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lunes, 26 de noviembre de 2012


Los debates de prensa sobre los cuestionamientos de los Partidos: 1833. Por Juan E. Pivel Devoto.

de Miguel Lagrotta, el lunes, 26 de noviembre de 2012 a la(s) 11:45 ·
La idea de lo que podía ser un partido político, de la función que debía cumplir, aparece todavía confusa en los debates periodísticos de la época. Admitiéndose en general la conveniencia de que existiera un periódico de oposición y crítica a la opinión "ministerial", no se consideraba beneficioso para el país la existencia de un partido estable con calidad de opositor. En 1833, "El Universal" negaba que alguna vez hubiera existido entre nosotros una fuerza política a lo que en realidad se pudiera calificar de partido. "No podrá decirse, expresaba, sino con suma impropiedad que haya existido nunca en el País un partido organizado de oposición al Poder, consagrado a defender la libertad y los derechos del pueblo"(El Universal, 24 de enero de 1833). Lo que había existido según Antonio Díaz, era una "facción rebelde"
En el concepto del mismo comentarista:"Partido político es aquel que se forma por la discrepancia de opiniones sobre el modo de conseguir una cosa; bien sea ella de una utilidad o interés público positivo, o bien seaq ilusoria porque los partidos  tienen también sus pasiones". Las diferencias de opiniones doctrinarias en torno a problemas de gobierno, a cuestiones de economía política, era lo que a su modo de ver podía acordar a los partidos un origen legitimo, mientras no atacasen a las instituciones. Consideraba perjudiciales aquellos partidos nacidos de las discrepancias que suscitaba el sistema de gobierno después de constituído el país, como ocurría en Argentina. "Felizmente en este Estado no hay esa clase de Partidos, ni Dios lo permita"("El Universal", 22 de marzo de 1833)
El carácter revolucionario que después de 1832 tuvo el choque entre los ministeriales y la facción opositora lavallejista, fortaleció la idea de que toda crítica sistemática a la marcha del gobierno resultaba perjudicial para las instituciones. Pero después de 1835, una vez que el gobierno de Oribe definió su orientación en lo administrativo, cunado ya se podía saber cual sería su tendencia política, se renovó con ardor la idea de que la lucha entre la oposición y el gobierno debía ser un fenómeno natural en el juego de las opiniones y los intereses.
"El Independiente" y "El Nacional" defendieron con brillo la idea de que la crítica a los actos del gobierno era el principio sobre el cual reposaba la estabilidad del sistema republicano. Santiago Vázquez escribió al respecto comentarios muy sagaces: "En los pueblos más bien gobernados del orbe ilustrado en quienes las garantías y las leyes son cosas menos quiméricas que lo que lo han sido para los antiguos subditos de los españoles, los opositores y los ministeriales, discutiendo en público son los que ilustran las masas, conservan el espíritu nacional, e inspiran amor a las instituciones, a los poderes y publicistas que satisfacen los pedidos de la sociedad, y han eternizado los nombres de los maestros del hombre y sus derechos. Allí, donde escritores animan y conservan esa división que sostiene la libertad del pueblo, y los derechos de los poderes, se hallan contrabalanceadas las aspiraciones, refrenados los avances de los que mandan, contenidas las exigencias exageradas de la ambición, y castigada por la ley y el desprecio público, la licencia de escribir"(El Independiente, 27 de junio de 1835)"Entre nosotros, la censura, es lo que en otros pueblos la oposición: una necesidad social destinada a economizar errores y arrepentimientos, la salvaguardia de los derechos y el agente más apropósito para desarraigar el interés"El Independiente,27 de junio de 1833)
El Universal, que continuó siendo un órgano adicto a la opinión ministerial señaló el peligro de que la censura sistemática de los actos del gobierno por la prensa estimulara esa inclinación anarquica, sin que llegara a formarse un partido opositor en el plano de las ideas. Por su parte El Nacional definía cual debía ser el carácter de ese partido de oposición: "El partido de oposición hablando con propiedad está formado por sí mismo sin combinación ni artificio, en los países adelantados en la carrera de la civilización, uno de sus focos naturales es la prensa periódica; sus armas jamás salen de la esfera de la razón; sus simpatías son siempre hijas del convencimiento, sus resultados no pueden ser otros que los progresos"(El Nacional, 10 de octubre de 1835)
Dos años más tarde, cuando la experiencia de los hechos había ratificado cuan dificil resultaba lograr en nuestro medio que una fuerza permanente limitara su acción al plano de la censura sin llegar a convertirse en revolucionaria, El Universal persistía en que la oposición no debía teñirse de color político, no debía sujetarse a un sistema, ni identificarse con un partido. De tal modo decía, "hoy se opone a una cosa, mañana a otra, pasado aprueba lo que parece bueno", sin el exclusivismo que resultaba de la sujeción a la divisa partidaria.(El Universal, 2 de setiembre de 1837)
La idea de que pudieran constituirse organizaciones políticas con carácter permanente chocaba con el concepto que se tenía de cual debía ser libertad del individuo. ¿Qué es un hombre que se declara o confiesa miembro de un partido?

lunes, 19 de noviembre de 2012

domingo, 18 de noviembre de 2012

La Crisis del sistema político uruguayo hasta 1973. Por Dr. Luis Costa Bonino.

www.costabonino.com/CrisisSPU.pdf

La formación de la CNT.

