, el Poder Ejecutivo hegemónico sobre los demás poderes, un candidato único a la presidencia, un poder ejecutivo unicameral y la legitimación institucional del COSENA.
El 20 de mayo de 1980 de conformó la Comisión de Reforma Constitucional del Consejo de Estado con las pautas elaboradas y las bases aprobadas por La Junta de Oficiales Generales. La Comisión estaba presidida por Hamlet Reyes, la vicepresidencia recayó en Federico García Capurro y el secretario fue  Enrique Viana Reyes. Los dirigentes políticos intentaron por todos los medios influir en la redacción de la Constitución sin éxito.
Sin embargo los mandos militares comienzan una serie de acercamientos a los dirigentes políticos tradicionales. Como inmediata cosnsecuencia surge dentro del Partido Nacional la" Comisión de los 10" que fue convocada por Alberto Gallinal y en el Partido Colorado la "Comisión de los 6" organizada por Carlos Manini Rios y estaba integrada además por Eduardo Jiménez de Arechaga, Máximo Gurméndez, Enrique Tarigo, José Luis Batlle y Jorge Otero Menéndez. Inmediantamente ambas comisiones presentas discrepancias y algunas observaciones lo que fue inmediatamente interpretado por los militartes como condicionamientos que derivaron en un endurecimiento y la famosa frase del T/G Juan Vicente Queirolo:" a los vencedores no se le ponen condiciones" en realidad lo que se fue configurando fue un plebiscito sobre el gobierno militar con el trasfondo del proyecto constitucional (Demasi, C. Pág 79)
El 30  de setiembre se aprobó el texto del anteproyecto constitucional, el 24 de octubre fue  convocado el Consejo de la Nación actuando como asamblea constituyente y el 31 de octubre  se aprobó el proyecto a plebiscitarse 30 días despues. Inmediatamente se inicia unna gigantesca campaña publicitaria por parte del gobierno, en tanto que la oposición comienza a reclamar espacios de debate, que desde una multiplicidad de semanarios comienza a manifestarse.

martes, 24 de febrero de 2015

El Plan Fundacional de la dictadura:Reforma Constitucional y la apertura al sistema político 1976-1980.


Cunado se produce la destitución de Juan María Bordaberry el 12 de junio de 1976 es convocado para sucederlo el presidente del Consejo de Estado, Dr. Alberto Demichelli para asumir el cargo de presidente de la República. Ese mismo día se dictan los actos institucionales número 1 y 2. Estos actos eran decretos del Poder Ejecutivo que tenían rango constitucional. o sea que modificaban el texto constitucional. Como consecuencia de los mismos se suspende la convocatoria a las elecciones nacionales previstas para el mes de noviembre de 1976 y se crea el Consejo de la Nación que integra al Consejo de Estado con la Junta de Oficiales Generales de las Fuerzas Armadas. la función de este último era designar al Presidente de la República. a lso miembros de la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y los miembros de la Corte Electoral. El Dr Demichelli va a renunciar cuando decide no firmar el Acto Institucional número 4 que establecía la proscripción genérica de todos los políticos. Asume el presidente del Consejo de Estado, el Dr. Aparicio Méndez por el período 1976-1981 entran en vigencia los actos institucionales 3 y 4. El Acto Institucional número 3 establecía que  el Poder Ejecutivo será ejercido por el Presidente de la República actuando con el COSENA o con el Consejo de Ministros. Además se determinaba que los integrantes del COSENA tendrían rango ministerial. Queda claro que el Cosena, entonces, no era consultivo sino que integraba el ejecutivo. En el artículo 2 se crea el Ministerio de Justicia y por los artículos 3 y 4  la Secretaría de Planeamiento, Coordinación y Difusión(SEPLACODI) con jerarquía ministerial y dependiente del Poder Ejecutivo. Las Intendencias se mantenían en régimen de intervención.
El acto número 4 prohibió toda actividad política por espacio de 15 años, incluyendo el voto a todos los candidatos en las elecciones de 1966 y 1971 pertenecientes a los partidos políticos disueltos el 12 de noviembre de 1967 y el 26 de noviembre de 1973, o sea todos los de raíz marxista. La prohibición se extendió también a todas las organizaciones políticas que estuvieran asociadas con los partidos proscriptos, a todos los que estuvieran procesados por delitos contra la administración pública, a todos los candidatos presidenciales y vicepresidenciales en las elecciones del 1966 y 1971 y también a todos los directorios de los partidos políticos. El alcance de esta medida abarcó a unas 17000 personas.
Simultáneamente se renovaron los Intendentes excepto el de Montevideo Dr. Oscar Rachetti. En 1976 Estados Unidos suspende la ayuda militar al Uruguay debido a las denuncias que uruguayos en el exilio realizaban sobre la situación de los Derechos Humanos en Uruguay. También se inaugura el puente internacional San Martín sobre el Río Uruguay.
El 28 de abril de 1977 finaliza su mandato el Comandante de la Armada Nacional V/A Hugo Márquez. Fue el primer relevo de los hombres de febrero, en enero de 1978 se retira el Brigadier General Dante Paladini de la Fuerza Aérea; la designación del general Gregorio Alvarez en el Comando del Ejército y el pase a retiro de los generales Esteban Cristi y Eduardo Zubía. Estas circunstancias van a reactivar una interna dentro del ejército que estaba latente desde 1973. El 21 de mayo el Presidente Méndez en una conferencia marca los lineamientos del gobierno sobre los partidos políticos el sufragio y el proyecto de reforma constitucional denominando todo el proceso "nueva institucionalidad".
El 19 de junio en una multitudinaria manifestación popular se ubican los restos de Artigas en el Mausoleo construido en la Plaza Independencias. El 27 de junio se establece la disponibilidad de los funcionarios públicos.
El acto número 8 reestructura  la administración de justicia que en los hechos significó abandonar el principio de separación de los Poderes del Estado y la subordinación al Poder Ejecutivo. La Suprema Corte dejó de estar en la cúspide de un Poder del Estado. Será designada por el Consejo de la Nación a propuesta del Poder Ejecutivo. El primero de agosto es secuestrado el periodista Julio Castro de larga trayectoria en la redacción del Semanario Marcha. la Embajada de Estados Unidos recibe al Secretario Adjunto para Asuntos Latinoamericanos Mr. Terence Todman que declaró " Creo primordial que el gobierno tome medidas para combatir el terrorismo. Pero no creemos que con ese fin el gobierno deba utilizar métodos ilegales o métodos que violenten los derechos del hombre"
El 9 de noviembre el gobierno anuncia que convocaría a lecciones en 1981 en un proceso gradual que recorrería tres etapas:
  1. Plebiscito para aprobar una nueva Constitución que incluiría los Actos Institucionales.
  2. Elecciones con candidato único en 1981 emergente de los "depurados" Partidos Tradicionales.
  3. Elecciones con dos candidatos en 1986.
A partir de 1978 los Partidos eligen sus autoridades en tanto que el líder nacionalista Wilson Ferreira Aldunate declara desde Londres: "En nombre del Partido Nacional, puedo decir terminantemente, que con nosotros no se ha contado, ni se cuenta, ni se contará jamás para una solución que repose sobre la exclusión de ningún partido político de la vida nacional, ya sea que esté cerca nuestro en en las antípodas"

