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martes, 14 de agosto de 2012

sábado, 11 de agosto de 2012

José Batlle y Ordóñez por Enrique Rodriguez Fabregat.

José Batlle y Ordóñez 
por Enrique Rodriguez Fabregat.


Hacia la Primera Presidencia.

Batlle será presidente.

En su caso, ya no se trata de una pugna entre candidatos. Eso pertence al capítulo demasiado grande de la política demasiado menuda. En esta ocasión es diferente. Batlle es el hombre de la nueva fe. Su presencia en la lucha significa dos cosas nuevas, fundamentales: Batlle concreta en sí mismo una gran esperanza no cumplida a través de 73 años de independencia. Y Batlle cree en el hombre del pueblo, en el hombre de la multitud, en el hombre que fuera hasta entonces apenas número en la vida nacional.
Estos dos elementos son inseparables de su individualidad. No verlos, significa no ver a Batlle, ni interpretar su tiempo ni comprender su obra.
Creer en el hombre del pueblo vale, primero como una revelación; vale, segundo, como una revolución. Cuando esto se plantea y se afirma así, viene a ocupar un lugar secundario, apenas adjetivo, apenas circunstancial, todo lo que se reducía hasta ahora a lucha de candidatos, de grupos solo diferenciados por las divisas de sus candidatos.
Batlle cree en el hombre del pueblo. Ese es el dogma de su nueva fe.
La lucha, el choque, es entre este "concepto" y lo demás; entre esta "idea" y todo lo demás; entre este elemento de germinación y la esterilidad de los personalismos (...)¿Qué ha sido gobernar hasta 1903? No se nos venga conque si hubo tantas vacas y se exportaron tantos kilos. Eso es más de las vacas que de los hombres. El problema es otro. La acción de goberanr es la que surge sustantivamente de esos elementos para devenir como hecho social.
Hasta Batlle, la crónica de las presidencias no pasa de las revoluciones, sus motines, sus levantamientos, las intervenciones sufridas, los prestamos, las deudas.
Con Batlle, la crónica es la de las reformas sociales, la de la transformación económica del país, la de su soberanía intacta, la de su dignificación política, la del más alto nivel cultural, la de más alta estima del ser humano. Ver. Enrique Rodriguez Fabregat. José Batlle y Ordóñez: El Reformador.Páginas 293-294 Editorial Claridad Buenos Aires. 1940

Nota:Enrique Rodríguez Fabregat. Abuelo de mi Señora Salomé Rodriguez (11 de noviembre de 1895 - 19 de noviembre de 1976), maestro, escritor, periodista y político uruguayo.

Militante del Partido Colorado, fue diputado, senador, Ministro de Instrucción Pública en la época de José Batlle y Ordóñez. Debió exiliarse a raíz de la dictadura de Terra.
Tuvo destacada actuación diplomática. Fue embajador de Uruguay ante México y Austria, ámbito en el que corredactó con Gabriela Mistral la Tabla de los Derechos de la Niñez, base para la creación de UNICEF. En su rol de delegado ante la Organización de las Naciones Unidas, integró la Comisión Investigadora de las Naciones Unidas para Palestina, donde colaboraron con él Oscar Secco Ellauri y Edmundo Sisto; su aporte fue fundamental para el establecimiento del Estado de Israel.
Tuvo también destacada actuación periodística, en el diario La Razón y como colaborador en varias revistas.
En 1971, participó en la fundación del Frente Amplio, integrando una lista con otros políticos de extracción batllista como Zelmar Michelini y Alba Roballo. En 1973 debió exiliarse nuevamente, esta vez en Buenos Aires, donde trabajó en la agencia Prensa Latina.
En 2001, una escuela de San José de Mayo fue bautizada con su nombre.

Ideología de Batlle. Comentario muy breve del libro de Antonio M. Grompone. Miguel Lagrotta.

A propósito de la re edición del libro "Ideología de Batlle" de Antonio M. Grompone.(Arca, agosto 2012)

José Batlle y Ordóñez fue un gobernante que llevó adelante la más profunda transformación del gobierno y la administración pública. Esto fue determinante en la evolución económica y social de gran progreso colectivo. Desde el punto de vista ideológico motivó al Partido Colorado a sostener su acción en las afirmaciones de justicia social, de desarrollo institucional originando pasiones que en la fuerza de los debates renovaron a la sociedad.
Se destacan tres aspectos del pensamiento de Batlle:
a)Sus características personales, b) las condiciones del medio político y social y c) las líneas doctrinarias de su pensamiento.
El batllismo surge espontáneamente y no como sistema y menos como un dogma con principios "que deben ser interpretados en forma más o menos fiel para aplicarlos sin traicionar a quién los formuló"
Por lo tanto Grompone deduce que "el batllismo es, pues,una tendencia colectiva que se expresa especialmente a través de la mentalidad de un hombre excepcional que da la solución adecuada a cada problema histórico y encauza la voluntad nacional en un sentido bien definido.
En definitiva el batllismo es el estado emocional que mantiene aferrados a sus tendencias a una enorme cantidad de hombres que son batllistas por el sentimiento de vincularse a una fuerza superior en valores éticos, morales y de justicia"
Para llegar a concretar estas ideas, Batlle va a afirmar la necesidad de ir resolviendo problemas con un plan pensado racionalmente y con la finalidad de liberar al hombre. Los principios fueron claros:
1) Devolver la soberanía al pueblo y desarrollar la pureza del sufragio.
2) Eliminar la explotación en todo sentido del hombre por el hombre.
3)Independizar económicamente al país.
4)Hacer de las obras públicas instrumentos de mejora e independencia colectiva.
5)Dar a la función de gobernar el sentido de servicio público y no de privilegio gobernante.
6)Hacer efectiva, eficiente y eficaz la administración pública.
7)Transformar el medio rural con carreteras, caminos, ferrocarriles como objetivo de cambiar económicamente y socialmente al país.
8)Crear un desarrollo cultural de masa mediante la construcción del "hombre nuevo"

Lo esencial en Batlle es el valor de la realización y no en su expresión doctrinaria. Batlle es hombre de acción. Predomina, entonces, el respeto a la personalidad humana, el bienestar colectivo, el mejoramiento social y político. Las soluciones son medios y los problemas que se presentan son derivados del propósito inicial que inspiraban aisladamente las acciones.

El 15 de julio de 1887 Batlle es nombrado jefe político de Lavalleja y su circular a la Policía sostenía:
" Sin dejar d ejercer el derecho de votar que goza Ud. como todo ciudadano, se abstendrá de ejecutar actos que importen amenaza o atropello al derecho electoral y que den margen para que pueda justamente dudarse de la imparcialidad en la lucha del comicio. Así Ud no ejercerá armado sus funciones, ni asistirá a clubes políticos, no se asociará a reuniones que se formen en las cercanías de las mesas electorales, ni tomará parte de los tumultos ni en las acusaciones que se produzcan con motivo de las inscripciones a las votaciones"
Sobre el sentimiento de los partidos tradicionales es posible poner una orientación racional y mostrar así a los hombres la defensa de los ideales, pero acompañadpos por el entusiasmo de los grandes recuerdos del pasado. El fondo emotivo da mayor eficacia a la acción. Se trata de juzgar con un criterio de sensatez este hecho y utilizar desde el punto de vista partidario para encauzarlos en un Partido con contenido ideológico arrancando del pasado y vinculado a la realidad nacional.

Ver: Grompone, Antonio M.. Ideología de Batlle. Arca/ensayo. Montevideo. Segunda edición Julio 2012.