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sábado, 3 de febrero de 2024

Jorge Batlle y Alejandro Atchugarry. El batllismo frente a la crisis.

 

El batllismo frente a la crisis: Batlle y Atchugarry.




La última victoria del Partido Colorado se produce en 1999. La campaña que había llevado adelante el Dr. Jorge Batlle había alcanzado en la primera vuelta el 31,93% de los votos, en tanto que el candidato del Frente Amplio, Dr. Tabaré Vázquez había logrado el 31,93%. El panorama se mostraba difícil para la segunda vuelta. Como si este resultado un tanto contundente no bastara las encuestas para el balotaje le daban una apreciable ventaja al Frente Amplio. Se había realizado un acuerdo con el Partido Nacional, pero no se sabía a ciencia cierta que haría sus votantes. Durante la planificación de la

campaña surge un dato que había conseguido el Dr. Alejandro Atchugarry analizando las propuestas frentistas que era su intención de aplicar, en caso de ganar, el impuesto a la renta de las personas físicas. Según el actual embajador de Uruguay en Perú, Luis Hierro López, ese dato se convierte en el tema de la campaña que llevaría al Dr. Batlle a ganar el balotaje. El 11 de noviembre el Dr. Batlle, según el diario El Observador sostuvo: “Hay que desenmascarar al Frente Amplio con el Impuesto a la Renta y hacerle entender qué es eso a la gente. Hay que decirle a la gente que se van a gravar todos los ingresos, que se van a gravar a los jubilados, al que tiene un corretaje, las cuotas del Banco Hipotecario. La propuesta del Frente Amplio en materia fiscal es aplicar el Impuesto a la Renta a todo el mundo (…) Hay que congelar los impuestos, no más impuestos (…) (El Observador, 14 de noviembre de 1999). El Partido Colorado se presenta al balotaje como el voto patriótico y promocionaba un gobierno de unidad. El Dr. Atchugarry en una conferencia de prensa sostuvo que el no pago de la deuda externa era una propuesta compleja en estos términos: “En cualquier país del mundo donde un candidato con chances de resultar electo no importa que sea de izquierda o de derecha plantea este tipo de cosas, se crea un clima de intranquilidad.” Otra de las características de la campaña fue una critica feroz al Frente Amplio y sus propuestas, sin embargo, un grupo de batllistas sostuvo que el programa del Frente tenía aspectos lógicos y atendibles. Esto en cierta manera desorientó a los estrategas de la campaña frentista que esperaban un ataque frontal del Partido Colorado con el argumento del marxismo, comunismo y socialismo. En los últimos días de campaña el Dr. Batlle se apoyó en Atchugarry y su capacidad y claridad para explicar un tema complejo para la mayoría del electorado como el Impuesto a la Renta: “(…) Yo pido a los periodistas que objetivamente vayan, miren las cosas (pág. 62 del programa frentista) y se las cuenten a la gente (…) dice textualmente que ellos lo que esperan es que a las personas se les aplique-un tratamiento más severo que a las empresas-. Y dice que -las familias en su conjunto- o sea el total de ingresos de las familias que superen los 12.500 quedaran gravadas- por esto dice Vázquez que 700 mil personas van a pagar estos impuestos.” (En Perspectiva,16 de noviembre). La cosa no terminó acá. El propio Vázquez llama a la radio para decir que esos datos formaban parte de un proyecto del año 1996 y que esos números que manejaba el Dr. Atchugarry no figuraban en el programa. Pero, esos números los había manejado en otra entrevista. En realidad, el tema de los impuestos fue un golpe duro para la campaña del FA y en El Observador del 17 de noviembre de 1999 se leía: “Vázquez en inusual actitud contradice a Atchugarry, a quién indirectamente trató de mentiroso” La realidad fue que hubo muchos opinantes frentistas sobre el tema, pero sus errores para homogeneizar su discurso llevaron a la derrota en el balotaje, el Partido Colorado obtuvo 54, 13% de los votos. La administración liderada por el Dr. Jorge Batlle se había iniciado en marzo del 2000 actuó inicialmente con cautela. El problema mayor no percibido al comienzo de este proceso era la gran cantidad de depósitos en U$S en manos de ahorristas argentinos que oscilaba en unos 6500 millones de U$S más o menos el triple de las reservas del Banco Central del Uruguay (BCU). Por otro lado, existía una vinculación de esos depósitos con empresas y por extensión con la deuda soberana argentina. Los Bancos Públicos y en especial el Banco Hipotecario del Uruguay prestaban dinero a muy largo plazo en unidades que se ajustaban a salarios por esta razón cualquier efecto que despertara desconfianza sobre la viabilidad del sistema bancario podría desencadenar una corrida bancaria. Es lo que ocurrió. Los factores estructurales, entonces, fueron:

1)      Recesión económica que afectaba las carteras de crédito de los bancos.

2)      Gran dolarización de la economía y en particular del sistema financiero que afectaba la percepción de solvencia de los deudores.