De la represión al inicio de la salida de la dictadura. Primera etapa "La casa en orden"


 El inicio del proceso de facto contó con el apoyo se sectores de los partidos tradicionales, sobretodo los vinculados a los liderazgos de Pacheco Areco en el Partido Colorado, Aguerrondo y Echegoyen en el Partido Nacional. Posteriormente serán los principales actores políticos civiles del proceso integrando el Consejo de Estado, o cargos en la Administración.
Utilizaremos la clásica periodificación realizada por Luis Eduardo González que divide los doce años del período de dictadura en tres etapas:
  1. La dictadura comisarial entre los años 1973 y 1976 y que se caracterizó por una gran represión a los enemigos ideológicos del régimen en un amplio espectro: tupamaros, partidos políticos de izquierda y tradicionales colorado y blanco, el Poder Legislativo. A lo que se suma una fuerte censura de prensa y perdida de la libertad de reunión y asociación. Para el proceso era "poner la casa en orden".
  2. Ensayo fundacional se desarrolla entre 1976 y 1980. El objetivo era darle legitimidad al régimen, un modelo económico neoliberal y un sistema político que vinculara lo civil con lo militar.
  3. Transición democrática que se extiende desde el triunfo del NO en el plebiscito constitucional de 1980 hasta 1985. En este periodo se realiza todo el entramado político de salida de la dictadura, las condiciones, los reemplazos las desproscripciones.
Dentro del nuevo marco institucional de facto se producen una serie de hechos que van marcando una consolidación férrea del mismo. El 27 de octubre de 1973 en la Facultad de Ingeniería estalla una bomba y muere un estudiante que trabajaba en ella. Esto origina una andanada de allanamientos en los centros educativos en los que se descubren diversos materiales de propaganda y algunos explosivos de fabricación casera. El 28 de octubre de 1973 se inicia la Intervención de la Universidad de la República con el arresto de sus autoridades.
El  28 de noviembre se disuelven partidos y asociaciones consideradas enemigas del régimen por su ideología marxista: Partido Comunista, Partido Socialista, Unión Popular, M26 Movimiento 26 de marzo, MRO Movimiento Revolucionario Oriental, Unión de Juventudes Comunistas La FEUU se clausuran locales y se incautan todos los bienes.
El 19 de diciembre de 1973 se instala el Consejo de Estado con el objetivo de sustituir al Poder Legislativo con la presidencia del Dr. Martin Echegoyen, en el mismo aparecen personalidades de los Partidos Tradicionales e independientes que apoyaron el golpe.
Como hecho importante bilateral se firma el Tratado del Río de la Plata y su frente marítimo entre Juan María Bordaberry y Juan Domingo Perón.
El 21 de febrero de 1974 se aprueba la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas que incluye la Doctrina de la Seguridad Nacional.
Se clausuran definitivamente el diario  Ahora y el semanario Marcha y sus directores acusados de apología de la sedición. En 1975 se decreta año de festejos de los hechos del sequiscentenario de 1825 o Año de la Orientalidad, entre otros hechos se repatrian los restos del Coronel Lorenzo Latorre.

A fines de 1975 se anuncia oficialmente el descubrimiento del aparato militar del Partido Comunista y la detención de 500 militantes y afiliados. En mayo del 76 son asesinados en Buenos Aires Zelmar Michelini y Héctor Gutierrez Ruiz.. Una serie de circunstancias llevan a la destitución del Presidente de facto Juan María Bordaberry, una de ellas fue el debate sobre  la conveniencia de prescindir de los Partidos Políticos y sustituirlos por corrientes de opinión hasta que el país superase la crisis política y económica que tenía. En realidad Bordaberry había sido sostenido como presidente para disimular en parte la naturaleza inconstitucional del régimen y en realidad para aplacar los apetitos de trascendencia de algunos generales por el control absoluto del proceso. El 12 de junio de 1976 Juan María Bordaberry  fue derrocado por las Fuerzas Armadas.

El Golpe de Estado en su fase final: Represión y resistencia a partir del 27 de junio de 1973.


