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sábado, 23 de octubre de 2010

Alemania nazi: de dictadura a Estado Totalitario

El nazismo fue un movimiento de masas y la base de una dictadura totalitaria.


Nuestra hipótesis de trabajo se centra en la evolución ocurrida en Alemania desde la concepción política de Bismarck, el proceso de equilibrios  previo a la Gran Guerra, el drama de Versalles, el Pueblo alemán y su rol durante la República de Weimar y posteriormente, la dictadura hitleriana y el Totalitarismo final.
Para tratar de recorrer este camino nos sotendremos en algunos puntos filosóficos muy fuertes en Alemania desarrollados  por autores como Kant, Heidegger, Arendt y en algunas influncias como Gobineau, Wagner y la lectura de algunos capítulos de Mein Kampft.
Tampoco dejaremos de lado algunas posturas revisionistas sobre el pasado nazi, sin que  ello pueda presuponer ningún tipo de afinidad ideológica con el movimiento nazi. Los pasos para el establecimiento de un totalitarismo en Alemania se aceleran cuando Hitler accede al cargo de Canciller en Enero de 1933. Hitler llega al poder de un país que tenía problemas políticos, económicos y sociales. Para alcanzar este objetivo, utilizó el sistema político, alcanzó acuerdos con  lideres militares y cautivó a las masas con discursos que atacaban permanentemente al “cáncer de la democracia”, al miedo al bolchevismo y los traumas post Versalles. Su esquema , simple y directo, era configurar una Alemania fuerte con un líder fuerte y un pueblo fuerte.
Los afiches publicitarios afirmaban la unión entre el pueblo, la nación y el líder y la necesidad de la construcción de un indispensable espacio vital para la germanización y la construcción de una Gran Alemania.
Los antecedentes los podemos rastrear al finalizar la Primera Guerra Mundial cuando el nuevo orden mundial de los vencedores construye una nueva configuración de los estados europeos que poseían mayores o menores tradiciones democráticas: los que tenían ya concepciones liberales y aquellos que no van a lograr establecer un régimen democrático. El fascismo italiano a quién pertenece la definición del sistema totalitario de gobierno, y que no va a lograr ser más que una dictadura de partido único, es una corriente nueva y característica del Siglo XX. Las otras corrientes políticas europeas se pueden rastrear desde el Siglo XVIII, liberalismo, socialismo y el conservadurismo típico inglés van a convivir con esta nueva visión política. Las previsiones marxistas, incluso las de Engels en 1895, hacían suponer que conjuntamente con el sufragio crecerían las adhesiones a la izquierda. Los sectores de Derecha, viendo el ejemplo revolucionario ruso triunfante, iniciaran una contrarrevolución incluso antes de que esta se realizara en el occidente europeo.[1] El apoyo popular a una reacción fuerte al bolchevismo, con componentes nacionalistas, va a ser la combinación que permitiría la fascismo alcanzar el poder. El fascismo nace en Milan el domingo 23 de marzo de 1919, con una treintena de personas que se declaran enemigos del socialismo porque se opone al nacionalismo. El programa era sostenido por el patriotismo y la configuración de un socialismo nacional. Mussolini  no estaba solo, en Europa había otros movimientos similares con ideas nacionalista, anticapitalistas, violentistas con enemigos declarados en los socialistas y en la burguesía, todos aspirantes a dictadores.[2]
Tres años después el Partido Fascista de Benito Mussolini estaba en el poder, once años después Hitler tomó el poder en Alemania. Pero en 1923, habái fracasado un intento de toma de poder por la fuerza en Alemania (Putsch de Munich)
Es aquí donde intento empezar la fundamentación del tema planteado.