de Miguel Lagrotta, el domingo, 18 de noviembre de 2012 a la(s) 15:17 ·
El proceso comienza a concretarse en 1960 con la CTU, que no era un punto de llegada sino que era una etapa hacia el proceso de unidad, más que nada por  sus estatutos y por su mecánica de funcionamiento su actuación buscó la coordinación con todos los gremios, incluso con los que no estaban afiliados. A estos últimos se los invitó para que participaran con voz y voto en un Congreso Ordinario realizado en 1963. Fue el paso previo a que en 1965 en el mes de setiembre se convocara a la reunión de una Convención Nacional de Trabajadores. Se trataría de una instancia coordinadora que resuelve entre otras cosas una Plataforma y un Programa de Soluciones que orientarían la lucha sindical hacia objetivos concretos. Se establece, además, la aprobación de una moción que establecía que en caso de Golpe de Estado, los obreros ocuparían inmediatamente los lugares de trabajo. Este punto, se maneja con la memoria puesto que no se ha encontrado esta decisión en las resoluciones de 1964 ni en los estatutos de 1966. Según Héctor Rodríguez: "El movimiento sindical adoptó un estado de alerta frente a este tema y se afirmó la conciencia de los trabajadores como tales y los sindicatos como tales podían hacer algo contra un golpe de estado: y era declarar la huelga general con ocupación de los lugares de trabajo"
Los pasos importantes para la unificación fueron varios pero se considera relevante la resolución sobre la integración y el funcionamiento de los organismos centrales redactados por Gerardo Gatti, militante anarquista que representaba al Sindicato de Artes Gráficas, gremio no perteneciente a CTU y que fue aprobada por todos los asistentes con mayoría socialista y comunista. Allí comienza la convivencia entre orientaciones sindicales que hasta el día anterior habían sido fuertemente antagónicas. Este proceso  es el resultado de las experiencias anteriores que se orientaban al mantenimiento del salario y en la defensa de las libertades sindicales. La principal caracteristica de la CNT fue la preocupación de enfocar los problemas de los trabajadores que integraban los distintos sindicatos con una visión global. A comienzos de abril de 1965 se realizó el primer paro general, en los meses de setiembre y octubre de 1966 la CNT aprueba sus estatutos y se establece la central única. Una de las primeras decisiones de la Convención en el año 1964 había sido la convocatoria de un Congreso del Pueblo en donde tuvieran representación todos los trabajadores y las agrupaciones de diferentes sectores populares. El planteo era la búsqueda de un plan de soluciones nacionales coordinando todos los sectores. El Congreso se reúne en aqosto de 1965 y se integró con delegados de muchas organizaciones, desde iglesias hasta comisiones barriales, pasivos cooperativistas, la CTU, etc- En el mismo se crea un organismo permanente denominado Asamblea Representativa Nacional. En Marcha se escribe el 13 de agosto de 1965:"el congreso(...) no se opone al orden estatuído sino que es una forma de petición organizada de todos los sectores a quienes tienen el poder: cuando proponga al Gobierno sus soluciones, éste tendrá que escucharlas" Hubo todo tipo de acusaciones por parte de los sectores conservadores, desde la prensa se afirmó que la Embajada Soviética había financiado el Congreso y que el Municipio de Montevideo integrado por el Partido Colorado había facilitado el alojamiento a las delegaciones del interior. Uno de los principios fundamentales que surgió de este Congreso fue que " ...debía mantenerse como un movimiento social que actuara al margen de los partidos políticos" de este modo sería una organización de todo el pueblo sin exclusiones. Las resoluciones del Congreso se convirtieron en el programa de toda la izquierda, sobretodo el Plan de Soluciones a la Crisis que fue el soporte ideológico que tomaría luego el Frente Amplio.
Ver: El Uruguay de la Dictadura. El preambulo: los años 60. Carlos Demassi. Paginas 27-28.

creartehistoria: Propuesta económica del artiguismo: sobre la poses...

creartehistoria: Propuesta económica del artiguismo: sobre la poses...: "Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de la Campaña y Seguridad de sus Hacendados:  Articulo 1:  El señor alcal...

sábado, 17 de noviembre de 2012


El legado político del Siglo XIX. Gerardo Caetano-José Rilla.

de Miguel Lagrotta, el Sábado, 17 de noviembre de 2012 a la(s) 23:33 ·
Aunque tal vez hundan sus raíces en las tensiones de la Patria Vieja, es sabido que los bandos políticos del Uruguay se definieron, con imprecisión, una vez concluida la primera fase de las crisis independentistas (1820-1830) y concluída también la estructuración del primer marco constitucional, la configuración moderna del sistema partidario(1910-1934) responde en gran medida a dos singularidades facilmente apreciables de nuestra historia política: la del legado del siglo XIX y las de nuestro proceso de modernización. No es posible aludir al legado decimonónico sin partir de una lúcida interpretación de Carlos Real de Azúa que no evitaremos transcribir: "Si hay que partir de un hecho- mejor dicho de un cuadro de fenómenos- este no puede ser otro que la patente, innegable debilidad que en el Uruguay del siglo XIX presentó la constelación típica de poder del continente. La hegemonía económico social de los sectores empresarios agrocomerciales y su entrelazamiento con la Iglesia y las fuerzas armadas como factores de consenso y respaldo coactivo, respectivametne, no asumió-se decía- la misma consistencia que poseyó en casi todo el resto del área latinoamericana". Cuando asome el nuevo siglo será tarde para conformar esa cosntelación, pero quedará abierto el espacio para el impacto de los fenómenos políticos de la modernidad, que se desplegará con comodidad durante las primeras décadas del siglo XX.
Puede considerarse también parte del legado, la consolidación efectiva del tradicionalismo bipartidista. El mismo implico, en un proceso de tensión y alimentaciones recíprocas la definición de un estilo casi siempre reductible a las respectivas historias partidarias, ordenadas en torno a implicancias socioeconómicas, símbolos y fidelidades genealógicas. Correlato de tales persistencias es el fracaso de los sucesivos intentos de su superación. Aquellos partidos del siglo XIX, tal vez de masas pero no de masas electorales lograron superar la embestida que desde su interior o el exterior pretendió quebrar el bipartidismo básico. El fusionismo(1853-1863), el Principismo(1872-1876) y el Constitucionalismo a partir de 1881 no supieron convocar aquellas masas y más bien sirvieron de precedente al carácter marginal de  los partidos de ideas más modernos. Dicho esto sin perjuicio de reconocer que tal marginalidad no supuso en forma alguna un aislamiento: no es magra la lista de sus aportes a los partidos tradicionales. Seguramente ellos también fueron partidos picana como diría mas adelante del suyo don Emilio Frugoni.
Es indudable, además, una debilidad congénita del Estado patricio de 1830, incapaz de acotar una población de un marco territorial largamente indefinido y extraerle recursos para su mantenimiento. Fue con el militarismo que la presencia del Estrado se vovió notoria( consolidó la propiedad privada, comenzó a implantar  un sistema educacional de masas, eclipsó al caudillismo, reasumió compromisos financieros internacionales) transformándose en referencia ineludible de poder político- De alguna manera la ubicación en el proceso político nacional comenzará a depender desde entonces de los actores con el aparato del Estado.
Diversas instancia problemáticas contribuyeron a dar perfil a las distintas opciones partidarias.Así por ejemplo la enconada lucha por la tierra, mientras persistió alimentó una dinámica de premios y castigos por le accionar político y un estilo de confrontación predominantemente bélico y rural. Las Guerra Civiles al confundir la lucha por la tierra con la lucha por las divisas le dieron a ésta un contenido épico que nutrirá su carácter de tradicional. Agreguemos que, como es sabido, una cierta hegemonía blanca significó una acotación ambiental que podría explicar el acento más conservador y la dirección más regionalizada. Es obvio que lo completamente opuesto no pertenece al Partido Colorado que si bien se apostó en la ciudad-puerto, tuvo sus orígenes no menos rurales y tal vez más genuinamente caudillescos que su adversario.
El orden político expresado en la Carta Magna de 1830 fue también un permanente núcleo de controversias(...)
No es menor el problema de la identidad nacional. Configurado el Uruguay con alguna antelación a los uruguayos, las fronteras estatales demoraron en coincidir con las fronteras partidarias. Partidos políticos restringidamente nacionales, no hubo hasta el fracaso de la experiencia nacionalista de Bernardo Berro y más aún hasta concluida la segunda fundación del Estado durante el militarismo.
También fue un legado del Siglo XIX un estilo de hacer política en cada uno de los partidos, que será retomado por ellos hasta la actualidad, se basa en la relación del Partido con el Estado. Cuatro décadas de posesión del gobierno y del Estado enlazaron al Partido Colorado al proceso de formación de la burocracia política y del Ejército Nacional. Tal privilegio lo aventajó respecto a lso blancos, en la medida que significó poseer instrumentos de control socio-política, las relaciones con la sociedad, en cambio, no permiten detectar tal predominio de uno de los partidos. En tal sentido, blancos y colorados podían ocupar un espacio vertical en la socieda uruguaya de comienzos del siglo XX.
Ver: Los partidos Políticos Uruguayos y su historia. FCU-ICP. Gerardo Caetano-José Rilla. Prologo. Paginas 12-15