En los comunicados realizados por los mandos rebeldes insubordinados, y viendo los apenas dos centenares de personas congregadas ante el llamamiento del presidente Bordaberry para defender la democracia, las interpretaciones de lo que estaba sucediendo era por lo menos confusa. En la madrugada del 9 de febrero se inician conversaciones entre el sistema político, no todo, y los mandos con el objetivo de formar un gobierno provisorio y enseguida llamar a nuevas elecciones. La central de trabajadores (CNT) también inicia conversaciones entre gremios y con los mandos. Desde 1964 había una pauta escrita de que en caso de Golpe de Estado se iría a la huelga general. El comunicado número 7 tenía algunos aspectos que eran similares a la plataforma de la izquierda como: "la tierra para quién la trabaje o redistribución de la tierra" y otros totalmente vinculados a la doctrina de Seguridad Nacional. Acá parte de la izquierda, el partido Comunista y su vocero el diario "El Popular" ve una veta nacionalista peruanista en los militares y surge un apoyo inicial a lso comunicados.
En forma paralela el Frente Amplio de reciente creación realizaba un gran acto de masas en la vía pública y allí se plantea un consigna ambigua sosteniendo que el problema era entre el pueblo y la oligarquía. En dicho acto el General Líber Seregni solicita a viva voz la renuncia del presidente Bordaberry y convoca desde el mismo acto a una consulta popular. La evolución fue distinta, ni los militares eran peruanistas, ni el presidente Bordaberry renunció. Se produce un acuerdo entre él y los mandos militares. La realidad era que la suma de errores, la perdida de valores democráticos, la prisión del Dr. Jorge Batlle, el protagonismo militar y el aislamiento político absoluto de Bordaberry llevan al denominado "Pacto de Boiso Lanza" donde el presidente pasará a tener funciones administrativas, políticas y de representación. Se crea el "Consejo de Seguridad Nacional (COSENA) donde van a convivir el Presidente y sus ministros, los Comandantes en Jefe de las tres armas y el Jefe del Estado Mayor Conjunto. Para el embajador de los Estados Unidos, Charles Adair se había consumado un golpe de Estado "soft" y se había instaurado un cogobierno civil y militar que ahora si no dudaría de dar los pasos antidemocráticos que fueran imprescindibles. La verdad es que el poder ahora gravitaba en las Fuerzas Armadas que , derrotada la guerrilla, ven ahora en el sistema político las trabas a los planes de desarrollo nacional sostenido en la doctrina de la seguridad. En manera simultánea a estos hechos ocurrían paros, actos políticos callejeros, ocupaciones y movilización creciente del sindicalismo que reclama cambios en el sistema económico y siempre exigiendo la renuncia del Presidente como llave para solucionar los problemas populares. Con motivo de la negativa del Parlamento a quitarle los fueros al senador Enrique Erro, la presión militar convencida de la vinculación del mismo con la subversión y el Comunismo Internacional, lleva al Presidente Bordaberry a firmar la disolución de las cámaras el 27 de junio de 1973. La fase tres del golpe había terminado con el mismo Presidente convertido en dictador. Tal como estaba previsto la CNT inicia una huelga general con ocupación de los lugares de trabajo, a esto se suman los gremios estudiantiles entre los cuales la FEUU (Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay) paralizan la educación superior ocupando las facultades de la Universidad de la República. El día 30 el gobierno decreta la disolución dela Central Obrera y la declara asociación ilícita, clausurando sus locales y arrestando a los principales dirigentes. Todos los dirigentes opositores fueron detenidos en el Cilindro Municipal, un estadio cerrado de grandes dimensiones. El Partido Nacional y el Frente Amplio realizan una declaración conjunta denominada "bases para la salida de la actual situación" y propones para el 9 de julio una gran manifestación por la principal avenida de Montevideo la cual fue reprimida con gran dureza.
Se suspenden las actividades de todos los Partidos Políticos, se declaran ilegales a todos los partidos de izquierda que integraban el Frente Amplio con la excepción del Partido Demócrata Cristiano (PDC). De hecho todos los integrantes de estos partidos caen en el concepto de asociación para delinquir. Se suprime el derecho a huelga de los trabajadores y  a partir de 1974 los problemas laborales se manejan a través de la Comisión de Asuntos Laborales de las Fuerzas Armadas. En 1973, en el mes de octubre, se promulga el decreto de intervención de la Universidad y detenía al rector y a todos los decanos. La libertad de información se va cerrando cada vez más, numerosas publicaciones de todo el país fueron clausuradas y el resto debía convivir con la amenaza permanente de suspender las publicaciones o ser requisadas en su totalidad. Las agencias internacionales debías entregar una copia de sus envíos al exterior previamente, surge la peor de las censuras, la autocensura.
El País Modelo se había convertido en el modelo totalitario de control de la población.

martes, 17 de febrero de 2015

El golpe de febrero. Fase dos del Golpe de Estado de 1973.


