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martes, 28 de agosto de 2012

Orígenes intelectuales del batllismo: Krausismo.


Krause es uno de los teóricos más influyentes en nuestro país y sus ideas tienden a armonizar los fines individuales, siendo el Estado el que lo debe llevar adelante. Siendo el Estado una forma exterior de justicia su función es: "(...) asegurar a los ciudadanos las condiciones para cumplir libremente la totalidad de su destino; pero las condiciones exteriores de libertad y de mérito moral, las intimidades de ánimo y las potecias superiores del entendimiento y la voluntad estan fuera de su esfera y sobre sus medios. Bajo estos respectos el Estado puede solo dar las condiciones exteriores, puede concurrir a su modo, prestando derecho a la actividad de las otras instituciones relativas al destino humano; pero el Estado no puede fundar ni dirigir la vida interior de estas instituciones. Hasta aquí no alcanzan las leyes ni los medios políticos; éstos pueden impedir y hasta destruir fuerzas materiales; pero no tocan el espíritu, ni al ánimo. El Estado cuida de que no impida a los ciudadanos la prosecusión y cumplimiento de su destino individual y social, sino más bién que todo preste condición favorable para este fin, y con esta idea aspira a convertir las relaciones sociales en un sistema de recíproca condicionalidad humana. Pero lo que el hombre interior puede y debe realizar en sí, su cultura en ciencia y arte, en moral y religión, debe al Estado dejarlo a la libertad y a las influencias espontáneas, las sociales y exteriores, como las individuales e interiores sobre el hombre"
Este pensamiento es mejorado y complementado por Ahrens, al denunciar una sucesión de problemas en la definición de la doctrina liberal clásica que va a ser solucionada por la intervención del Estado. Para Ahrens el Estado es una institución que debe buscar el desarrollo social por lo que en una visión extrema el Estado puede ser empresario, agricultor, industrial, etc.. Por lo que, siguiendo a Ahrens, el Estado podrá proporcionar los instrumentos legales que fomenten el desarrollo de la sociedad civil, ya sean estas civiles, industriales o  educativas. Pero su intervención deberá ser limitado por la propias iniciativas que las asociaciones determinen: "El Estado(...) no es una institución de simple policía, de seguridad y de protección; sin extralimitarse de su propio objeto, puede y debe ayudar al desarrollo social, puede y debe facilitar por medidas legales la constitución y la acción de todo género de asociaciones(...) Para Krause y para Ahrens la justificación del intervencionismo estatal en distintos campos de la realidad social, tiene su fundamento en la unidad y organicidad de la vida, o sea fundamentando la importancia del Estado asistencialista o benefactor y finalmente en la legitimación de las empresas públicas. El propio Ahrens sostenía: " El Estado ya no es una institución de simple policía, se guridad y de protección(...) puede y debe ayudar al desarrollo social, puede y debe facilitarpor medidas legales la cosntitución y la acció de todos los géneros de asociaciones(...) por los objetos de consumo y por la producción común"  El fin último dse la institución Estado debería ser, entonces, la realización moral de los fines del ser humano. La tutoría del Estado está fundada en la naturaleza del hombre, entendido este como individuo y como humanidad la protección de aquello a que debe su ser. El proteccionismo que el Estado deberá desarrollar, a diferencia de la visión liberal abstensionista e indiferente, la reconstitución  del equilibrio social. El liberalismo como sostenía Ardao llegó a constituirse como una conciencia nacional en el Uruguay del 900. La denominada cosntrucción de la fe en el Estado se la debemos a Karl Krause, filósofo postkantiano y fueron difundidas por obras de Heinrich Ahrens y Guillaume Tiberghien que representaban la corriente belga del krausismo.
Las primeras alusiones de esta filosofía fueron realizadas por Carlos María Ramírez en el curso de Derecho Constitucional a aprtir de 1871 en la Facultad de Derecho. A partir de 1878 fue la filosofía oficial de la cátedra de Derecho Natural y la figura más reprsentativa fue Prudencio Vázquez y Vega. También Domingo Arena fue influido por Krause, aunque se defnía como "socialista importado y sin programa".
Ver. Delio, Luis M. Nuevo enfoque sobre los origenes intelectuales del Batllismo. FCU. 2007
       Ahrens, E. Curso de Derecho Natural. Pag.320
       Krause, K. El Ideal de la humanidad para la vida.
       Berisso, Lia/Bernardo, H. Introducción al pensamiento uruguayo.
       Lagrotta, M. Domingo Arena, realidades y utopías. Arca.2009