En 1870 se había creado el Imperio Alemán, en 1936 podemos hablar ya de un Estado en vías de ser Totalitario, me interesa bucear en algunos fundamentos filosóficos e ideológicos que podrían haber influido en el pasaje de un movimiento de masas a un gobierno dictatorial. En  1927 Heidegger publica “Ser y Tiempo” cuyo objetivo era logar que los individuos reflexionen sobre sí mismos en un entorno depresivo y decadente. Se puede inferir en el desarrollo de las tesis de Heidegger en esa publicación que no existen conciencias públicas, sino conciencias individuales. Esta idea era manejada por otro contemporáneo suyo, el conde Yorck von Warteburg que es citada textualmente por Heidegger “  La función pedagógica del Estado estaría en deshacer la opinión pública elemental y procurar en mayor grado posible, por medio de la educación, la individualidad del ver y contemplar”[3]
De modo continuador el destino del individuo se refiere a un acontecer más grande, más abarcativo llamado pueblo. Es sintomático que la visión de Heidegger se sostenía, por lo menos a inicios de la década de 1930 en cuatro pilares: ser, verdad, pueblo y líder y que en las cercanías del acto eleccionario para el Parlamento del Reich, en noviembre de 1933, militó por el programa de Hitler, sobretodo en el concepto del retiro alemán de la Sociedad de Naciones. Integra un selecto grupo de intelectuales y formadores de opinión alemanes: Schumann, Hirsch, Pinder, Sauerbach. Esta elección que determinó la elección de la lista única del NSDAP, de hecho es el puntapié inicial del Estado Totalitario de Hitler. Su discurso ala sumir como rector en la Universidad de Friburgo sostiene estos principios: “ Nos hemos liberado de la idolatría de un pensamiento infundado e impotente. Vemos el fin de la filosofía que estaba a su servicio. Estamos seguros de que habrán de volver la clara dureza y la seguridad adecuada del simple e inflexible preguntarse acerca de la esencia del ser. El coraje originario en la discusión con el ente en esta alternativa del crecer o destruirse, es la motivación más intima del cuestionar de una ciencia popular”[4]
Estos fundamentos atacan claramente a la República de Weimar y a la incapacidad del sistema democrático de encauzar un sentimiento popular castigado desde 1914. Todo el movimiento intelectual había conformado en 1914 un genuino sentimiento de comunidad, una renovación interna y absoluta del  Estado y de la cultura alemana. El ciudadano medio veía a la Guerra (Primera Guerra Mundial) como el motor de la modernidad. La movilización, las banderas y las primeras noticias de victorias alemanas hacían desplegar bandera en todos los hogares alemanes. Sin embargo la expresión de Kart Riezler consejero de la Cancillería “ la gente se ha levantado: es como si antes no  hubiese existido y ahora de pronto está aquí, poderosa y sobrecogedora”[5] muestra un proceso social categórico.
La Guerra pertenecía a todos, no había lugar, persona o desarrollo que no estuviera involucrada en la vida diaria, transformó a los alemanes, a la forma de verse a sí mismos y a desarrollar un concepto de Nación con otras bases. En los primeros días de la Guerra 40.000 mujeres berlinesas se inscriben en cursos de primeros auxilios, más de 30.000 en Frankfurt. La mujer tuvo un papel activo, en las oficinas públicas, los transportes y el Correo. Cursos de economía de guerra, lentamente la euforia se convirtió en causa de Estado o más fuerte aún, de causa nacional. La Guerra transforma a grupos heterogéneos y eufóricos que en 1914 no dimensionan el alcance de la Guerra en un pueblo beligerante que ahora quería un destino nacional tanto político como económico. En definitiva, el pueblo en 1918, al que se referirá Heidegger en 1934 y que Hitler utilizará a partir de 1923 será a partir de ahora la medida del futuro político de Alemania, en 1919 el partido de clase media más importante era el Partido Democrático Alemán y tenía medio millón de afiliados. Pero es muy sintomático el crecimiento de los sindicatos socialistas que en 1919 alcanzan los cuatro millones y medio de afiliados.
Surgen infinidad de grupos de intereses que necesitan organización, telefonos, publicaciones y movilización. Este proceso va a encarnar en el nazismo.