El "partido obrero" por Carlos Zubillaga. Nota aparecida en "Sindicatos y política. Historia de proyectos y bloqueos" Brecha.

de Miguel Lagrotta, el Sábado, 17 de noviembre de 2012 a la(s) 14:29 ·
Cuando la crisis estaba en su momento clave surgió en Montevideo un nuevo órgano de prensa contestatario. Titulado El Partido Obrero , vio la luz el 19 de agosto de 1890, dando cabida en sus páginas a una prédica de matriz socialista que marcó desde el inicio la distancia ideológica existente con el anarquismo, a la vez que permitió combatir al católico El Bien , por inconsecuencia con lo que denominó "socialismo de las nuevas encíclicas" El periódico levantó una plataforma reivindicativa de los derechos de los asalariados, a la vez que propugnó la creación de una fuerza política de clase, que configurara el instrumento eficaz para el logro de aquella, eludiendo así el compromiso de los trabajadores con un sistema político fuertemente excluyente.
Resulta de interés apreciar en que grado el marco institucional generado era incapaz de ofrecer a los asalariados -un alto porcentaje de extranjeros- un canal de participación legítimo. Por un lado los partidos tradicionales con sus condicionamientos orgánicos y su indefinición programática, y por otro lado el sistema electoral restrictivo y marginador, contribuían a plantear a los sectores asalariados la única alternativa para sus necesidades de participación: la vía sindical. Una vía que aparecía, por lo demás, al margen del sistema, por no existir una normativa jurídica que reconociera el fenómeno laboral como un ámbito del conflicto a cuya solución debía recurrir el Estado.
De la percepción de esa alternativa surgió la idea de crear una fuerza partidaria integrada por obreros, sustentada en el respaldo de las organizaciones gremiales y proyectada como instrumentos de acción política en el marco de un régimen representativo que ofreciera posibilidades de participación en la toma de decisiones. En esta propuesta que el Partido Obrero levantó había un fuerte componente de descreimiento en el papel del sistema político tradicional. En agosto de 1890 ese sentimiento se traducía en la cruda interrogante sobre el destino del  país: "Ya es cosa conocida, S.E. no precisa gobernar con la opinión que profesan los hambrientos y los numerosos obreros que se encuentran sin trabajo, sería demasiado. Pero si nuestra palabra llegara a sus oídos le preguntaríamos:Eh a dónde vamos?"
También traduce la iniciativa de El Partido Obrero la preocupación de los trabajadores extranjeros por encontrar formas idóneas de integración al sistema político, contraponiendo su condición de "factores del trabajo productor"(de fuerzas vivas) a la condición de elementos superfluos (de fuerzas inertes) de aquellos que se mantenían "en el dulce far niente de las oficinas y los cuarteles.

Un programa de cambio

El programa del Partido Obrero configuró un resumen ( a la vez que un antecedente significativo) de las reivindicaciones de los asalariados, que debería esperar un cuarto de siglo para comenzar a verse consagradas legalmente, así como un planteo de formas organizativas que demorarían aun más tiempo en plasmarse en la realidad social del país. Las bases contenidas en el programa contemplaban los siguientes aspectos: 1)Federación de todos los gremios nacionales y extranjeros; 2)Ocho horas de trabajo diarios, 3) Abolición del trabajo nocturno, 4)Abolición del trabajo de los niños en los talleres; 5)Conversión de los abonos mensuales en semanales, 6)Promulgación de una ley garantizando la vida de los trabajadores y asegurando pensiones a sus viudas; 7)Abolición delas leyes restictivas de las huelgas;8) Confección de un reglamento general estableciendo las prescripciones higiénicas a observar en los talleres,9) Promulgación de una ley de naturalización para los extranjeros; 10 Representación del elemento obrero en el Poder Legislativo.

Ver: El Partido Obrero por Carlos Zubillaga "Sindicatos y política. Historia de proyectos y bloqueos" Brecha., Montevideo, 23/5/86. Página 13.

sábado, 10 de noviembre de 2012


Cronología de un proceso para humanizar el capitalismo. Uruguay 1916

de Miguel Lagrotta, el El Sábado, 10 de noviembre de 2012 a la(s) 23:28 ·
Año 1916-Enero 20.- Batlle desde su diario, los gremios y sindicatos obreros desde sus baluartes, la multitud colorada secundando la acción de Batlle, imprimen singular actividad a la capaña en favor de la sanción de la Ley de 8 horas. Habiendose roto el bloque de los 11 Senadores opuestos a toda reforma de caracter social, la ley será inmediatamente sancionada. Ante la ya inevitable sanción de la Ley de 8 horas y Descanso Semanal, las empresas capitalistas y las fuerzas reaccionarias que las secundan, deciden tomar represalias para sabotear la Ley.

