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miércoles, 5 de febrero de 2014

El Batllismo y la voluntad popular en la visión de Don Tomás Berreta.

"El ejemplo tan grande como la historia quería que fuera, en las masas proletarias reclamando su jornada mínima de ocho horas, que determinó en la gloriosa Francia cruentas luchas y en la democracia del Norte, en la Patria de Washington, de Lincoln y Roosevelt, costó ríos de sangre, en nuestro Uruguay fue el gobernante vidente de 1911, Batlle y Ordóñez, que desde los balcones de la vieja casa de Gobierno, anticipándose a los sucesos les decía a las multitudes obreras de los comercios y empleados de las industrias que desfilaban por las calles de la ciudad "organizáos, que vuestro reclamo será escuchado" lo que entonces no fue comprendido por algunos y fue en cambio considerado como un atentado del gobernante a la libertad de trabajo, fue lo que impidió que corriera sangre de esforzados trabajadores como en Nueva York y en otras partes del mundo de más avanzada civilización, entonces, que la nuestra. La Ley firmemente auspiciada por le nombrado gobernante del pueblo, llevó a todos los hogares proletarios un poco más de justicia y una llamarada de esperanza hacia un futuro más venturoso para la gran masa obrera del músculo y del intelecto. 1ro. de mayo y 8 horas fueron las conquistas legales de nuestro pueblo obtenidas sin violencias: ese es el minuto de la historia que nada ni nadie altra ni modifica, animado de un gran corazón que iluminó aquel estadista que se llamó Batlle. Desde lo alto contribuyó a estructurar la democracia que el motín destruyó. Como los obreros de 1911, como los cruzados de todas las democracias nuestro pensamiento se leva hacia una única consideración: Por nueva constitución y leyes democráticas emanadas de asamblea, que signifiquen el fiel reflejo de la voluntad soberana del pueblo"  Tomás Berreta en la etapa final del retorno del batllismo al poder luego del terrismo y baldomirismo.

Ver:
Cigluiti, Carlos Walter. Vida de don Tomás Berreta. Edición del Autor, Canelones, 1975. Página 128.

domingo, 2 de febrero de 2014

El batllismo renacido: Luis Batlle Berres y la ideología batllista.

Luis Batlle Berres fue responsable del aggionamiento del batllismo partiendo de la base de su comprensión de la realidad que se vivía en el mundo de posguerra con sus imponentes cambios en todos los órdenes. El 14 de agosto de 1947, Luisito sostenía en su famoso discurso: "Nosotros, los que fuimos formados en los últimos aleteos de la filosofía liberal del siglo pasado y dimos los primeros pasos hacia la socialización de ciertas actividades del organismo social, comprendemos que tenemos que continuar ese ritmo para encauzarlo por las vías normales. Apresurarse a ser justo, es asegurar la tranquilidad; es bridarle al ciudadano los elementos principales y básicos para que tenga la felicidad de vivir y hasta  él lleguen los beneficios del progreso y de la riqueza. Apresurarse a serjustos es luchar por el orden y es asegurarse el orden". Buceando en el pensamiento de Luis Batlle, años antes en una exposición de congresistas americanos realizada en Chile con la Segunda Guerra Mundial en desarrollo sostenía en abril de 1944: "La Democracia no es solo libertad. Los pueblos reclaman algo más. La Democracia no tiene por que suponer necesariamente una evolución lenta en su marcha y discusión prolongada para atreverse a dar un paso por el progreso y por la justicia social" Es claro que el batllismo del período, denominado Neo batllismo, fue un movimiento policlasista que buscó y consiguió en parte una alianza entre los industriales, la pequeña burguesía, las clases medias y el sector obrero. Desde el punto de vistas económico el eje fue el proceso de industrialización que logró el apoyo tanto de los sectores estatistas como de los  sectores dirigistas en materia económica.
El rol del Estado para Luisito era el de contribuir con gran energía a mantener la paz social. No toleraba la lucha de clases porque la visión del batllismo era la del hombre por encima de la sociedad. Retomando su discurso de 1947 sostenía: "Cuando se amasa la riqueza entre el capitalista y el trabajador, lo que se produce es de todos y tiene que repartirse con equidad para que no exista el que lo tiene todo y el que no tiene nada, porque eso no es ni la tranquilidad ni la paz, ni la justicia; eso es la arbitrariedad y con arbitrariedad no podemos asegurar la paz social..."
Mucho se ha debatido sobre el rol de la lista 15, de su relativo apoyo al sistema colegiado en su momento o su inconveniencia de instaurarlo en 1952, pero es innegable que Luis Batlle Berres tuvo grandes coincidencias con Don Pepe: ambos fueron industrialistas,  se basaron en la política de sustitución de importaciones, el instrumento fue diferente con el sistema de cambios múltiples. Ambos vieron al mercado interno como motor de desarrollo y fuente de empleo. Y sin dudas el rol del Estado intervencionista, laico y tolerante.
"El discurso de Luis Batlle se entronca con la tradición liberal, tal como había sido reinterpretada por el batllismo de Don Pepe. Luis Batlle hizo frecuentes invocaciones a la justicia social, con un énfasis claro del papel tutelar del Estado para proteger a los más necesitados de la sociedad. También Luisito atacó a los que consideraba demasiado ricos a los que consideraba enemigos de la sociedad pero lejos de considerarse un discurso que presentase a la sociedad enfrentada en lucha de clases. Para Batlle Berres los demasiado ricos y los necesitados era casos límite de una sociedad en la cual la mayoría de la población estaba bajo el amigable paraguas del Estado batllista. Por esta razón el  neobatllismo tuvo un gran apoyo en la clase obrera, pero con un discurso no clasista presentándose como una alternativa a una postura de lucha de clases. Los trabajadores participaban en la vida política no en cuanto tales, sino en cuanto ciudadanos del Estado Batllista( y clientes de la maquinaria política del Partido Colorado) El hecho de que el orden social fuera libre y en armonía y sin antagonismos sociales no obedecía a un orden natural preestablecido, por le contrario al resultado directo de la estategia anticipatoria de los gobiernos batllistas. Más claro que el primer batllismo, la visión neobatllista es la mediación entre los distintos sectores sociales a través de la tutela estatal" 
Ver Panizza, Francisco."Uruguay, batllismo y después" EBO MVD 1990. Pág 96.