El nacionalsocialismo alemán tiene sus raíces en una tradición intelectual y política nacional poderosa, que no se limita a la simple herencia científica o filosófica de fiens del siglo XIX (Darwin, Gobineau, Chamberlain, Nietzsche, Wagner). La síntesis “Nacional-social” se apoya sobre la dos corrientes políticas principales del siglo XIX, el nacionalismo y el socialismo, que fueron por mucho tiempo antagonistas.
La idea de esta síntesis fue formulada en Alemania a fiens del siglo XIX por Adolf Stocker y Friedrich Naumann. Su influencia política fue reducida, pero la idea se difundió tanto entre la izquierda como la derecha. La derrota y la crisis alemana posterior a 1918 no hicieron más que reforzar esta corriente. Llevada la idea a la práctica, implicó una mistificación pues nada tuvo que ver con el nacionalismo o el socialismo, tal como estos términos son entendidos. Y si parte de las incumplidas promesas del primitivo programa del Partido, redactad en 1920, fueron socialistas, solo tuvieron valor como medio para ganarse e apoyo de las masas.

Varios son los planteos concretos que se hacen desde el nacional-socialismo.

1-      La critica a la democracia parlamentaria y la aspiración a un gobierno fuerte son producto de la evolución económica y política moderna. El liberalismo aparece como superado. Para hacer frente a las nuevas tareas interiores y exteriores, el Estado debe disponer de medios más amplios. El parlamentarismo no fue aceptado jamás totalmente en Alemania, ni siquiera después de 1918, y se lo ve como producto de la Revolución Francesa, impuesto por el extranjero victorioso. Weimar es el régimen de la derrota, antinacional por esencia y nacimiento.
2-      La idea de “völkisch”, el racismo y el antisemitismo a fines del siglo XIX, la idea de la especificidad de los pueblos y de las razas, y la de un lazo estrecho entre el pueblo y su civilización conoció una gran expresión y no solamente en Alemania. La situación geopolítica de Alemania en Europa, sus fronteras móviles y su reciente unidad, contribuyeron a la necesidad de afirmar su superioridad.
3-      El antisemitismo no es una exclusividad de Rusia o Francia. En el plano político es en Austria donde alcanza su desarrollo más brillante con Kart Lueguer, intendente de Viena entre 1897 y 1919. Una poderosa inmigración judía a comienzos del Siglo XX proveniente de Europa del Este y la concentración de los judíos en ciertos sectores de la vida nacional ( banca, comercio, profesiones liberales, prensa) no hicieron más que exacerbar, en ocasión de la crisis, sentimientos ya arraigados en el pueblo alemán.
4-      La política exterior: desde la caída de Bismarck (1890), Alemania no cesó de reclamar su “lugar bajo el sol”, es decir, tierras para doblamiento, fuentes de materias primas, mercados para su industria, colonias en relación con su dinamismo demográfico.


El nazismo va a desarrollar la reivindicación común al sentimiento de la mayoría de los alemanes. En 1925 el NSDAP, que no era más que un grupo pequeño caracterizado por divergencias y rivalidades, se reconstruye. Se implanta primero en Alemania media y septentrional, y su fisonomía cambia por completo: el pequeño partido bávaro se convierte un  movimiento de masas alemán, que pronto abarca todas las regiones y todas las capas sociales del país. Va a conquistar por la fuerza la  libertad de expresarse en los lugares ocupados por la izquierda. Su propaganda, las demostraciones de poderío de la SA, la novedad de su programa y de su estilo, los errores de sus adversarios y el cansancio de la opinión pública, le aseguran éxito. En julio de 1932 el NSDAP se convierte en el primer partido en el Reichstag. El nazismo no estaba basado en un conjunto de normas razonadas y coherentes como ocurre con otras ideologías.  Y tampoco las opiniones de los líderes nazis ofrecen un programa detallado de la política aseguir  una vez en el poder. La Weltanshaung de Hitler, la actitud frente a la vida, se mueve en un contexto de conflicto. Su única obra escrita, Mein Kampf, significa Mi Lucha, y lucha es una palabra a la que se recurre una y otra vez en sus discursos: “ Toda obra de la naturaleza es como una lucha entre la fuerza y la debilidad. Los Estados que violan esta ley elemental, sucumben”. Hitler consideraba esta lucha como la base de todo lo alcanzado por el hombre y sin ella, los individuos nunca conseguirán nada.
Hitler no levantó el movimiento nazi en Alemania por un capricho electoral, fue gracias a la gente, lamisca que le dio, casi hasta el final, un apoyo incondicional.[6]