Febrero 9.- La Vanguardia de Buenos Aires publica un extenso y notable reportaje a Batlle. Es autor del reportaje el periodista argentino Enrique Villareal. Batlle expone las excelencias del credo democrático fundamentado en sus dos grandes ideas en debate: el Colegiado y el Plebiscito. Batlle habl además de las reformas sociales en marcha y se detiene especialmente a considerar la conquista que la sanción de la Ley de 8 Horas representará para el Uruguay.

Febrero 10.- El Parlamento sanciona definitivmente el proyecto de Ley de 8 Horas y de descanso obrero. En la tremenda batalla ha triunfado, condiçucida por Batlle la conciencia de la República. Reclamada por el pueblo, la Ley de 8 horas ha demorado 9 años, 1 mes y 21 días a través de la instancia parlamentaria- Batlle presentó su proyecto el 21 de diciembre de 1906, fecha ilustre en los anales de la nacionalidad. La ley de 8 horas ha de pasar aun por una dura prueba antes de entrar en vigencia.

Febrero 16.- Entre en vigencia la Ley de 8 Horas y de descanso semanal obrero. Batlle saluda desde  "El Día" el advenimiento de esta ley que abre el camino hacia la democracia social.

Febrero 18.- El proletariado uruguayo, lesionado en sus derechos vitales por la resolución patronal de rebajar los salarios frente a la Ley de 8 horas, resuelve lanzarse a la huelga. Van a la huelga en primer termino los obreros de los frigoríficos. El directorio de estos establecimientos reclama el auxilio de la fuerza pública. Las empresas tranviarias, también concesionarias rechazarán por su parte un reclamo de aumento de salarios presentado por sus obreros aduciendo los perjuicios que la Ley de 8 horas significa para dichas empresas. La Federación Obrera Regional Uruguaya(FORU) resuelve declarar la huelga general en defensa de la ley de 8 horas y como protesta por la baja de salarios de todos sus gremios.

Febrero 19.- Los dueños de empresas y los representantes del organismo patronal se reunen y deliberan en los escritorios de una empresa barraquera para adoptar medidas contra la ley de 8 horas. Una comisión que integran representantes de las firmas Dornier, Piaggio y Wilson and Sons entrevista en nombre de todas las empresas al Presidente de la república Dr. Feliciano Viera. Pretenden entre otras cosas que se disponga el aplazamiento de la  Ley de 8 horas hasta seis meses después de terminada la Guerra europea. La propuesta es rechazada.

Febrero 20.- Frente al egoísmo y la resistencia patronal ante la Ley, Batlle escribe: "Los obreros no son máquinas. La vigencia de esta ley que les restituye el goce de sus derechos humanos debía ser motivo de regocijo general"
Pero los capitalistas no ceden. En defensa de la Ley de 8 horas y contra la decisión patronal de rebajar los salarios la huelga se extiende. El movimiento  cobra con los días, violencia. Se produce un choque sangriento entre los obreros de los frigoríficos y la Policía en el Cerro. Solo en el frigorífico "Uruguayo" hay 2300 obreros en huelga. El Directorio de este establecimiento ante l actitud de los obreros ofrece reducir la rebaja anunciada. Los trabajadores tampoco ceden. Betlle publica en El Díaextensos reportajes a los obreros en huelga. Montevideo se entera de las condiciones de trabajo que las grandes empresas someten a los trabajadores. Todas las sociedades obreras del Uruguay publican una declaración en defensa de la ley de 8 horas y contra la prensa que se empeña en confundir al proletariado.

Febrero 21.-Crece sin cesar el movimiento huelguista. La fábrica de tejidos, sumándose a la decisión patronal rebaja hasta un 20% los salarios de los obreros como reacción de la clase capitalista contra la Ley de 8 horas. Sus obreros van a la huelga. Tras ellos y por las mismas razones los obreros panaderos, los zapateros, los de la construcción, los marítimos. Los gerentes de las grandes empresas inglesas amenazan a sus obreros con sustituirlos por obreros traidos desde Argentina. El proletariado argentino comprende la maniobra y decide su solidaridad con el proletariado uruguayo.
La Federción Obrera Regional Argentina publica un manifiesto de solidaridad con los obreros uruguayos. América observa un hecho inédito: la clase conservadora, las empresas patronales, el capitalismo internacional se han alzado contra la Ley, poniendose por fuera y por encima de ella, en tanto que las organizaciones obreaws pugnan por el respeto y su cumplimiento, Batlle continía apoyando resueltamente desde El Día al movimiento obrero,y presidiendo con su autorida moral y su prestigio en la singular contienda por la afirmación de las normas de justicia social. También lad grandes empresas de navegación deciden no ingresar al Puerto de Montevideom entre ellas la Lamport Lines y la Blue Star line. Las empresa lanchoneras del puerto también deciden bajar el salario de sus trabajadores por esta razón también los trabajadores mrítimos van a la huelga.

Febrero 22.- El diario argentino "La Vanguardia" publica un artículo titulado "Solidaridad" exlatando la Ley de 8 horas del Uruguay como una consquista de toda América.. Los obreros tranviarios se solidarizan con la huelga.

Febrero 23.- Los obreros de las barracas de carbón triunfan en la huelga. Las empresas empiezan a someterse al Imperio de la Ley. Se restablecen los antiguos salarios.

Febrero 24.- La empresa del Frigorífico,  manteniendose firme en su decisión contra la Ley uruguaya de 8 horas expresa que cuenta con personal adventicio para sustituir los obreros en huelga. Y dseñala a estos un plazo de 48 horas para que desalojen las viviendas en que habitan y que son propiedad de la empresa extranjera. Batlle denuncia desde El Día esta nueva arbitrariedad.

Febrero 26.- A la 1  y 15 de la madrugada termina el conflicto obrero provocado por la actitud patronal frente a la Ley de 8 horas. Queda sin efecto la disminución de salarios dispuesta 10 días atrás por los patrones criollos y los agentes del capital extranjero con radicación en el país. La Ley de 8 horas y de descanso semanal obrero está en plena vigencia. La Repíblica ha triunfado. Batlle ha obtenido una hermosa victoria. Frente a todas las fuerzas del pivilegio Batlle ha sido el interprete autentico de la concienca social.