" Los mandos militares conjuntos del Ejército y la Fuerza Aérea, ante la crisis que afecta al país y a los efectos de despejar hasta la última duda que pueda existir en el espíritu de todos los uruguayos sobre las causas que la han ocasionado, sienten el deber moral de informar lo siguiente:
  1. Si bien se ha manifestado la solicitud al señor presidente de la República de que disponga el relevo y se ha declarado la decisión de desconocer la autoridad del señor ministro de Defensa Nacional, se expresa con la más absoluta lealtad hacia el pueblo y sus autoridades nacionales que dicha posición no obedece a que se cuestione la persona misma del mencionado jerarca, sino lo que él representa y las graves consecuencias que derivarían en el ejercicio de su cargo.
  2. Inmediatamente de asumido su cargo, el actual ministro puso de manifiesto encontrarse empeñado en cumplir la tarea de impedir, mediante la desarticulación de los mandos, que las Fuerzas Armadas cumplieran con la misión de alcanzar los objetivos que se han impuesto de restablecer el orden interno y brindar seguridad al desarrollo nacional en procura del bienestar general dentro del sistema democrático republcano de acuerdo con la filosofía actual con las Fuerzas Armadas"
Fragmento del comunicado número 4 de febrero de 1973.
De febrero de 1973 a junio del mismo año, o el golpe de estado en sus fases dos y tres. También denominado el Golpe en cámara lenta.
El 7 de febrero de 1973, el presidente Juan María Bordaberry determina que el nuevo ministro de Defensa Nacional sea el general (r) Antonio Francese, que ya había sido ministro durante la administración de Jorge Pacheco Areco en esa misma cartera y por espacio de nueve meses también el el Ministerio del Interior. Se le reconoce por parte de todos los analistas como una figura con autoridad y constitucionalista. Esta acción del presidente Bordaberry se debe a las fase uno del proceso que lleva al golpe de Estado cuando las Fuerzas Armadas, pasando por encima de su rol, acusaron al Dr. Jorge Batlle de ofender la moral de la fuerza, siendo detenido por las Fuerzas Armadas el 27 de octubre de 1972 siendo interrogado por su participación (comentario generalizado en ese entonces) en una "infidencia" en el marco de la gran devaluación del peso uruguayo realizada en el mes de abril de 1968. En esta circunstancia el presidente Bordaberry no mostró señales claras de defender la verticalidad del mando y menos de proteger a su principal aliado en el gobierno como lo era la lista 15 liderada por el propio Dr. Jorge Batlle. La perdida del apoyo de la 15 en el gobierno fue inmediato retirando del gobierno a ministros y otros colaboradores del mismo. El vacía y aislamiento del gobierno de Bordaberry fue grande. Para detener el protagonismo militar se decide colocar al general Antonio Francese como equilibrio ante el desborde y crecimiento del protagonismo militar. En realidad no es posible comprender la fase tres del golpe de junio de 1973 sin tener en cuenta la insubordinación y posterior levantamiento militar en febrero, cuatro meses antes, cuando irrumpen en forma impune en el escenario político nacional.
La prisión del Dr. Batlle fue seguida por una serie de críticas por parte de las Fuerzas Armadas a la clase política, al parlamento y con masivas denuncias de corrupción y desfalcos económicos que en general nunca fuero probadas. En lugar de mandar a silencio a las Fuerzas Armadas el gobierno envío un proyecto de ley sobre mecanismos de represión de los ilícitos económicos siendo promulgada el 17 de noviembre como la ley 14095. El 30 de octubre el gabinete en pleno presentó renuncia para que el presidente Bordaberry reorganizara el equipo de gobierno.
El 29 de noviembre el Senador Amilcar Vasconcellos(colorado, batllista) enuncia en la Asamblea Nacional un plan de las Fuerzas Armadas para desprestigiar al sistema político. A partir del 30 de noviembre y hasta el 15 de febrero de 1973 se suspendieron las garantías individuales. Lo trascendente del final del año 1972 fue la derrota militar de la guerrilla, sin embargo el objetivo de las Fuerzas Armadas a partir de ese momento era el sistema político.
Cronología de la fase 2 del golpe de Estado que culminara en junio de 1973.
  1. 1 de febrero de 1973 el senador Vasconcellos difunde un mensaje donde advierte el inminente avance las Fuerzas Armadas contra las instituciones republicanas. Al día siguiente Bordaberry desautoriza esta versión.
  2. El 6 de febrero ante la renuncia del ministro de Defensa Nacional el Dr. Armando Malet, se designa al gral(r) Francese para ocupar ese cargo. Inmediatamente los mandos del Ejército y la Fuerza Aérea desconocen la autoridad del ministro y le sugieren al presidente que lo releve.
  3. El 8 de febrero renuncia a su cargo, su renuncia no es aceptada por Bordaberry. También renuncia el general César Martínez, Comandante en Jefe del Ejército. Esa noche el presidente Bordaberry reclama cordura y pide apoyo a la ciudadanía exhortándola a defender las instituciones concurriendo a la Plaza Independencia. Simultáneamente los militares ocupan canales de TV y las radiso.
  4. El 9 de febrero los mandos rebeldes emiten el comunicado número 4, la Armada Nacional clausura la Ciudad Vieja con un cerco que se extendía desde la bahía al Río de la Plata. El comandante de la fuerza, C/A Juan José Zorrilla declara la fuerza leal a las instituciones. Comienzan movimientos de tropas con una inminente guerra civil, en tanto negocian los mandos para buscar una unidad en el levantamiento. Ese mismo día se hace cargo del Comando del Ejército el Gral, Hugo Chiappe Posse, elegido por los mandos rebeldes; en tanto los ministros Walter Ravenna, Juan Carlos Blanco y Luis Balparda Blengio inician una mediación entre los mandos rebeldes y el presidente Bordaberry.
  5. El 10 de febrero se emite el comunicado número 7.
  6. El 12 de febrero renuncia el C/A Zorrilla y asume l cargo el C/N Conrado Olazábal. La Marina se retiró de la Ciudad Vieja, con la intención manejada por el presidente Bordaberry de apaciguar a los militares rebeldes. Punto culminante de las negociaciones entre el poder civil y el militar. Ese mismo día se produce el acuerdo derivado de la reunión en la base de la Fuerza Aérea de Boiso Lanza: asume el Dr. Walter Ravenna como ministro de Defensa y el coronel Néstor Bolentini como Ministro del Interior.
  7. El 13 de febrero el senador Wilson Ferreira Aldunate líder de la oposición declaró:" Las Fuerzas Armadas, que hoy imponen condiciones programáticas al Presidente  de la República y a través de él a todo el sistema político del país, infieren un grave daño al país(...) No están habilitadas constitucionalmente para gobernar la República, pero tampoco están capacitadas para hacerlo"
La segunda fase del golpe había concluido con apoyos extraños. La izquierda, el Partido Comunista y otros sectores veían en el levantamiento un símil peruanista. Se darían cuenta de su error poco tiempo después.

Los genocidios del siglo XX | Qué Aprendemos Hoy

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lunes, 16 de febrero de 2015

El Golpe de Estado de 1973. Primer acto. El cumpleaños del Dr. Batlle.