El aspecto más característico de la Weltanshaung era su insistencia en la raza y la interpretación histórica de Rosemberg, el ideólogo del partido, estaba estructurada a partir de categorías de lucha interracial. A principios del siglo XX, Chamberlain, un inglés casado con la hija de Richard Wagner y que adoptó la nacionalidad alemana popularizó el mito ario en una obra denominada “Los fundamentos del siglo XIX”. La vital contribución de Chamberlain consistió en elevar el existente culto al germanismo a reivindicaciones de superioridad nacional. Gobineau había afirmado la superioridad de una clase social; la superioridad de un pueblo sobre el resto del género humano. De aceptar la comprensión de la historia como una lucha entre razas a la exaltación del Volk[7], sol había un paso. Asi es como se justificaron los primeros ataques nazis a la República de Weimar, a la que e acusó de no proteger al Volk. Esta interpretación dual del Volk determinaba simismo la función principal del Partido y justificaba la subordinación de los deseos y libertades individuales a su servicio. Hitler sostenía que los verdaderos intereses del pueblo  no podían alcanzarse a través de formas democráticas de gobierno. Las votaciones secretas, las decisiones de la mayoría y otros procesos semejantes, debilitaban las responsabilidades del individuo. Hitler tomó como modelo la organización militar tradicional. De ahí el desarrollo de su Führerprinzip, “principio de liderazgo, que fue aplicado por primera vez a la organización del Partido y después de 1933, al gobierno del Estado. Teóricamente el Führer era la personificación del espiritu de volk, espíritu que podía estar dormido o ser ignorado durante siglos pero que ocasionalmente podía manifestarse en la persona de su lider. El Estado estaba subordinado al Partido, aunque ambos existían para ejecutar la voluntad del Volk. En virtud  de esto a Hitler le resultó fácil ascender a la condición de líder único, por encima del Partido y del Estado. Hitler asumió el titulo de Führer y Canciller del Reich después de la muerte de Hindenburg en 1934, indicando así que su autoridad derivaba de una fuente distinta de la Constitución. En la practica, esto significaba mostrar que la autoridad del Führer derivaba de la “ voluntad unida del pueblo” y no provenía del Estado ni del Partido. No deja de ser curiosa, pero importante  para la interpretación que estamos desarrollando, la afirmación de Eichmann, cuando al ser interrogado durante su juicio en Israel, respondía que cumplía los deberes de un ciudadano cumplidor de la ley y que siempre había vivido en consonancia con los preceptos morales de Kant. En especial la definición kantiana del deber” Con mis palabras acerca de Kant quise decir que el principio de mi voluntad debe ser tal que pueda devenir el principio de las leyes generales”[8]
Según la formula del imperativo categórico del Tercer Reich “Comportate de tal manera, que si el Führer te viera aprobaría tus actos”. Según Ana Arendt, todo lo que trasciende el espíritu de Kant, es la exigencia d que el hombre haga algo más que obedecer la ley, que supere los niveles normales de de obediencia y que logre identificar su volunta con el principio que hay detrás de la ley, con la fuente de la jurisprudencia. Para Kant, esa fuente era la razón práctica. Para Eichmann y por extensión a la masa del pueblo alemán este principio era la voluntad de Hitler. Al lograr esta, el partido de masas se convirtió en movimiento totalitario[9] que alcanzó su mayor expresión a partir de 1942, luego del proceso de la solución final  y de la utilización de grandes cantidades de mano de obra esclava provenientes del frente ruso.



[1] Rilla. J. Posgrado en Historia Contemporánea. Apuntes de Clase.Claeh. Montevideo 2006( idea de Fabbri)
[2] Paxtón. R.Anatomía del fascismo.Introducción. Pp. 14 Península. Barcelona 2005.
[3] Pöggeler, O.Filosofía y política en Heidegger.Pp.13 y Ss. Alfa Barcelona 1984.
[4] Pöggeler, O. Filosofía y polñítica en Heidegger. Pp. 15. Alfa. Barcelona 1984
[5] Fritzche, P. De alemanes a nazis 1914-1939. Pág. 45. Siglo Veintiuno Editores. Buenos Aires 2006
[6] Irving, D. ElCamino de la Guerra.Pág. 48. Focal Ponit. Londres, 1978
[7] Saborido J.Interpretaciones del fascismo: Cap. II Fascismo y Totalitarismo. Pp 75-91 “…en este Estado, el Volk, forma una unidad mediante su homogeneidad efectiva y su conciencia de sus propais capacidades políticas”. Editorial Biblos. Buenos Aires. 1994
[8] Arendt, H. Eichmann en Jerusalem.Cap. 8. Pág. 199. Debolsillo. Barcelona 2005
[9] Carl Scmitt, e 1930, fue el priemr alemán en hablar de “estado totalitario”. Luego del pcto Molotov/Ribbentro se aplica el vocablo totalitario al regimen soviético. En plena Guerra Fría, Friedriech y Brzezinsky ubican como totalitarios a los regimenes: nazi, fascista, stalinista, el maoísmo y los gobiernos títere de Europa del Este.

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