lunes, 27 de agosto de 2012

A un paso de la Puerta del Paraíso

Los orígenes intelectuales del batllismo: el espiritualismo ecléctico


La corriente filosófica del espiritualismo sostiene que el mundo se encuentra integrado en su fondo último por lo espiritual lo que que le da certezas  le permite reflexionar sobre lo inmaterial. En tanto el eclecticismo como doctrina toma lo mejor de las doctrinas que lo preceden. El espiritualismo ecléctico combina ambos pensamientos. En nuestro país fue introdicudo por el francés Victor Cousin mediante los textos de Eugene Geruzez.
Victor Cousin(1792-1867) parisino, concibió la historia como fases o etapas del espíritu y su conformación se logra a través de la historia de la filosofía. Era el filosofo oficial de LLuis Felipe y logró una gran influencia en la evolución filosófica francesa del siglo XIX.
Esta corriente fue difundida en nuestro país por la Universidad de Montevideo que había sido establecida en 1849, y siguió las líneas del pensamiento imperante en toda latinoamérica. José Luis de la Peña fue el catedrático de filosofía que llevó adelante esta cátedra, el texto que utilizaron los jóvenes estudiantes de la época fue el Curso de Filosófía de E. Geruzez, que era el mismo que Francia utilizaba durante el período de auge de Victor Cousin. Este manual se encontraba organizado en: psicología, lógica, moral y teodicea, como era muy claro en sus conceptos fue un éxito en los ambientes intelectuales tanto francese como uruguayos.
El representante académico más importante del espiritualismo en el Uruguay fue el Dr. Plácido Ellauri, hermano de de José  y ejerció su cargo hasta que 1877 fue destituido por el Coronel Lorenzo Latorre, su producción se basó en tareas de aula, sin embargo quedó como producción material un manual cuyo título era: Gramática general y retórica. Según Ardao este manual sostenía, no de un modo original que "el espiritualismo como doctrina reconocía en el espiritu tanto las ideas, el pensamiento, como un poder activo, libre y personal creador de la materia y el mundo" En la moral consideraba, Ellauri, al eclecticismo como la corriente que era capaz de servirse de todos los sistemas de pensamiento anteriores para sacar de ellos lo más importante. El propio Ardao sostiene como influyó en la política nacional: "El pricipismo uruguayo no hubiera sido seguramente posible, con los perfiles históricos que asumió en el terreno de la acción cívica, sin la concepción del universo y de la vida proporcionada por la filosofía espiritualista de la época, sin su absolutismo ético, basado a priori en la metafísica de Dios y el libre albedrio que daba un imperioso sentido trascendente a la personalidad humana. Nuestra grandilocuencia principista estuvo presidida por la figura de Victor Cousin(...) y difundida por Plácido Ellauri"(Ardao,A. Espiritualismo y positivismo pág,39-41. Esta corriente se vinculó con el racionalismo, que fue el origen del libre pensamiento y la tendencia antidogmática que se va a desarrollar `posteriormente. La consecuencia fue generar un espíritu cristiano que niega la Iglesia Católica como dueña hegemónica de la espiritualidad. El racionalismo metafísico fue la bandera contra la Iglesia. Esta, además, influye directametne en el laicismo, cuyo protagonista fue la Sociedad de Amigos de la Educación Popular y el antecedente directo fue el Club Universitario de tendencia espiritualista.
En la década de 1870 todavía era un corriente muy fuerte, hasta la década de 1880 tiene su momento de auge el positivismo generandose durísmos debates que involucran a Mariano Soler, Julio Herrera y Obes y Prudencio Vázquez y Vega. Julio Herrera y Obes publica "Crisis de la filosofía" siendo la suya una de las defensas más fuertes del espiritualismo realizadas en El Ateneo. Pofr supuesto que cuando asume la presidencia a partir de 1890 genera un retorno del espiritualismo a la Universidad en época de apogeo del positivismo. Julio Herrera y Obes fue el último defensor de esta corriente desde la política.
Prudencio Vázquez y Vega con la publicación de una serie de artículos titulados "La base de la moral emana de la ley eterna del deber". Lo más trascendente dsesde el punto de vista filosófico lo encontramos en su " Crítica de la Moral Evolucionista" conferencia dictada en El Ateneo el 24 de diciembre de 1881 y sostuvo:"(...) toda definición y toda teoría de la moral, entraña, con especialidad, la idea de un propósito o de un fin al que deben tender las acciones humanas(...)El imperativo categórico de la conciencia, he ahí el sentimiento más extraordinario e importante del orden moral(...)paralelamente a la corriente positivista que se ha producido entre nosotros, se ha desarrollado una corriente egoísta y utilitaria que es necesario combatir" Estos conceptos marcaron a la generación de la cual era integrante el jóven José Batlle y Ordóñez.
Ver: Ardao, A.Espiritualismo y Positivismo
       Vázquez y Vega, Escritos Filosóficos. Biblioteca Artigas 1956
       Berisso, Lia/Bernardo,H. Introducción al pensamiento uruguayo. Cruz del Sur, 2011.