El primero de marzo de 1972 asume la Presidencia Juan María Bordaberry y Jorge Sapelli la vicepresidencia, ambos electos por el Partido Colorado. El presidente contó con el respaldo de su sector político, el pachequismo y de Unidad y Reforma lista 15. No tenían mayoría parlamentaria y se buscó el apoyo del Partido Nacional. El Partido Colorado había obtenido 13 bancas en el senado y 41 bancas en la Cámara de representantes. el Partido Nacional 12 bancas en el Senado y 40 en diputados y el FA 5 bancas de senadores y 18 en la Cámara de Representantes. Bordaberry realizó una serie de entrevistas con el Presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional C/N (r) Omar Murdoch y los principales dirigentes nacionalistas. La mayoría de los blancos que respondía al liderazgo de Wilson Ferreira Aldunate se negaron a colaborar con el gobierno. En cambio si aceptó el sector herrerista minoritario que había llevado adelante loa candidatura de del general  Aguerrondo. Este acuerdo recibió el nombre de "pacto chico" y permitió al Poder Ejecutivo una frágil mayoría de 50 diputados y 16 senadores. a partir de junio de 1972. la situación general del país era casi comparable a una guerra civil con una andanada muy fuere de acciones del MLN-T. Desde el 9 de setiembre de 1971 el gobierno anterior había encomendado la lucha antisubversiva a las Fuerzas Armadas y se había creado la Junta de Comandantes en Jefe a partir del 17 de diciembre. A partir de esta fecha el protagonismo militar fue creciendo inexorablemente en una suerte de equilibrio inestable entre lo cívico y lo militar. Algunos hechos del 'período muestran lo dramático de la situación:
  1. El 9 de marzo de 1972 la Asamblea General deja sin efecto los decretos del Poder Ejecutivo que fundamentaban las Medidas Prontas de Seguridad. Ese mismo día el Poder Ejecutivo remite al Legislativo un Proyecto de Ley de Seguridad del Estado.
  2. El 12 de abril vuelven a fugarse del penal de Punta Carretas 15 integrantes del MLN-T conjuntamente con 10 delincuentes comunes.
  3. El 14 de abril en la mañana son asesinados por comandos tupamaros los policías Delega y Leites, el C/C Ernesto Motto y el profesor Armando Acosta y Lara. Como respuesta en un allanamiento mueren cuatro tupamaros y son  detenidos otros cuatro. Ese mismo día el Poder Ejecutivo pide audiencia al Poder Legislativo para suspender las libertades individuales y decretar el estado de guerra interno.
  4. El 15 de abril el Poder Legislativo accede a suspender las libertades individuales por treinta días y a decretar el estado de guerra interno con el objetivo de combatir la subversión y al solo efecto del artículo 253 de la Constitución que permite el funcionamiento de la Justicia Militar en lugar de la civil en los delitos de sedición.
  5. El 24 de abril es secuestrado el diputado y Presidente de la Cámara de Diputados Héctor Gutierrez Ruiz, es liberado al día siguiente.
  6. El 18 de mayo, día de las Fuerzas Armadas, son asesinados 4 soldados que estaban de guardia en un Jeep frente al domicilio del Comandante del Ejército, general Florencio Gravina.
  7. El 24 de mayo se ubica dentro de la estancia Spartacus una amplia Tatucera donde se escondían armas y lugar de escondite del MLN-T
  8. El 27 de mayo se libera la cárcel del pueblo de la calle Juan Paullier 1192 los secuestrados un año atras Carlos Frick Davies y Ulysses Pereyra Reverbel y se detiene cuatro tupamaros.
  9. El 12 de junio se inicia un debate entre la CEU (Conferencia Episcopal Uruguaya) y el Presidente Bordaberry sobre el trato inhumano que se dan a los prisioneros detenidos por las Fuerzas Conjuntas.
  10. El 20 de junio las Fuerzas Conjuntas exhuman el cadáver del peón rural Pascasio Ramón Baez Mena en la estancia Spartacus que había sido asesinado por el MLN al descubrir en forma casual la tatucera.
  11. El 10 de julio se promulga la ley 14068 sobre Seguridad del Estado que modifica el Código Penal militar, el Código Penal Ordinario y la Ley de Imprenta
El 26 de octubre el dirigente  de Unidad y Reforma, Lista 15 del Partido Colorado. Dr. Jorge Batlle realiza un discurso por Radio y TV en el que se refiere a " la ola de rumores en los cuales el país ha vivido en las últimas semanas. Rumores sobre inestabilidad institucional...una campaña sobre ilícitos económicos, partidos políticos y dirigentes políticos, que han venido a sustituir o reemplazar en la atención pública  a la propia sedición" Se refirió además a los procedimientos realizados por lo militares en relación a la infidencia. Sostuvo que si los militares lo realizaron por propia iniciativa el hecho revela " falta de disciplina en un lugar donde la disciplina es fundamental" y que "si lo realizaron por consejo de Amodio Pérez, da la pauta que alguna gente puede decir verdad cuando dice que el contacto permanente con algunos ideólogos de la sedición y alguna gente, les ha hecho creer un poco las razones que la sedición aducía para matar oficiales y matar civiles y para secuestrar gente" (...)"si fue por orden superior, entonces tiene que hablar claro"
El 27 de octubre, a las 14:50, el Dr. Jorge Batlle fue detenido por las Fuerzas Armadas en el local del diario Acción que dirigía por el discurso que había efectuado el día anterior. Estuvo preso hasta el 20 de noviembre. La consecuencia inmediata fue el retiro del sector quincista del gobierno y pasar a la oposición. El presidente Bordaberry perdió un apoyo fundamental. En tanto la sociedad uruguaya no percibió que la primera  fase el golpe de Estado se había cumplido.

HOMENAJE A JUSTINO GIMENEZ DE ARECHAGA por Enrique Tarigo.


