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sábado, 16 de mayo de 2015

La libertad no es un don del Cielo: Tarigo, Opinar y la predica periodística contra la dictadura.


El tendón de Aquiles de los regímenes autoritarios latinoamericanos fue sin dudas su falta de legitimidad para la gran mayoría de los ciudadanos. La doctrina de la seguridad nacional influyó en algunas élites pero jamás logró legitimidad y aceptación popular. La búsqueda de la legitimidad propició la emergencia de múltiples actores que por su condición de no ser políticos profesionales pudieron llevar adelante una tarea excepcional. El plebiscito de 1980 fue rechazado por los votantes uruguayos, aunque se mantuvo en el poder por cinco años más. Uno de los que se puso tremenda tarea sobre sus hombre fue el Semanario OPINAR. Vale recordar un fragmento de su primer editorial que en tiempos de censura y persecusión siempre fue un pasa más adelante de lo que el cerrojo militar permitía. El Dr. Tarigo escribió el primer editorial que marcó el proceso posterior de lucha desde la tribuna periodística primero y en complejas negociaciones políticas después el camino a recobrar la Democracia.(Gillespie, C. Negociando la Democracia, FCU, 1995, Pág. 93-94):
"Nuestro primer editorial.
(...) La República enfrenta hoy uno de sus momentos decisivos. Dentro de un mes, exactamente, la ciudadanía uruguaya se verá convocada, por primera vez luego de mueve años en lo que ha permanecido ajena a toda decisión por circunstancias de notoriedad, a resolver por sí y ante sí cual ha de ser el futuro institucional del país.
No llega a esta verdadera encrucijada en las mejores condiciones posibles.
El cronograma que plantearon hace ya tiempo las Fuerzas Armadas, y al que se han ajustado estrictamente, supuso y supone dos grandes etapas: la elaboración, redacción y sanción de una nueva Constitución, primero, y el levantamiento, de la suspensión que pesa desde hace más de siete años sobre los Partidos políticos después.
Este hecho es, a esta altura, seguramente irreversible.
Ello, sin embargo, no puede impedirnos señalar una vez más nuestra discrepancia con tal criterio cronológico, pues, a nuestro juicio, el orden lógico debió ser el de levantar primero la suspensión sobre la libre actividad político partidaria para, luego de ello abocarnos, con el concurso de todos, a la reforma constitucional.
El ordenamiento impuesto por el referido cronograma ha determinado que la ciudadanía no haya podido contar hasta ahora, no pueda hacerlo antes del plebiscito del 30 de noviembre con la ayuda y con la colaboración, imprescindible, de los Partidos Políticos.
Cada ciudadano por sí mismo, sin más ayuda de la que pueda buenamente extraer de la conversación familiar o amical, tendrá que decidir si vota por "SI"o por"NO"  el último domingo de noviembre, y será responsable, en la cuota parte que a cada uno corresponda del acierto o del error que esa decisión implique y de las consecuencias buenas o malas que de ellas se deriven.
En alguna medida, y solo en alguna, pues el periodismo no puede ser sustitutivo de los Partidos políticos, trataremos de brindar nuestra ayuda y nuestra colaboración a la ciudadanía, no para aconsejar para votar por "SI"  o votar por "NO" el proyecto constitucional, ya que no es esa la tarea que nos compete, pero sí para analizar y examinar ese proyecto y para afirmar nuestra posición personal, la de todos y cada uno de quienes nos ocupe mas de tal tema desde estas páginas, respecto a si ese texto puede ser o no el deseado instrumento que permita a nuestro país superar definitivamente esta situación política anómala, que se ha alargado en el tiempo y que no debe alargarse más.
Sin agravios para nadie, con similar respeto para todos pero con entera libertad de criterio- porque la libertad no es un don del cielo sino algo que se conquista día a día- habremos de abundar sobre este tema, que es, !qué duda cabe ¡ el tema de absoluta prioridad aquí, en el Uruguay, y hoy, octubre-noviembre de 1980."(Opinar, Número 1, Jueves 30 de octubre de 1980, página 3)
El Dr. Jorge Batlle en una entrevista realizada por Eduardo Alonso, para su libro "Clandestinos..." afirmó: "(...) O sea la sociedad genera desde sí misma, ante situaciones de este tipo, la presencia de ciudadanos que sin haber participado nunca en la política, un buen día sienten ese llamado y se ponen al frente de un movimiento tan interesante como el que Tarigo originó, lideró, presidió y lo llevó a la vicepresidencia de la República. Tarigo fue otro gran ciudadano en esa materia, sin lugar a dudas. O sea son ciudadanos clave, como es también el caso de Pons Etcheverry" (Alonso, E. Clandestinos. Blancos y Colorados frente a la dictadura. EBO, 2012, Pág.80)

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