Tomado de;Rodriguez Fabregat, E, Batlle y Ordóñez, El Reformador. Claridad , Buenos Aires,1942. Páginas 603-605.

G W F Hegel por Fernando Savater - La Aventura del pensamiento - YouTube

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sábado, 27 de octubre de 2012


"Escribía en abril de 1950 Enrique Rodríguez Fabregat hijo, durante el gobierno de Francisco Vidal ante el pasaje de los restos del Libertador San Martín lo siguiente:

“MI país la República Oriental del Uruguay ha tenido siempre especial veneración por la figura del Libertador San Martín. Veneración que este año se traducirá seguramente, en forma expresiva, al cumplirse el primer centenario de su tránsito definitivo.

Como pruebas materiales de lo que afirmamos, tenemos que una larga avenida montevideana lleva su nombre preclaro; también lo luce una escuela pública, y dentro de pocos meses será inaugurado con toda solemnidad el monumento que perpetuará en el espíritu de los orientales las legendarias hazañas del vencedor de Maipo y San Lorenzo.

No fue el Libertador soldado del ejército del Uruguay; pero lo fue, infatigable del ejército de las libertades, y en sus filas no se conocen fronteras.

Además muchos hombres nacidos en mi patria lucharon y padecieron junto a él en sus eternos sueños emancipadores, motivo éste que obligaría, de por sí, a la admiración del Héroe. Recordemos al pasar, encabezando esa legión, a Enrique Martínez, Ventura Alegre, Ramón Anador, Hilarión de la Quintana, y Eugenio Garzón.

Del cancionero del Libertador San Martín, recordamos algunas coplas.

COPLAS

Al sonido del clarín,Relumbraron los aceros:Nos hicimos granaderosDe José de San Martín.

EPITAFIO A LOS VENCEDORES DE MAIPO

No es aquí donde yacen las cenizasDe los héroes chilenos y argentinosAquí viven gloriosas veneradasProduciendo el honor y el heroísmo.Nunca mueren los héroes, siempre viven.Sus hechos duran mientras hayan siglos.

DESPEDIDAS DE LAS CHILENAS AL EJERCITO LIBERTADOR

Ciudadanos ¿Qué os falta?Por nuestra parte nada,No hay cosa reservaday tan bizarra acción Las joyas los adornos Y el anillo querido De todo desprendido Se encuentra el corazón Si, patriota marchad...

Hermosuras de Lima Nobles y generosas Recibid obsequiosas A los hijos del valor Otro mérito no hallen Ante esos ojos bellos Que el que se ganen ellos Venciendo al opresor.Si valientes... ¡marchad!

Mil millones de pueblos  Que se irán sucediendo Y los que están oyendo Este tan tierno adiós Tienen fijos los ojos En los libertadores:Id pues y vencedores Ganad mi admiración.¡Adiós!... ¡adiós!... ¡Marchad!

CIELITO DE MAIPO

El cielo de las victoriasVamos al cielo paisanos Porque cantando el cielitoSomos más americanos.

CIELITO DE MAIPÚ

Cielito, cielo que sí Americanos, unión y díganle al rey Fernando que mande otra expedición.

¡Viva nuestra Libertad Y el general San Martín Y publíquelo la fama Con su sonoro clarín!

El himno argentino también guarda en sus estrofas la gesta emancipadora, donde se exaltan los triunfos orientales.

“El valiente argentino a las armas Corre ardiente con brío y valo rEl clarín de la guerra cual truen oEn los campos del Sud resonó Buenos Aires se pone a la frente De los pueblos de incita Unión,Y con brazos robustos desgarran Al Ibérico altivo león.

Sean eternos los laureles Que supimos conseguir Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.

San José, San Lorenzo, Suipacha,Ambas Piedras, Salta Tucumán,La Colonia y las mismas murallas Del tirano en la Banda Oriental,Son letreros eternos que dicen:Aquí el brazo argentino triunfó Aquí el fiero opresor de la Patria Su cerviz orgullosa dobló."

