Mi querido profesor José Rilla en su excelente y exigente trabajo "La actualidad del Pasado. Usos de la historia en la política de partidos del Uruguay (1942-1972) desarrolla su visión sobre el Partido Colorado. Pp.253 en adelante.
"En sus instancias fundacionales, el Partido Colorado se percibió como una avanzada de la modernidad y del progreso, como un puente entre la civilización europea y la barbarie hispanoamericana, una defensa contra las persistencias coloniales. Desde esa tradición, Batlle y Ordóñez dio forma a lo llamó el país modelo, que ya era bastante más que una avanzada y un puente: era una anticipación a la barbarie en ambos lados del Atlántico, en la América hispánica pero también en la europa amenazada por la guerra mundial que Batlle percibió in situ, en su estado larvario. Las interrupciones, las crisis, los golpes de Estado posteriores a la muerte del fundador en 1929 serían vistos más tarde como parentesis de un rumbo que habría de ser retomado con brío por Luis Batlle Berres, quien estaba convencido de la posibilidad de combinar y hacer compatible un mundo en ebullición como lo era el de la segunda posguerra( una revolución era su palabra para ello) y un libreto del progreso del progreso que no requería más que desarrollos, explicaciones, aplicaciones y consagración definitiva.
Todo ello no tuvo, desde luego, un desarrollo lineal; encontró fuertes resistencias interpartidarias que arrinconaron más de una vez la apuesta, pero dejó un sedimento de clasicismo batllista al cual debían referirse todos aquellos colorados que aspirara a mantener una continuidad política.
También Jorge Batlle Ibáñez, hijo de Luis,, que en 1965 condujo a su sector a un viraje radical de orientación del batllismo sobre todo en las definciones de política económica, nunca dejó por eso de apelar a una historia colorada genuina, original, más colorada que batllista(mas del jóven Batlle que del viejo Batlle). Piénsese por ejemplo en todo lo que ha insistido Jorge en la necesidad de conectarse al mundo, dee abrirse a la aventura de la competencia, de hacer de Montevideo una Rotterdam del Plata(...)
El reiterado ejercicio del gobierno era para los colorados la verificación de que larazón estaba de su lado, hecho que encontraría legitimación cuanto mayores fueran los niveles de institucionalidad política que se alcanzaran en el país. Con el tiempo, elprograma sería el equivalente a la obra de gobierno, lo que quiere decir, con alguna exageración, que el futuro es lo mismo que el pasado. Luis Batlle(...)lo dirá en forma terminante: nuestro programa es el de ayer."
Recomiendo leer con atención y espiritu crítico positivo las páginas 254. 255 y 256 de este excelente trabajo del Dr. José Rilla.
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