domingo, 26 de agosto de 2012

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Los origenes intelectuales del batllismo: El pensamiento de Vázquez y Vega


1875: "Las Sociedades Literarias"
 En la primera conferencia que conocemos de Prudencio Vászquez y Vega. Las Sociedades literarias, publicada en el periódico fundado por Teófilo Daniel Gil, "La voz de la Juventud", encontramos presentes los temas y el estilo del autor y de la generación que logró nuclear en torno a su voz. Voz de la juventud, como el nombre del periódico en que aparecen sus primeras publicaciones, de una juventud que ya en 1875 se expresa de un modo distinto a como lo hacía la generación anterior. Estas sociedades literarias de que habla Vázquez y Vega son ya la expresión uruguaya de una renovación radical asumida por un grupo juvenil: el desarrollo de la ciencia no es independiente de la libertad; no hay progreso sin pureza cívica; no hay cultura social sin justicia.
Los violentos acontecimientos de comienzo de 1875, la ruptura de las instituciones y de la paz, que ahora se veían nuevamente sustituidas por las fórmulas de la fuerza como único medio de apuntalar el orden económico y el orden social, hicieron que, de aprte de algunos jóvenes, se proclamase que el progreso aislado de la libertad y de la justicia, aislado por lo tanto del derecho, era solo llanto para la patria.
El comienzo del discurso de Vázquez no puede ser más claro: "La patria llora y el progreso general sonríe. El pueblo oriental permanece enmudecido, en tanto que la ciencia se desarrolla y marcha. El ciudadano gime porque se le usurpan sus derechos; y el amigo de las sociedades científicas y literarias, corre a quemar incienso a sus altares; ved, pues, la antítesis que pone en revolución mi espíritu y agita sin cesar mi pensamiento"
Esta antítesis, esta contradicción, son insoportables. Esto que siente es un revolución del espíritu y del pensamiento, es su reacción que analiza los acontecimientos para poner en evidencia la falsedad de un progreso con nombres esclavizadores y de un derecho con una constitución derribada.
"El Club Fraternidad no tiene más fin que el legítimo de la perfección del hombre(...)los principios más fecundos de la cultura social por eso constituye el destello más brillante de la civilización progresiva del pueblo"
El progreso se legitima por la perfección del hombre. Las asociaciones de hombres para el desarrollo de la ciencia no pueden prescindir de este objetivo, el único legitimante. Así lo prueba la historia de la cultura. Vázquez y Vega  da los ejemplos en Grecia y Europa estan los modelos:" vereís en las sociedades literarias el vínculo de unión de los más ilustres pensadores, los centros luminosos que han irradiados siempre magníficas ideas y bellísmos principios"(...)"mi amor por esas sociedades es inmenso, y este amor es inmenso porque existe en mi alma una tendencia innata, una aspiración sublime, tendencia y aspiración que se encuentran realizadas en las sociedades como el  Club Fraternidad, en todo centro cietífico donde se aspire sin esfuerzo el ambiente purísimo de los conocimientos humanos"
Ciencia, amor al conocimiento y al semejante, el conocimiemto identificado con la pureza del ideal de la humanidad, conciencia de la totalidad para la libertad y para la justicia: estos son temas centrales constantes del pensamiento krausista que leen en las traducciones del krausismo español de la década del setenta. Tengamos presente que en este Club Fraternidad del barrio La Aguada está integrado por José Batlle y Ordóñez, con 18 años, el que será, pocos años después el nuevo conductor de su generación.