miércoles, 24 de octubre de 2012

Precisiones sobre el colegialismo | El blog de Fede Lagrotta

Precisiones sobre el colegialismo | El blog de Fede Lagrotta

Prof. Lincoln Maiztegui en Homenaje del BICENTENARIO a FRUCTOSO RIVERA

Dignidad en medio de la Infamia:Lisandro de la Torre
Por Felipe Pigna

No todo era infamia en aquella década del 30. Hubo quienes se opusieron decididamente a que la historia diga que nadie levantó la voz, que todos toleraron por igual aquel régimen fraudulento, represivo y corrupto inaugurado por el golpe de Uriburu y continuado por su colega el general Agustín P. Justo. Hubo quienes, a riesgo de su vida denunciaron valientemente lo que se estaba haciendo con el país, cómo se lo estaba hipotecando y cómo se le estaba marcando un rumbo dependiente y servil en beneficio de los intereses extranjeros asociados a una ínfima minoría y detrimento del resto. En aquella época de miseria, desocupación, de ninguneo del pueblo y de “fraude patriótico” como llamaban los dueños del poder a su persistente práctica electoral, argumentando que trampeaban las elecciones para salvar a la patria de la chusma radical o socialista, hubo un movimiento obrero combativo que comenzó a recuperarse y a combatir el modelo económico y social vigente y hubo personalidades políticas de la talla de don Lisandro de la Torre que desde el Senado de la Nación denunció al riñón del poder dejando a la luz sus negociados más escandalosos. La piedra de toque fue el Pacto Roca Runciman, firmado por el vicepresidente argentino, el hijo del “conquistador del desierto” en Londres el 1 de mayo de 1933. La histeria que había dominado a la clase dirigente argentina tras la firma del Pacto de Otawa entre Gran Bretaña, sus colonia y ex colonias, que reducía notablemente la cuota de compra de carne argentina, la llevó a aceptar concesiones lindante con la deshonra y transmitir a la sociedad de la época y la historia la inexacta versión de que no había otra alternativa que someterse a los designios de su Graciosa Majestad. De la Torre denunció el Pacto en estos términos:"El gobierno inglés le dice al gobierno argentino no le permito que fomente la organización de compañías que le hagan competencia a los frigoríficos extranjeros. En esas condiciones no podría decirse que la Argentina se haya convertido en un dominio británico, porque Inglaterra no se toma la libertad de imponer a los dominios británicos semejantes humillaciones. Los dominios británicos tiene cada uno su cuota de importación de carnes y la administran ellos. " .
Un notable historiador inglés señala el perjuicio causado a la Argentina por la firma del pacto del coloniaje como lo llamó Jauretche: “Hasta la firma del pacto Roca-Runciman, la industria argentina de alimentos y materias primas era la más competitiva del mundo. Había demostrado repetidamente su capacidad para superar todas las grandes crisis mediante el aumento de la producción. Pero en 1932 Inglaterra siguió por un camino equivocado y la Argentina se prestó a ello. (…) No es cierto que la Argentina no tuviera alternativas. Si los intereses dominantes del país hubiesen levantado los ojos de la perspectiva inmediata, podrían haber visto las alternativas a lo que de hecho hicieron: una campaña en pos de nuevos mercados; un esfuerzo decidido para atraer capitales a la industria y para mejorar la infraestructura, con miras a reducir sus costos de producción y abrir el camino a nuevos mercados.” 
Nada de esto se hizo y el pacto benefició a un pequeñísimo grupo de criadores invernadores vinculados al gobierno y a unos pocos frigoríficos extranjeros y perjudicó notablemente a miles de pequeños y medianos productores agropecuarios y los frigoríficos de capital nacional. 
Lisandro, tomando las demandas de estos sectores y en defensa de los intereses nacionales comenzó una prolija investigación sobre el negocio de la carne en nuestro país y comenzó a denunciar en el Senado al frigorífico Anglo por evasión impositiva y explicarle al país el entramado de la corrupción que implicaba directamente a funcionarios del presidente Justo. “Si en Estados Unidos, en Australia o en África del Sur, empresas extranjeras monopolizaran el comercio de carnes en esta forma, y despojaran a los productores de la mayor parte del fruto de su trabajo, creo, sin temor de exagerar, que verían muy pronto sus establecimientos destruidos. Y en cualquiera de esos países, si un ministro de Agricultura hiciera lo que hace el ministro nacionalista señor Duhau: entregar a los frigoríficos clandestinamente la cuota que por un tratado internacional estaba destinada a los ganaderos argentinos, y mantener esa situación meses y meses, correría serios peligros personales..” 
Tras una minuciosa investigación De la Torre había llegado a la conclusión de que el Frigorífico Anglo había incurrido en delitos contra el Estado, concretamente fraude y evasión impositiva, y que esa irregularidad había sido tolerada por los ministros Federico Pinedo de Hacienda y Luis Duhau de Agricultura que concurrieron al Senado ante el requerimiento del senador santafecino. Las barras estaban llenas de gentes del pueblo que iban a apoyar al valiente democrata-progresista. En plena sesión el ministro Duhau amenazó públicamente a De la Torre diciéndole: “¡Ya pagará todo esto el señor senador punto por punto!... ¡Ya pagará bien caro todas las afirmaciones que ha hecho!” . Pero lo increíble, lo que nunca se había visto en el recinto de ningún senado del mundo estaba por llegar. El 23 de julio de 1935, mientras Lisandro seguía despejando todas las dudas sobre la complicidad del gobierno en general y los ministros en particular con el negociado de las carnes cuando, según el relato del diario La Prensa, en un momento de su alocución Lisandro fue empujado por el ministro Duhau y cayó al piso al ver lo que había provocado escapó de la escena cayendo él también al piso. Se produjo un griterío y que fue acallado de pronto por el sonido de disparos que dieron de pleno en Enzo Bordabehere el compañero de De la Torre, el senador electo por Santa Fe, quien había tratado de interponerse entre don Lisandro y su atacante.
El atacante comenzó a huir pero fue detenido por el agente de policía Cofone quien lo entregó al subcomisario Florio que dispuso su inmediato traslado al departamento central de Policía. Allí fue reconocido inmediatamente por los Palacios y Cantón, y se pudo entonces identificarlo: su nombre era Ramón Valdéz Cora, tenía 42 años y había sido comisario de Vicente López. Su foja de servicios no lo dejaba muy bien parado: había sido procesado por estafas reiteradas, extorsión a prostitutas y falsificación de documentos. Era “mano de obra ocupada” por el Partido Demócrata (que era el curioso nombre que se daba entre nosotros el partido conservador), y un hombre de confianza del señor ministro de Agricultura Luis Duhau. 
Al prestar declaración ante el Juez Miguel Jantus, Valdez Cora reconoció la autoría del atentado que le costó la vida e Enzo Bordabehere. Nada dijo de los autores intelectuales del crimen, pero señaló que actuó al ver que eran agredidos “sus amigos políticos”.Fue condenado a 20 años de prisión pero quedó en libertad en 1953 por “buena conducta”. Los instigadores y responsables directos del crimen, como correspondía a gente de su “alcurnia y prestigio” gozaron de la más absoluta impunidad judicial y gozan de cierta impunidad histórica otorgada por aquellos que necesitan que olvidemos el episodio porque es una foto nítida de aquella desgraciada década infame y de aquella clase dirigente argentina.
Al mediodía del 5 de enero de 1939, dos años después de haber renunciado a su banca de senador, quizás recordando a su admirado Leandro Alem, puso fin a su vida disparándose un balazo al corazón.

creartehistoria: Presentación sobre la Ilustración (siglo XVIII)

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martes, 23 de octubre de 2012


La Política obrera durante el primer batllismo.


