Resulta muy claro argumentar que en las elecciones de 1962
los Partidos Tradicionales se enfrentaron con sus propias discrepancias y fraccionamientos. En el
Partido Colorado el grupo del diario “ El Día” promueve la candidatura del
retirado general Oscar Diego Gestido fundamentando la elección en su categoría
de “ hombre honesto y probo administrador”. La lista de Luis Batlle, la 15,
mantenía su programa político basado en el proteccionismo, reorganización financiera,
industrialización desarrollo del agro y el comercio, en definitiva una receta
que no pudo superar la crisis económica y el estancamiento post Guerra d Corea.
También se produce la escisión de integrantes de la lista 15 , Michelini y
Batalla, y de la lista 14, Renan Rodriguez y Enrique Martínez Moreno, formaron
la lista 99. El objetivo era debatir el Colegiado y aggiornar al batllismo. Tulio Halperin Dongi había escrito décadas atrás
que “ el batllismo no tenía programa sino para tiempos de prosperidad”. Don
Pepe vivió en un tiempo de relativa prosperidad, la crisis de 1913 fue un punto
fuerte, pero Luis Batlle se enfrentó a duras condiciones económicas, ideológicas
y sociales en el marco de la Guerra Fría y
la dura derrota electoral de 1958. Desde el llano el batllismo se vio en
figurillas para mantener unidad y cohesión en un marco difícil. La sociedad uruguaya vivía procesos de
cambios bastante profundos que encuentra la propuesta batllista fragmentada y
enfrentada. Sin embargo el batllismo quincista tuvo buena votación en Montevideo lo
que complicó mucho el accionar de colegiado. A esto le debemos agrega la muerte
de varios líderes políticos trascendentes en el momento: Benito Nardone en marzo, Luis Batlle Berres y
Daniel Fernández Crespo en julio. Esta situación dejó la situación en manos de
los caudillos menores y contribuyó a fragmentar todavía más el espectro
partidario general. El ruralismo trataba de mantener influencia pero la muerte
de Benito Nardone marcó el final orgánico del grupo. Aunque siguió el proceso de participación a
partir de allí más gremial que político, las figuras principales a partir de
allí fueron Juan José Gari, Juan Maria Bordaberry y Benito Medero.
El otro problema serio es la influencia de la Guerra Fría,
la Revolución Cubana y el accionar de la CIA en Uruguay. Un anticomunismo
creciente comenzó a manifestarse a comienzos de los años 60. El 25 de mayo de
1961 un proyecto de Ley enviado al Consejo Nacional de Gobierno titulado “ Ley
de Defensa de las bases de la
nacionalidad y de los derechos individuales” varios importantes juristas
del momento proponían revitalizar normas
transitorias del periodo de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de
restablecer “disposiciones represivas” con el objetivo de llenar vacíos de
poder frente al accionar subversivo que
atentaba contra las bases mismas de la nación. En la nota adjunta al
proyecto los firmantes ubicaban el origen del proyecto en unos ofrecimientos que
se habían elevado anteriormente al Consejero
Benito Nardone. Paralelamente una organización de padres demócratas denunciaban
que en la Enseñanza Secundaria estaba actuando el Comunismo con mucha fuerza.
Surge acá la idea de que para integrar la administración pública se debía brindar
una notoria filiación democrática y que se debía utilizar los medios de
comunicación respetuosos de la democracia, entre ellos El Día, El País, El
Plata, La Mañana y el Diario Rural que mostraran la realidad de la vida en el
mundo soviético. Es en este momento que el Consejero por la minoría colorada y
representando a la lista 14 César Batlle Pacheco consideró como insuficiente un
simple planteamiento de fe democrática y propone afirmarlo con “atención sobre los profesores comunistas(…) denunciándolos
con nombre y apellido con el objetivo de logra algo concreto” y terminando su
intervención con un lapidario “ hay que eliminar a los comunistas”. En 1962
luego de una serie de incidentes violentos, a mediados del mes de julio, Benito
Nardone atribuyó la responsabilidad a los comunistas argumentando que “ el
propósito de atentar a nuestras instituciones viene de organizaciones foráneas”
y culmina sugiriendo la ilegalidad del Partido Comunista sosteniendo: “ Al
comunismo lo tenemos que combatir de todos modos. Hay que ve las libertades que
goza (…) y les permitimos calificaciones contra nosotros que las toleramos en
nombre de la libertad y el hecho de que las toleremos no quiere decir que las
admitamos” Los Consejeros de la minoría no apoyaron la propuesta, Héctor
Grauert consideró peligrosa y de dudosa legalidad la propuesta y que podría
servir como excusa para cualquier tipo de excesos. Y en esa misma línea de
pensamiento el Consejero Amilcar Vasconcellos sostuvo: “ (…)la lista 15, es un
sector denominado Chapa 15 comunista, como es notorio, por algún locutor, con
esas apreciaciones se puede llegar a cualquier extremo y a cualquier parte. Las
normas legales deben proteger y se debe reglamentar la filiación política,
pero, una presunción de no pertenecer al sistema democrático representativo me
parece llevarlo más allá de lo que la Constitución permite” a estos conceptos
Grauert agregó: “ (…) también se nos llamó comunistas chapa 15 por la radio del
Consejero Nardone y también cuando defendimos la República Española . Digo
estas palabras al margen de toda posición política, de blancos o colorados porque
también a varios se los tildó de nazistas, falangistas, etc. (…)no debería ser
tipificados como una causal de cesantía en la función pública” El proyecto
salió sin el apoyo de la minoría batllista. Circunstancia que sería moneda
común desde este momento histórico. La Reforma Constitucional marcará el fin
del proyecto batllista progresista y radical en lo social. Resulta interesante
ver la afirmación del joven Dr. Jorge Batlle cuando se planteó el tema de la
reforma constitucional que baja definitivamente el principal proyecto de Don
Pepe: “ Es preciso reencontrar una formula institucional para el Poder
Ejecutivo que evite dos grandes males que la experiencia histórica viene
señalando: un Ejecutivo fuerte y arbitrario o un Consejo irresponsable” Al
decir del Dr. Gerardo Caetano el Dr. Jorge Batlle hizo una suerte de parricidio
político como forma de aggiornamiento
que él veía como viable y necesario. La realidad es que el empuje
desbatllistizador iniciado por por el Cr. Azzini desde otras tiendas, ahora en vísperas de la reforma electoral el propio Dr. Jorge Batlle propuso una economía y una
sociedad abierta cerrando definitivamente el Neo batllismo. La división del
batllismo, la división del quincismo, la nueva propuesta de la 99 y el fin del
proyecto principal del Colegiado hizo trizas el proyecto batllista que quedó en
el ADN social siendo batllistas los no batllistas y convirtiendo lentamente el
modelo en una suerte de impulsos batllistas dentro de concepciones diferentes.
El caso inmediato fue el gobierno de Gestido y la experiencia pachequista que
ocupó parte del espectro batllista con visiones muy alejadas en la práctica
política. A partir de allí Jorgistas, pachequistas, la 99, Vasconcellos y Flores
Mora en el Partido Colorado se declararon batllistas. Todas las
interpretaciones deterioraron el ser batllista. Quedando en el inconsciente
social que el batllismo fue un período
de grandes realizaciones que había que encontrarlo fuera de la propuesta
Colorada.
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