3)      Las crisis anteriores y en especial la de 1982 traían malos recuerdos, cuando el Estado compró carteras pesadas de los bancos y se sucedieron refinanciaciones para solucionar el endeudamiento de los sectores productivos.

4)      El sistema bancario tuvo una muy baja contribución al desarrollo productivo cuando suspenden los financiamientos a largo plazo.

5)      La gran exposición del sistema financiero uruguayo al riesgo argentino por tres vías, la gran concentración de créditos de bancos locales en Argentina, sobre todo el caso del Banco de Galicia-Uruguay, Banco Comercial y Banco de Montevideo. Lo que originaba una gran cantidad de depósitos de argentinos en el sistema financiero uruguayo. Finalmente, la vinculación patrimonial entre Banco Galicia-Uruguay con Banco Galicia de Argentina, Banco Comercial con Banco General de Negocios y Banco de Montevideo con Banco Velox.

6)      Un gran crecimiento del déficit fiscal complicaron la asistencia del Estado al sistema financiero.

7)      El establecimiento del “corralito” a principios de diciembre de 2001 en Argentina determinó el retiro de los depósitos de los bancos uruguayos por parte de los argentinos buscando liquidez y previendo medidas similares en nuestro país.

8)      La devaluación realizada en junio del 2002 trajo inmediatas consecuencias de solvencia y creciente morosidad en el sistema bancario local

9)      La pérdida del grado inverso en febrero de 2002 elevó el índice de riesgo país lo que debilitó al Estado para hacer frente al déficit fiscal.

A comienzos del 2002 el Banco General de Negocios de Argentina tenía acusaciones de prácticas ilícitas que van a llevar al cierre de esa institución y una serie de procesos judiciales en contra de sus directores los hermanos Rohm. Ante esta situación, en febrero de 2002 se llegó a un acuerdo para capitalizar al Banco Comercial. El Banco emitiría U$S133 millones de acciones que se dividieron entre el Estado uruguayo U$S 33 millones y los bancos accionistas del grupo BGN: JPMorgan, Dresdner Bank y Credit Suisse. Por otro lado, el Banco Galicia-Uruguay comenzó a tener problemas por el retiro de depósitos como consecuencia del corralito en Argentina. El BCU decide intervenirlo y suspender su actividad por 90 días. En diciembre de 2002 se homologó un concordato que consistía en la devolución a 9 años del 100% de los depósitos en U$S con los intereses correspondientes. Durante el transcurso de estos episodios se produce la renuncia del ministro de Economía Cr. Alberto Bensión y del presidente del BCU Cr. César Rodríguez Batlle. En su lugar asume el Senador Alejandro Atchugarry como ministro de Economía y el Economista Julio de Brum en el BCU. Como sostiene el Dr. Sanguinetti: “En plena crisis, montar ese potro solamente parecía ofrecer el final de una caída estrepitosa. El mismo no sabiéndose economista, se sentía lejos de dominar la situación “Según Mauricio Sabaj en la biografía de Atchugarry sostuvo: “…no quería ser ministro, con los años, se supo que terminó aceptando por miedo a las consecuencias del caos social que podría generarse. También valoran los detalles simbólicos: verlo manejando su auto viejo en tiempos de tanta desconfianza, de maniobras ilegales, y de banqueros corruptos se volvió un símbolo de esperanza” (Sabaj, M Alejandro Atchugarry…2022) El 30 de julio de 2002 el gobierno decretó un feriado bancario que se extendió hasta el 5 de agosto. A fines de julio se envía una misión de urgencia a Estados Unidos integrada por Ariel Davrieux, Isaac Alfie, Humberto Della Mesa y Enrique Guerra para pedir el apoyo de organismos internacionales. El chileno Eduardo Aninat, número tres del FMI y Marcelo Figuerola responsable del FMI para América Latina informaron la negativa de prestar asistencia a Uruguay.  Frente a esta situación el presidente Batlle le pide al embajador en Estados Unidos, Hugo Fernández Faingold y al representante uruguayo frente a los organismos internacionales Carlos Steneri que gestionaras una asistencia directa de Estados Unidos frente a la negativa del FMI. La amistad del presidente Batlle con el presidente Bush facilitaron la negociación y John Taylor subsecretario del Tesoro para asuntos internacionales confirmó oficialmente la ayuda a nuestro país. Uruguay contaría con los fondos necesarios que alcanzaban la cifra de U$S 1500 millones para reprogramar los depósitos a plazos en el BROU y el BHU, se suspenderían las actividades de los cuatro bancos con dificultades, Comercial, Caja Obrera, Montevideo y Crédito se creó un fondo de estabilidad del sistema bancario. Este crédito puente debía ser aprobado por el FMI que tuvo que ceder ante la presión del gobierno de Estados Unidos. El país inició un camino de recuperación económica que fue más rápido que el gran costo político que todavía, injustamente, se mantiene en el caudal electoral del Partido Colorado.

Ver:

Sabaj, M. Alejandro Atchugarry. El héroe Improbable. Planeta, Montevideo 2022.

 

 

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