José Batlle y Ordóñez es uno de los primeros en la historia social de país que pide justicia para los sectores obreros. Su pensamiento de fines del siglo XIX con este tema no cambió en absoluto cuando llega al gobierno. Desde la presidencia declara su imparcialidad dentro de las luchas entre el trabajo y el capital y aconseja a los obreros a ser solidarios en la lucha y sostenía en El Día en noviembre de 1895: "Los problemas sociales ni siquiera merecen la atención de los políticos del viejo régimen. Finaliza el año 1895 y algunos gremios obrerors se declaran en huelga hartos de soportar horarios de trabajo que llegaban a diez y nueve horas. El proletariado comenzaba a organizarse en centros de resistencia  a fin de luchar con mayor eficacia contra la opresión que los capitalistas ejercían y que la ley amparaba. En aquellos oscuros tiempos, de calamitosos gobiernos, la acción gremial del proletariado corría pareja con la acción pública del ciudadano. Este no hacía política. Y el gobierno era función trascendental a cargo de un círculo multicolor de privilegiados blancos, colorados y constitucionalistas y el obrero trabajaba mucho, dormía poco y ... a veces comía"(...)"Se ha comprobado que en los tranvías se trabaja duramente de quince horas diarias o más con lo cual no restan al empleado de esas empresas más que ocho o nueve horas que debe repartir entre el reposo y el cultivo a sus tendencias individuales y morales, de sus relaciones sociales, de sus relaciones de familia,etc. Se ha comprobado que en las panaderías se trabajan 19 horas diarias, lo cual debe considerarse en el obrero como un suicidio y en el patrón como un asesinato" El Día, diciembre de 1895. la democracia social es el ideal último del batllismo y parte de un momento en que la huelga era un acto contra la ley "era mirada como una sublevación por las autoridades policiales y en general por el poder público enemigo por naturaleza de las sublevaciones" El Día mismo artículo mencionado.
Sostiene Batlle en un editorial " Simpatizamos con las huelgas. Cuando una se produce y se produce bien, de una manera reflexiva, con probabilidades de éxito, con elementos de resistencia que ponen verdaderamente en jaque a los patrones, nos decimos: he ahí los débiles que se hacen fuertes y que, después de haber implorado justicia, la exigen. Y nos olvidamos de que estamos más bien enrolados, en el número de aquellos que para sentir como proletarios, y soñar con un estado político en el que la riqueza se halle mejor repartida y pasen de manera más equitativa que ahora, sobre grandes y chicos, las fatigas del trabajo social"El Día 3 de enero de 1896. La inercia legislativa era aliada de los intereses de los sectores patronales, era época de los contratos individuales laborales. Comienza entonces la democratización de la vinculación laboral. Batlle estimula la organización sindical :"La mayor dificultad que ha obstaculizado hasta ahora el arreglo de las cuestiones surgidas entre obreros y patrones ha sido la resistencia decidida, tenaz, airada, que estos últimos han puesto siempre a entenderse con las comisiones directivas que los centros, que los conjuntos de obreros nombran en su representación. No queremos dicen los patrones, tratar con esas comisiones, queremos tratar directamente con nuestros obreros, con nuestra gente, como hemos tratado hasta ahora.Diferentes razones para justificar lo injustificable"El Día 9 de enero de 1896. Se busca el adecuado equilibrio entre el capital y el trabajo para poder solucionar la cuestión social, el origen radicaba en la forma de producción y la forma de distribución de la ganancia, para el batllismo la ley será el mecanismo de regulación. Inmediatamente viene un complejo proceso que lleva a la jornada laboral de 8 horas. Pero eso merece un tratamiento exclusivo.

Virtual Archive : Telegram from Soviet Ambassador to the USA Dobrynin to the USSR MFA

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El sindicalismo uruguayo en el proceso histórico nacional (1870-2006) | 1811-2011

El sindicalismo uruguayo en el proceso histórico nacional (1870-2006) | 1811-2011Por Rodolfo Porrini