"No creo que a esta altura se puedan agregar conceptos importantes sobre la personalidad magnífica del Maestro Justino Jiménez de Aréchaga. Sin embargo,sentiría que estoy incumpliendo un deber conmigo mismo e, incluso, con este Cuerpo, si no sumara mis palabras a las expresadas por los señores senadores que me precedieron.
Tuve la suerte y la felicidad de ser alumno del doctor Justino Jiménez de Aréchaga en sus dos cursos de la Facultad: en el de Derecho Constitucional I y en el de Derecho Constitucional II. También tuve la suerte, a poco de haber egresado dela Facultad y en virtud de un juicio en común que tuvimos, de comenzar una sólida amistad con el doctor Jiménez de Aréchaga, que se prolongó e intensificó,naturalmente, en los años de la dictadura. Tan fue así que en ese entonces y apropósito de una presunta ofensa inferida en juicio -él sostenía que le habían inferido una ofensa- me hizo el honor de designarme como su representante en una gestión caballeresca que felizmente culminó sin llegar a duelo.
En 1974, ya en plena dictadura, integrando la Junta Directiva de la Fundación de Cultura Universitaria, propuse la reedición de los dos tomos de la "Teoría del Gobierno", proposición que, naturalmente, fue aceptada de plano y dela que tuve el honor -de redactar el prólogo con que esa segunda edición apareció. Como en ese entonces yo ejercía el periodismo en el diario "El Día", a la semana siguiente publiqué mi nota, dominical sobre esa reedición. Ella tenía por título "Acontecimiento editorial", es breve y que me voy a permitir leerla, porque lo que sostenía en 1974 lo sostengo desde luego también en 1988.
Decía allí:"La Fundación de Cultura Universitaria, en cumplimiento de una decisión que la honra, ha obtenido el consentimiento del doctor Justino Jiménez de Aréchaga para reeditar su ‘Teoría del Gobierno’, publicada en dos tomos en los que se recogiera parte de la enseñanza universitaria impartida en la década del 40 por quien fuera profesor titular de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Editada originariamente en 1944, esta obra fue varias veces reimpresa en los años siguientes. Luego de ello, absolutamente agotada, la obtención de alguno de sus tomos se convirtió en una verdadera proeza. Esta nueva edición de la "Teoría del Gobierno" ha venido,pues, a rescatar, fundamentalmente para las nuevas generaciones una obra magnífica por muchas razones y verdaderamente imprescindible por muchas otras.
Ni el autor ni la obra necesitarían obviamente, presentación alguna. Sin embargo,ese manto de silencio que cubrió a esta obra durante los últimos quince o veinte años y el desconocimiento de ella por parte de los más jóvenes, pensamos nos autoriza a puntualizar aquí algunas cosas que son importantes, aunque no sean naturalmente originales. Justino Jiménez de Aréchaga ha sabido cumplir la tarea enorme de honrar un apellido ilustre de constitucionalistas y convertirse en el más alto de los constitucionalistas uruguayos contemporáneos.
Retirado voluntaria y prematuramente de la docencia activa poco antes de la sanción de la Ley Orgánica de la Universidad, fue investido por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales con el titulo de Profesor Emérito. No terminó entonces su enseñanza, sino que la siguió volcando con la más absoluta naturalidad desde los más diversos desempeños a los que lo llevó su itinerario vital, Presidente,durante largos años de ANDEBU, también desde allí nos brindó su magisterio. El folleto editado por dicha institución en 1963, ‘Una ofensiva contra la radio y la televisión’ como respuesta contra un absurdo proyecto presentado en el Parlamento, lo muestra impugnando con razón y elocuencia, la equivocada tesis en la que se fundaba dicho proyecto al establecer que la radiodifusión y la televisión constituyen un servicio público, premisa antidemocrática sin la más mínima duda.
En días recientes hemos sabido de Aréchaga, a través de la noticia cablegráfica,ejerciendo su alto magisterio desde la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA y realizando en Chile una investigación sobre la vigencia de dichos derechos, cuyas conclusiones han debido ser admitidas por el propio Gobierno chileno.
Si tuviéramos que sintetizar en una frase la personalidad de Justino Jiménez de Aréchaga -y el periodismo obliga a este tipo de síntesis- diríamos que es el paradigma del liberal fiel a sí mismo. En épocas en que tantos liberales han claudicado en el mundo, a un lado y al otro, unos por impaciencia, creyendo que a la libertad debía superponerse una pregonada justicia social, otros por reacción contra los primeros, creyendo que el orden puede ser el sustitutivo dela libertad, Aréchaga ha permanecido en su tesitura de siempre, en su trinchera de siempre, aferrado a su bandera de siempre, a la de la democracia, a la de la libertad, a la del liberalismo como sustancia y esencia de la democracia, como síntesis armoniosa y no superada.
Su"Teoría del Gobierno" es la obra de un jurista, de un constitucionalista, de un profesor que vuelca en ella sus conocimientos, su información, su razonamiento y su meditación. Pero es, además, la obra de un liberal. La hemos releído parcialmente ahora, después de más de veinte años, y nos ha vuelto a producir el impacto que nos causara su estudio en nuestra juventud. Carecería de razón pretender formular una reseña de la misma. Tomemos un ejemplo cualquiera entre los muchos posibles. Al explicar la forma de Gobierno, analiza de manera sintética y clara, diversas concepciones desde Herodoto hasta Kelsen y luego apunta su criterio. "Actualmente advertimos dos grandes concepciones antagónicas, en cuanto al Estado: los que lo conciben como un régimen fundado en el consentimiento de los hombres y los que lo entienden como un régimen de poder aplicado a los hombres. Esta diferencia esencial entre los dos modos de concebir el Estado da, por un lado, los regímenes de opinión y, por otro, los regímenes de fuerza. Esto es lo que ha de permitir establecer una distinción entre las actuales formas de Gobierno: por una parte, los que reposan en la opinión y, por otra, los que lo hacen en la fuerza. Es así como las dos grandes ideas de poder y de consentimiento, en su oposición, van a permitirnos construir el esquema de este curso en todo lo quede él falta desarrollar".