Hitler - El Reinado del mal [ESPAÑOL] - [COMPLETO]

jueves, 30 de enero de 2014

El progresismo de José Batlle y Ordóñez y la influencia de Arena. Por Carlos M. Rama


Cuando se examina de cerca la gestación de alguna de las grandes leyes de la administración Batlle, se observa que a menudo están inspiradas, o son la obra de algunos de los colaboradores cercanos del gran estadista; o habiéndolas éste inspirado en líneas generales, han tenido después un artesano que las  ha llevado a materializarse.
Posiblemente en el dominio de la legislación obrerista el Dr. Domingo Arena ocupa el lugar más importante- especialmente durante la primera presidencia- y para el  mismo Batlle fue capital la colaboración, el contacto, el cambio constante de ideas y una amistad fidelísima con aquél caracterizado ciudadano.
Arena trajo a círculo de Batlle el hálito del mundo proletario, sus problemas y sus preocupaciones. El "gringo" Arena inmigrante italiano, peón, empleado, autentico " self-made-man" llegado por su esfuerzo a los títulos universitarios y los altos cargos públicos nunca renegó de sus orígenes " Quiero declarar bien categóricamente,, bien solemnemente que yo soy muy obrerista. Será tal vez porque corre por mis venas sangre obrera, y porque siento el gemir en el fondo de mi ser muchas generaciones de antepasados obreros, verdaderos mártires, de tan buena cepa como los mártires de la religión del Dr. Gallinal" (Arena sesión del Senado, 22 de octubre de 1913).
Su actitud política es que "Las buenas elecciones, los buenos gobiernos no pueden ser sino medios. El verdadero objetivo, el gran objetivo que debemos perseguir, es el mejoramiento de las masas populares; el Gobierno que no se preocupa de esta cuestión es un gobierno fracasado" (Arena sesión del Senado, 18 de octubre de 1912).
En cuanto a su coloradismo y dejando de lado su personal amistad con el Sr. Batlle, "Si me he embanderado con tanta resolución en la gran  fracción en que estoy embanderado, es simplemente porque he visto en ella la obrera del bien, la obrera del bienestar nacional. Si apareciese alguna otra capaz de mayores realizaciones, con más facultades de hacer el bien, tal vez fuese un tránsfuga porque mi verdadera orientación política es el bien del pueblo" y ejemplificando declaraba en la Cámara en 1912; "Si mi partido no fuera capaz de realizar un programa obrerista, sería socialista, tal vez hasta fuera anarquista"
Domingo Arena fue el colaborador más íntimo y el amigo más fiel de Batlle, y esta vinculación de casi cuarenta años entre los dos grandes espíritus se refleja necesariamente en la obra política.