En 1871, en los salones del Club Universitario, se inicia otra etapa de nuestra vida cultural, se replantea allí nuevamente la cuestión religiosa. Este club fue el preludio del “Ateneo”, y en su momento llenó un vacío cultural importante qu
e dio un lugar a la adormecida intelectualidad universitaria. En 1872, en el mes de junio, se crea el Club Racionalista, para luego en 1878, establecerse el Ateneo. Como ubicación histórica política, nos encontramos en pleno gobierno del Coronel. Lorenzo Latorre y que José Pedro Varela desarrolla la Reforma Escolar, entorpecido por la Iglesia Católica. Los racionalistas de la Generación del 78 van a llevar adelante una etapa de agitación profunda en diversos campos. Surgen con el fin de lleva a la realidad las nuevas posiciones filosóficas y se sostienen en una importante variedad de publicaciones anticatólicas entre las que cabe destacar: “La Razón”, “El Correo Uruguayo”, y “El Espíritu Nuevo”. Todo giraba en la impugnación filosófica del cristianismo. Tenemos entonces tres grandes problemas en el Uruguay de fines del Siglo XIX:-Problemas sociales entre empresarios extranjeros, aristocracia criolla conservadora y un proletariado emergente.-Una dictadura militar que impedía un normal desarrollo de la libertad de expresión.-La captación de nuevas corrientes filosóficas y políticas y su aplicación a nuestra problemática, dificultada por el tipo de gobierno de transición hacia el civilismo.Cada generación está integrada por la circunstancia que la rodea y por su propia potencialidad. Surge la figura de Prudencio Vázquez y Vega[1] desde su cátedra de profesor de filosofía en el Ateneo, redactor de “La Razón” y del “Espíritu Nuevo”. Fue el principal doctrinario de la promoción racionalista de 1878. Sostenía que era imposible para una persona con convicciones liberales y democráticas, colaborar con el régimen de ipso establecido en el país. Comienza así a configurarse una generación que verá la importancia de las ideas como sostén filosófico e ideológico de las acciones concretas. En general los integrantes del Ateneo rechazaron el positivismo y el realismo creyendo en la verdad absoluta de los principios racionales, sobre los cuales fundaban el orden y la conducta. Fuera del Ateneo, ciudad ofrecía un triste espectáculo, al decir de Zum Felde, dominaba el cuartel y la oposición del Club Católico. El Ateneo, aun cuando no fuera un centro de finalidad anticatólica profesaba, oficialmente, el libre examen racional como norma de todos los problemas, desarrollando una ardorosa campaña en pro de la libertad de pensamiento contra el dogmatismo de la Iglesia Católica.En 1878 se produce una verdadera revolución en las ideas marcada por el acoso a la dictadura de Latorre por la prédica liberal punzante. Tomemos el caso del “Espíritu Nuevo” fundado el 17 de noviembre de 1878 que reunía como colaboradores entre otros a Eduardo Acevedo, Francisco Soca, P. Vázquez y Vega y José Batlle y Ordóñez. En la página editorial del primer número del “Espíritu Nuevo” se establecen las dificultades del momento:“La idea de dar a luz un periódico científico-literario ha sido puesta en marcha entre nosotros con más o menos éxito. Estas tentativas han nacido de la necesidad de estimular la inteligencia de la juventud(...)es entonces que nace, como consecuencia lógica del periódico o del diario que ha de servir de órgano a las ideas(...) Es una verdad para todo el que conozca la historia, que la revolución americana sólo se ha realizado hasta aquí en la esfera de la política. Los problemas sociales, que como consecuencia lógica nacieron con ella, están aún por resolverse(...) La Revolución asume pues un nuevo aspecto y penetra en el terreno de las ideas(...)(y) se extenderá a todas las manifestaciones de la actividad intelectual(...) Entonces habrá llegado la hora de la transformación. Un nuevo espíritu descenderá sobre la tierra...”En este primer número encontramos un artículo firmado por José T. Piaggio titulado: “El espiritualismo y el materialismo ante el tribunal de la conciencia” que se leyó en la Sociedad Universitaria. En la introducción sostiene: “Necesitamos fortalecer nuestras ideas, el medio más favorable a tal objeto es la discusión libre y razonada(...)bien sabemos que con la discusión se aclaran y se retemplan las ideas; se hace la luz, se progresa”. Se aprecia en el artículo de Piaggio el manejo de textos de Krause y de Ahrens. Para Krause, discípulo de Kant, el derecho es el conjunto de condiciones necesarias para que el hombre alcance el fin común. La influencia de Krause y de Ahrens en la generación de jóvenes liberales del Ateneo, se basó en que exponían en una forma sencilla las ideas de libertad, tanto en relación al estado como en relación a la Iglesia Católica. La obra de Krause la ubicamos en las primeras décadas del Siglo XIX, en una Alemania que buscaba su unidad y su identidad nacional. En la misma línea ideológica encontramos a Fichte, con sus “Discursos a la nación alemana” y al idealismo de Hegel. Los tres convergen en el estado y en su papel frente a la sociedad.El liberalismo de Krause y de Ahrens se identifica con un humanismo tolerante y con un distanciamiento cierto de la Iglesia Católica. Es importante tomar contacto con la concepción de Ahrens sobre el Estado.
Ver. Lagrotta, MIguel: Domingo Arena : realidades y Utopías.
       Anastasía, Luis Victor. Los grandes temas del pensamiento de Vázquez y Vega.

Prudencio Vazquez y Vega por Lia Berisso

arielenlinea.files.wordpress.com/2011/05/0707_historia_filosofia_uy.pdf