sábado, 20 de octubre de 2012

150 Años De Don Pepe Batlle Y Ordoñez

La Guerra del Paraguay
Por Felipe Pigna
La del Paraguay, llamada por Alberdi de la “Triple Infamia”, fue la primera guerra del Estado nacional unificado tras la derrota del interior en Pavón y en ella se estrenó el ejército que había hecho sus primeras armas apuntado contra los propios argentinos que habían osado oponerse al modelo centralista del puerto de Buenos Aires. Las campañas represivas de los coroneles de Mitre contra los montoneros del Chacho Peñaloza y Felipe Varela asolaron los llanos riojanos y catamarqueños, arrasando poblaciones enteras que intentaban una última defensa de sus artesanías y su forma de ganarse la vida ante la invasión de los productos importados.
La historia autodenominada “seria” nos enseñó que el Paraguay era la tierra del atraso gobernada por una monstruosa dinastía de dictadores. Para esa versión de los hechos, lo mejor que le podía pasar al Paraguay era la cruzada civilizadora de sus vecinos que le llevarían las ventajas del mundo moderno.
Uno de los “civilizadores”, el Brasil, era el último imperio esclavista de América, gobernado por una dinastía coronada. En él, la mayoría de la población no gozaba de los más elementales derechos humanos. En el Paraguay no había un solo esclavo, en Brasil había dos millones. 
El otro civilizador, la Argentina, estaba gobernado por un poder impuesto por el puerto al resto del país mediante la violencia. Nadie votaba libremente en la Argentina de los años sesenta del siglo XIX. La mayoría de la población no accedía a la educación elemental y estaba muy por debajo de los niveles básicos de subsistencia. 
El Paraguay, constituía entonces un modesto intento por conformar un capitalismo de Estado. Comparado con los de sus poderosos vecinos, los logros del Paraguay eran notables. 
Hasta 1865 el gobierno paraguayo, bajo Carlos Antonio López y su hijo Francisco Solano López, construyó astilleros, fábricas metalúrgicas, ferrocarriles y líneas telegráficas. El Paraguay era la única nación de América Latina que no tenía deuda externa. 
No es cierto que los paraguayos eligieran vivir aislados. Sus proyectos de infraestructura se concretaron gracias a la importación de maquinaria y técnicos ingleses que hasta 1865 cubrían el 75% de las importaciones paraguayas. La diferencia estaba en la decisión del gobierno de utilizar la técnica importada para intentar un desarrollo nacional.
En Ibicuy se construyó una de las primeras acerías y fundiciones de América Latina bajo la dirección del ingeniero inglés John William Whitehead. Se tendieron líneas telegráficas entre Asunción y Paso de la Patria, dirigidas por el ingeniero alemán Roberto von Fisher Trevenfeldt, y se construyó el ferrocarril que unía la capital con Trinidad. 
Desde la época de Gaspar Rodríguez de Francia, el Paraguay no se cansaba de pedirles a los “liberales” de Buenos Aires “la libertad del Río de la Plata, el Paraná, el Uruguay y el Paraguay como vías internacionales” sin obtener ningún resultado.
Un año antes de comenzar la guerra, el propio presidente Mitre reconocía los logros del Paraguay y elogiaba a su colega Francisco Solano López, comparándolo con el rey Leopoldo I de Bélgica: “V.E. se halla bajo muchos aspectos en condiciones más favorables que las nuestras. A la cabeza de un pueblo tranquilo y laborioso que se va engrandeciendo por la paz y llamando en este sentido la atención del mundo; con medios poderosos de gobierno que saca de esa misma situación pacífica, respetado y estimado por todos los vecinos que cultivan con él relaciones proficuas de comercio; su política está trazada de antemano y su tarea es tal vez más fácil que la nuestra en estas regiones tempestuosas, pues como lo ha dicho muy bien un periódico inglés de esta ciudad, V.E. es el Leopoldo de estas regiones, cuyos vapores suben y bajan los ríos interiores enarbolando la bandera pacífica del comercio.” 
Al Paraguay lo fueron encerrando y así se fue consolidando un modelo proteccionista y donde el Estado tomó un rol protagónico. Así se fue creando un modelo de propiedad muy particular basado en las “Estancias de la Patria”, de propiedad estatal, que explotaban monopólicamente los rubros más rentables de la exportación: la yerba y el tabaco. El modelo brasileño era muy diferente, casi antagónico, como señalaba Alberdi: “En vez de consagrar una parte al cultivo de cereales y animales para la subsistencia de la población, lo destinan todo a la producción de azúcar, de tabaco, de café, que los enriquece a ellos a expensas del pueblo trabajador, que muere de hambre. 
Nadie quería ir a pelear contra el Paraguay. Para los hombres del interior estaba claro que se trataba de una guerra fratricida. Ante la oposición generalizada, el gobierno de Mitre decidió lanzar una violenta represión y obligar a los díscolos a incorporarse al ejército como sea. León Pomer publica en su libro sobre la guerra un recibo extendido por un herrero catamarqueño cuyo texto es el que sigue: “Recibí del gobierno de la provincia de Catamarca, la suma de 40 pesos bolivianos por la construcción de 200 grillos para los voluntarios [sic] catamarqueños que marchan a la guerra contra el Paraguay”. 
Así marchaban los soldados argentinos al frente, esposados, encadenados, absolutamente contra su voluntad. 
Mitre había hecho un pronóstico demasiado optimista sobre la guerra: “En 24 horas en los cuarteles, en 15 días en campaña, en 3 meses en la Asunción”. Lo cierto es que la guerra duró casi cinco años, le costó al país más de 500 millones de pesos y 50.000 muertos. Benefició a comerciantes y ganaderos porteños y entrerrianos cercanos al poder, que hicieron grandes negocios abasteciendo a los ejércitos aliados. El jefe de las tropas brasileñas decía: “Nuestros aliados no quieren acabar la guerra, porque con ella están lucrado y empobreciendo al Brasil. Desde que Mitre llegó ha procurado por todos los medios posibles demorar la marcha de las operaciones.” 
Al pueblo paraguayo le fue quedando claro que su supervivencia dependía del resultado de la guerra, que se prolongará hasta marzo de 1870 por su heroica resistencia. Francisco Solano López con lo que quedaba de su ejército, su inseparable compañera, Elisa Lynch, la “princesa de la selva”, sus cuatro hijos y sus últimos seguidores que se negaban a entregarse, llegó a Cerro Corá el 14 de febrero de 1870. 
Su ejército estaba compuesto mayoritariamente por niños y mujeres, y tenía el jefe de estado mayor más joven de la historia, su hijo Panchito, de sólo 14 años. 
Las campanas de las iglesias se habían transformado en cañones que, a falta de balas, disparaban piedras, huesos y arena. Al mediodía del 1º de marzo, las tropas brasileñas llegaron al lugar. La lucha era demasiado desigual y la batalla duró poco. 
López, al frente de lo que quedaba de su heroico pueblo, fue herido de un lanzazo. Le ordenó a Panchito proteger a su madre y sus hermanos. Varios soldados se abalanzaron sobre el hombre más buscado por la Triple Alianza. Nadie quería perderse las 100.000 libras que los “civilizadores” ofrecían por la cabeza del mariscal. 
El presidente paraguayo se defendió como un tigre acorralado y mató a varios de sus atacantes. El general Cámara, a cargo del pelotón atacante, lo intimó a que se rindiera y le garantizó su vida. Pero a López ya no le importaba sino su dignidad, siguió peleando, bañado en sangre, hasta que Cámara ordenó “maten a ese hombre”. Un certero disparo le atravesó el corazón. 
Los soldados atacaron los carruajes que trataban de huir. Panchito montó guardia frente al que ocupaban sus hermanos y su madre, Madame Lynch. Los brasileños le preguntaron si allí estaban la “querida” de López y sus bastardos. Panchito defendió el honor nacional y familiar y fue fusilado en el acto. 
A Elisa Lynch le tocó dar la última batalla de esta guerra miserable y despareja. Con toda su enorme dignidad, descendió de su carro, cargó el cadáver de su hijo y buscó el de su marido. Cavó con sus manos una fosa y enterró los dos cuerpos y parte de su vida. 
El Paraguay había quedado destrozado, diezmada su población, que pasó de unos 500.000 habitantes a 116.351, de los cuales sólo el 10% eran hombres en edad de trabajar y el resto, viejos, mujeres y niños. Su territorio fue arrasado. 
Alberdi hacía su propio balance de la guerra: “la destrucción de los telégrafos, de los vapores, de los ferrocarriles, del gobierno que dotó a Paraguay de esas cosas, de su población de más de un millón de habitantes, los mismos de que ha sido despoblado, libertándolo de López, que no le dejó deuda, para dejarlo en feudo o hipoteca del Brasil y del Stock Exchange, sus acreedores actuales por más millones de pesos fuertes que los que vale todo el Paraguay.” 
Un documento reservado dirigido por el marqués de Caxías al emperador del Brasil: nos informa que “El general Mitre está resignado de lleno y sin reserva a mis órdenes; él hace cuanto yo le indico, como ha estado muy de acuerdo conmigo, en todo aun en cuanto a que los cadáveres coléricos, se arrojen a las aguas del Paraná, ya de la escuadra como de Itapirú para llevar el contagio a las poblaciones ribereñas, principalmente a las de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe que le son opuestas […]. El general Mitre está también convencido que deben exterminarse los restos de las fuerzas argentinas que aún le quedan, pues de ellas no divisa sino peligros para su persona.” 
Al terminar la guerra, en un rapto de sinceridad, Mitre declaró: “Hijo de un pueblo que todo lo debe al comercio, y que funda en él la prosperidad del presente, es natural que mis simpatías le pertenezcan y que mi razón esté a su servicio. En la guerra del Paraguay ha triunfado no sólo la República Argentina sino también los grandes principios del libre cambio. Cuando nuestros guerreros vuelvan de su campaña, podrá el comercio ver inscripto en sus banderas victoriosas los grandes principios que los apóstoles del libre cambio han proclamado.”