Batlle no era socialista pero las masas no estaban en condiciones de percibir estas sutilezas ideológicas, ni podrían comprender el mecanismo psico-sociológico por el cual su misma fuerza se reflejaba en el estadista uruguayo.
Dominó a sus contemporáneos, y especialmente a los miembros de las clases populares, la idea fundamental de que el Gobierno del Uruguay estaba en manos de un radical dispuesto a llevar a cabo  medidas de eficacia práctica e inmediata en favor de los humildes. Es explicable entonces la adhesión que levanta su acción, la pasión fervorosa de los humildes o el respeto y la crítica elevada de todos los progresistas.

Ver:
 Rama, Carlos M. Batlle y el Movimiento Obrero y Social. En Batlle su Vida y su Obra. Editorial Acción. Pág. 53-54. Montevideo, 1956. 

martes, 28 de enero de 2014

La Educación en Artes y Oficios por Alfredo M. Nicrosi Otero.

A PROPÓSITO DE “LA EDUCACIÓN EN ARTES Y
OFICIOS”

LA BANDA MUNICIPAL DE NIÑOS
A fines del siglo XIX, en nuestro país, los conflictos políticos y sociales, tenían como una dura consecuencia, la proliferación de niños y jóvenes desvalidos, ociosos, entregados al vicio y al delito, que auguraban un oscuro futuro a nuestro país. .. El Profesor Plinio Torres Jean de Dieu, en un trabajo inédito sobre los orígenes de la Escuela de Artes y Oficios, observaba que “Esa masa juvenil que arrastraba su miseria,- muchas veces con picardías , vagabundeos, delitos y vicios,.- era la depositaria, la materia prima imprescindible de que se disponía. En saber canalizar y aprovechar sus energía y fuerzas latentes, radicaba la esperanza y la casi única posibilidad”. Y agregaba “Esta fue la vocación visionera de gobernantes,- no importan colores ni quienes,- coincidentes sobre este hecho histórico. Unos con más o menos éxito que otros, con más o menos aciertos en el enfoque, estuvier0n unidos en la certeza impostergable de actuar, por medios asistenciales y correccionales en principio y
luego educativos:”
Ese camino que llevó a instaurar la enseñanza de artes y oficios tenía como propósito prioritario, el de “preparar nuestros obreros para independizarnos, en lo posible del yugo manufacturero exterior”.
Cumplió a Lorenzo Latorre, siendo Ministro de Guerra en el gobierno de Pedro Varela, en pleno “año terrible” de 1875, crear una Banda Municipal de Niños. Fue antecesora inmediata de la Banda y Orquesta “Sarmiento, de la Escuela de Artes y Oficios, (cuya denominación documentada apareció en un informe del Sargento Mayor José Sosa el 10 de diciembre de 1878, dirigido al Estado Mayor del Ejército) iniciado en 1878, ya formalizada la Escuela de Artes y Oficios (EAYO), continuaría con la Banda y la Orquesta Sarmiento, un punto de partida, - junto con la orquesta del Conservatorio “La LIra”,-

Puesta bajo las órdenes del Mayor Fernando Flamand, sus directores fueron los maestros Alceo Caneschi y Estanislao Grasso, padre del maestro Gerardo, autor de nuestro Pericón Nacional y director de la Banda y Conservatoro de la EAYO, hasta su clausura en 1906. La Banda de Niños, que llegó a tener más de cien integrantes , estaba instalada dentro de los límites del Parque Nacional, en el sector ocupado por el Regimiento de Artillería (hoy Cuartel de Bomberos), en la esquina de Colonia y Minas. Allí, adquirían conocimientos musicales teóricos y la ejecución de un instrumento. Se les otorgaba una pequeña paga, alojamiento, comida y uniforme. Entre sus integrantes,- algunos de los cuales continuaros sus estudios en la EAYO e integraron sus conjunt0s musicales,- figuraron José Usera y Nicolas Bonomi (luego autores de la marcha “Mi Bandera”). Esta Banda, que frecuentemente ensayaba y actuaba conjuntamente con la Banda del Regimiento de Artillería, llegó a tener un gran éxito, destacándose una celebrada ejecución de la Marcha de la Opera ·”Aida” de Verdi. . Así lo anunciaba el perIódico “El  Ferro Carril” el 5 de junio de 1878: “Son notables los adelantos que ha realizado la Banda Municipal de Niños, debido a la excelente organización que le ha dado el apreciable Mayor Don Fernando Flamand y a la buena dirección de su profesor el Sr. Caneschi. ..Actualmente están concluyendo los ensayos del final de la ópera “Aida” y nos dicen que lo ejecutan tan notablemente como la Banda de Artillería”...y finalmente señala el periódico: “Muchos de los jóvenes músicos...tanto adelanto tienen, que se procuran subsistencia con la habilidad que la Nación les ha facilitado gratuitamente"