El problema central
de la política contemporánea reside en como limitar los excesos de poder
de los gobiernos de turno. Se pretende utilizar la Ley com el mecnismo para
proteger a los individuos frente a los abusos del Estado Por lo tanto la
discusión se centra en las instituciones limitadoras con los principios de
legalidad y la responsabilidad democrática. Para logra esto, los gobiernos
tienen que generar el poder para actuar en la realidad. O en buen romance los
Estados tiene que ser capaces de gobernar. Es comentario acertado sostener que
los países pobres, lo son, entre otras razones, porque no tiene estados
eficaces. Va de suyo que tiene que existir un sector público porque hay
determinada funciones que solo pueden proporcionar.
En el Uruguay de 1966 la situación general parece chocar con
estos principios básicos. La población era escasa pero homogénea, débil tasa de
crecimiento y con diferencias sociales insignificantes. La clase media era el
sector dominante con una base cultural amplia con lgislación social difundida y
aceptado en el marco del ADN batllista aceptado por todos los teóricos
políticos de cualquier signo. Sin embargo una crisis económica que se
profundizaba con los años a partis d mediados de la década de 1950 determininó
una latinoamericanización progresiva y profunda ajena a la evolución historica
de inmigranres europeos que había forjado nuestro estilo valórico de vida. Si
las elecciones de 1958 habían determinado un primer intento de cambiar al país
provocando la rotación de partidos en el poder, las elecciones de 1966 marcaron
aun con más fuerza ese sentimiento, no solo con una nueva rotación partidaria
sino también con una nueva Constitución.
Es claro que los gobiernos desempeñan un papel importante en
el control de las élites y en generar una justa, o por lo menos lo más,
resdistribución de la riqueza. Quizás el
primer paso es la igualdad ante la Ley. Desde el punto de vista económico, los
liberales desde Locke a Hayek siempre se mostraron reacion a una distribución
forzada de la riqueza obligada por el Estado. Los ejemplos cercanos son las
polítcas de resdistribución populista argentina bajo el kirchnerismo o el
chavismo.
En 1965 nuestro país transitaba el último año del segundo
colegiado de mayoría nacionalista sin poder solucionar las nuevas condiones
económico-sociales del momento. El peso uruguayo se devaluó fuertemente, el U$S
pasó de $11 a $ 80 y la inflación determinó huelgas y conflictos laborales muy
fuertes. Además desde 1964 se había constituído la Convención Nacional de Trabajadores
(CNT) que unificó el movimiento gremial detrás de una dirigencia esencialmente
marxista con la lucha de clases como principio doctrinario. Además para
completar el marco fallecen importantes referentes políticos como Benito
Nardone, Luis Batlle Berres y Daniel Fernández Crespo. El Partido Colorado
estaba dividido entre la 15 que , por ejemplo el Cíciahora dirigía Jorge Batlle
Ibáñez, la 14 dirigida por César Batlle Pacheco y la 99 dirigida por Zelmar
Michelini. De la 15 se escinde Amilcar Vasconcellos y los senadorees Carrere
Sapriza, Alba Roballo, Glauco Segovia que pasan a apoyar a Oscar Gestido en la
Unión Colorada y Batllista. De la lista 99 se separaba Renán Rodriguez. En las
elecciones gana el candidato colorado Gestido. Había sorpresa en el resultado,
incluso por la problemática de conformar las listas y sobretodo la formula. La
vicepresidencia se le había ofrecido a Héctor Luisi, a Lacarte Muró y
finalmente a Jorge Pacheco Areco. La imágen de Gestido de hombre honrado,
austero y buen administrador fue derterminate en las opciones del electorado.
Gestido había tendo una excelente gestión en AFE, hablaba poco, no aceptaba el
halago facil y mostraba verdadera preocupación por la situación del país.
En la formación de su equipo de gobierno, Gestido, mostró
claramente dos líneas de acción:
1) Gobernar con todo el Partido Colorado.
2) Integrar técnicos calificados de otras tiendas, por
ejemplo el Cívico, Horacio Terra Arocena en INVE.
El clima político era complejo. No había una oposición
orgánica al gobierno pero se hacía sentir
el accionar del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros y una cierta
desorientación de los distintos sectores politicos. El 2 de marzo de 1967 se
interviene la Caja de Jubilaciones y el 16 la estabilización de precios por ley
durante 60 días. En su discurso del 25 de julio Gestido resaltó su decisión de
acabar con el caos imperante en la sociedad decidio a que el país no ingresara
en la Ley de la Selva- El 19 de octubre se implanten las Medidas Prontas de
Seguridad. No se trataba de un estado de sitio ni de un
apartamiento de la Constitución, puesto que la Carta Magna prevé, en el numeral
17 del artículo 168, la adopción de este régimen excepcional. Pero muchos
analistas lo analizan como un “paréntesis” en el orden institucional, en la
medida que habilita al Ejecutivo a censurar prensa, a coartar la libertad de
reunión, a proceder a detenciones arbitrarias, etcétera. El problema de esta
medida se vio en que las primeras
víctimas de las medidas fueron los ministros de Hacienda, Amílcar Vasconcellos,
de Industria y Comercio, Zelmar Michelini, de Obras Públicas, Heraclio Ruggia,
y de Trabajo, Enrique Véscovi, quienes presentaron su renuncia en desacuerdo
con la adopción de las medidas.
Según Carlos Real de Azúa la situación que enfrentó Gestido
estaba en “ ...el marco de que la gente común había empezado a descreer de los
políticos, que si bien seguían repartiendo algunas prebendas de una torta cada
vez más chica, habían sancionado una serie de leyes que les daban beneficios
realmente importantes( sueldos, jubilaciones anticipadas y altas, autos
baratos) en detrimento del conjunto de la población” Por otra parte Henry Fynch
señala que “ el gobierno del General Gestido no intentó imponer, en un
principio, un programa estabilizador. Hasta poco antes de su muerte, el nuevo
mandatario se resistió a la reaunudación de los contactos con el FMI prefiriendo
buscar apoyo popular para un política desarrollista sobre la base de su
prestigio como administrador y de su relativa independencia con respecto a la
política partidaria. Su experiencia terminó en noviembre de 1967 con una nueva
devaluación del peso de 98 a 200 unidades por U$S en el mercado oficial de
cambios”
Gestido era un hombre serio, responsable y austero su
gobierno fue precedido por un programa coherente que no pudo hacer frente a la
guerrilla, la crisis económica y al sentimiento de pesimismo de la sociedad
uruguaya. Su fracaso fue el fin del Uruguay liberal y de austeridad
republicana. Otros vientos soplarían luego de su muerte dando paso a una crisis
de valores democráticos que dio paso a la perdida de la institucionalidad pocos
años después.
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