Luego,reseña la opinión de un publicista inglés, Crosman, quien afirma que es unacaracterística de la época actual la homogeneidad del sistema de vida vigente en todos los Estados, sosteniendo que hay muchos más puntos de contacto entre un inglés, un alemán o un ruso contemporáneos, que los que habría entre cualquiera de sus antepasados de hace dos siglos. Todo esto lo llevaba a la conclusión -que afirmaba- de la existencia de un parecido básico entre la organización política de los diversos Estados contemporáneos.
A renglón seguido, Justino Jiménez de Aréchaga decía, con esa expresión franca y tajante que era característica de su estilo, que aquél estaba profundamente equivocado, para señalar luego la configuración de dos concepciones de la vida humana, opuestas entre sí y que han engendrado dos tipos de comunidades políticas. Por un lado, las que aún admitiendo la necesidad de restringir los poderes de autodeterminación individual como medio de mantener la paz y la armonía del grupo, reposan, sin embargo, en un último análisis, en la afirmación de que el hombre es la medida de todas las cosas. Frente a ella, la otra tendencia, inspirada en una filosofía transpersonalista, no concibe otro modo de salvar esta contingencia histórica, de superar esta crisis de seguridad, que el de levantar, por encima de todas las cabezas -aunque para ello sea necesario segar algunas- un ente místico, supra individual que podrá llamarse raza, nación, Estado, clase, a cuyas reducidas necesidades de fortalecimiento e imperio deben sacrificarse los destinos Individuales.
"No hay diferencia fundamental" agregaba "entre la actitud de estos hombres contemporáneos que admiten la disolución de su personalidad en un Estado que les asegura la supervivencia a cambio de la libertad, con la de aquellos infelices vasallos de la Edad Media que para evitar ser asaltados en los caminos, entregaban también su libertad al señor feudal, a cambio delprivilegio de vivir sometidos dentro del recinto amurallado de la ciudad".
Mi artículo periodístico terminaba diciendo que "Carnelutti proponía -y hemos adherido con fervor a su proposición en el prólogo de un pequeño volumen de carácter puramente docente- que quien enseña debe, por encima de todas las cosas, enseñar con el ejemplo del amor por la verdad y que el mejor ejemplo de amor por la verdad es creer en aquello que se enseña".
"Aréchagay su ‘Teoría del Gobierno’, hoy reeditada, nos resultan la confirmación práctica y plena del admirable consejo del maestro italiano".
Como anécdota quisiera agregar -porque, puede servir para mostrar una de las facetas de la personalidad de Justino Jiménez de Aréchaga- que en esos años oscuros de la dictadura el doctor Barbagelata y quien habla, concurrimos, una mañana fría de domingo en nombre de la dirección del diario "El Día", a la casona de Jiménez de Aréchaga sita en la calle Pablo de María, para ofrecerle integrar la Dirección de ese diario. Nos recibió en el gran patio, frente a esa estufa de leños encendidos y después de agradecernos el ofrecimiento, se negó terminantemente a aceptarlo. Su argumento fundamental, además de las razones de salud, que entonces ya pesaban, era que él no podría escribir contra la dictadura más que improperios, ya que no se consideraba en condiciones de hacerlo de otra manera.
Nos dijo que admiraba la capacidad y la paciencia que teníamos para desarrollar en artículos periodísticos mensajes subliminales que, a veces, estaban dirigidos a otras circunstancias, a otros países, a otras condiciones pero cuyo destinatarios eran, claramente, el Uruguay y el gobierno militar que porentonces usurpaba el poder en el país.
Años después, estos libros que recogieron parte de su producción periodística,fueron engalanados con una presentación excesiva y generosa del doctor Jiménez de Aréchaga, que soy el primero en señalar que es absolutamente inmerecida; sin embargo, seguramente ella trasuntaba esa admiración que Justino sentía por quienes podían escribir sobre la dictadura sin decir improperios.
Me uno, pues, al homenaje que el Senado le hace a su memoria. Me permito proponer-quizás no como una moción definitiva, sino solamente exploratoria- que se faculte a la Presidencia del Senado a estudiar la posibilidad de que el Cuerpo reimprima su obra, "La Constitución Nacional" y los cuatro tomos sobre la del año 1952. Esos libros están absolutamente agotados y no tienen el mercado estudiantil que es el que ayuda, por su número, a realizar las ediciones de libros jurídicos. Los estudiantes no pueden hacer -no tienen tiempo o ganas de realizarla- la labor comparativa que significa ir pasando dela Constitución de 1942 a la de 1952 y luego a la vigente; pero creo que esos libros no deben perderse. La Biblioteca del Palacio Legislativo, incluso, tiene dificultades debido a que cuenta con media docena de ediciones completas de esos tomos, pero están permanentemente prestados.
Compartiendo lo que expresaba el señor senador Aguirre en el sentido de que el -doctor Justino Jiménez de Aréchaga es no el senador número 32 del Cuerpo sino, quizás,el primero, digo que deberíamos hacer un esfuerzo para publicar nuevamente esa obra que es imperecedera y que el país tiene necesidad de difundirla y conocerla.
Sé que la misión del Senado y de la Cámara de Representantes no es la de convertirse en editores, pero a veces estas normas se transgreden, y me parece que esta excepción es por demás merecida.
Nada más."

1971: La campaña electoral en un clima enrarecido. La elección de Juan María Bordaberry


1971, año  electoral, se desarrolló entre desbordes institucionales, agitación callejera, conflictos gremiales, funcionamiento bastante complicado de la educación. Se le deben sumar los secuestros realizados por los movimientos guerrilleros y el accionar de la ultraderecha. La censura de la prensa a la que se agrega el movimiento reeleccionista que de forma sui generis convierte a Jorge Pacheco Areco en  Presidente y candidato a la vez. En el ámbito político surge un nuevo actor que modifica la estructura electoral: el Frente Amplio. Su objetivo político era la Intendencia de Montevideo y la crítica feroz al gobierno de Pacheco Areco. Además daba un marco institucional a los grupos de acción directa y obligó a la formula nacionalista encabezada por Wilson Ferreira Aldunate y Carlos Julio Pereyra a debatir en tres frentes: contra la izquierda unificada, contra el gobierno y contra los grupos de acción directa. La campaña electoral diluyó los demás problemas que tenía el país y como se preveía no fue del todo limpia, hubo violencia contra las caravanas del FA en el interior y la administración influyó en la campaña reeleccionista. La situación general del país presentaba un creciente deterioro. El viejo modelo clientelista no soluciona los problemas de desempleo. La cantidad de funcionarios públicos ascendía a 213000 y se le deben sumar 25000 más de las Fuerzas Armadas, dicho de modo porcentual un 22% de la población económicamente activa. Los jubilados y pensionistas sumaban 440000 personas en el marco de una población de 2600000 habitantes.
la situación internacional determinó la baja de los precios de los principales productos exportables del Uruguay, carne y lana lo que marcaba un claro estancamiento económico. Las medidas implementadas por el pachequismo habían dado algo de oxigeno a esta situación, sobretodo con nuevas políticas como el fomento del turismo y la construcción de viviendas. Se fomentó la industria nacional y se desarrollaron las comunicaciones. Sin embargo las elecciones se realizaron en un marco de tensión nunca visto en nuestro país. En forma esquemática podemos visualizar las características del año 1971:

  1. La política económica comienza a deteriorarse.
  2. Enfrentamiento notorio entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo que en algún momento llegó plantearse el juicio político al Presidente Pacheco Areco.
  3. Se crea un movimiento reeleccionista lo que polariza aun mas el ámbito político
  4. Se crea el Frente Amplio. A comienzo del año se realizó el acuerdo que nucleó a la totalidad de los partidos denominados de ideas con grupos escindidos de ambos partidos tradicionales.
  5. Se integra el Partido Demócrata Cristiano al FA y se escinde un grupo que funda la Unión Radical Cristiana de perfil democristiano.
  6. En el Partido Nacional se organizan las fuerzas en torno a la figura el Senador Wilson Ferreira Aldunate que provenía de la Unión Blanca Democrática.
Ferrerira Aldunate funda el Movimiento Por la Patria que fue el motor de la renovación nacionalista. El programa se denominó "Nuestro Compromiso con Ud" y fue apoyado por el Movimiento Nacional de Rocha.

A las elecciones se llega con el accionar de grupos radicales como los tupamaros, la ultraderechista Juventud Uruguaya de Pie y la agitación obrero-estudiantil. El secuestro del Embajador británico Geoffrey Jackson el 8 de enero crea dificultades internacionales adicionales al gobierno. Como consecuencia directa de este episodio el gobierno de Pacheco Areco pide al Parlamento la supresión de todas las garantías individuales por 90 días, el Parlamento accede a la petición pero por 40 días. El 21 de febrero es liberado el Cónsul brasileño Días Gomide y el 2 de marzo el agrónomo norteamericano Claude Fly.
El 10 de marzo se secuestra al fiscal de corte Dr. Guido Berro y el 30 se secuestra por segunda vez al Dr. Ulysses Pereira Reverbel, presidente de UTE. El 15 de abril la CNT, (central de trabajadores) organiza un paro nacional por la libertad de prensa, cese de la intervención en Enseñanza Secundaria, derogación de la política económica de congelamiento de precios y salarios, nacionalización de la banca y el comercio exterior.
Desde Roma el Secretario General del Partido Comunista del Uruguay(PCU) declara: "la táctica de los tupamaros no corresponde a las necesidades del país, pero hay respeto recíproco entre nosotros y los tupamaros"
Ante el secuestro del empresario Dr. Carlos Frick Davies, ex Ministro de Ganadería el Ministro del Interior Santiago de Brum Carbajal declara "estamos en un verdadero estado de guerra"
El 14 de julio el Parlamento anula por 77 votos en 113 las medidas prontas de seguridad con el objetivo de tener un ambiente favorable para las elecciones próximas comienza un enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Se producen fugas masivas de tupamaros de la carcel de mujeres el el 30 de julio  y de la Càrcel de Punta Carretas de 108 tupamaros y 3 delincuentes comunes. Esto origina que el Poder Ejecutivo disponga que entren en acción las Fuerzas Armadas que junto con la Policía se denominan Fuerzas Conjuntas.
Desde La Habana el teórico francés Regis Debray elogia al moviento tupamaro y aprueba el apoyo incondicional de los tupamaros al FA en las próximas elecciones.

Al no recibir respaldos fuera del oficialismo riguroso el movimiento reeleccionista, ni siquiera en el sector  de Unidad y Reforma que integraba ministerios y prestaba colaboración parlamentaria, la reforma constitucional no se consagró en el plebiscito realizado conjuntamente con las elecciones. El pachequismo festejó su extraña victoria, el FA no logró la Intrendencia y se inicia la hora de Juan María Bordaberry
Bordaberry fue electo presidente con el 22,8% de los sufragios. Si la ley de lemas no hubiese existido el triunfador  hubiera sido Wilson Ferreria Aldunate que obtuvo 60000 votos más. Pero la realidad era que:
1) La nominación de Bordaberry no fue determinada por la Convención partidaria o el resultado de una elección interna sino de la voluntad del Presidente Jorge Pacheco Areco.
2) Bordaberry no era hombre de militancia político partidaria ni hombre del Partido Colorado. provenía del ruralismo y había sido senador por el Partido Nacional. Fue Ministro de Ganadería de Pacheco hasta ser candidato por el Partido Colorado.